Carta a Eduardo Sardiñas
Querido Lalo [Eduardo Sardiñas]
Recibí el informe tuyo que ayer mismo se leyó por Radio-Rebelde, quitándole solo algunos detalles de lugares que omití. Lo encontré todo muy interesante, así como la carta de [Manuel, Piti] Fajardo y las de los militares.
Los planes siguen exactamente como los trazamos aquí. Ya mandé a Néstor [Labrada] con 25 hombres más. También mandé una patrulla de muchachos de Puerto Padre que me parecen muy buenos, para que operaran bajo tus órdenes; llevan 13 armas.
Te comunico también que he decidido nombrar un jefe superior en todo el territorio donde operan las columnas 12 y 14, es decir: Victoria de las Tunas, Puerto Padre, Gibara, Holguín y parte de Bayamo. La falta de un mando superior en todo el territorio de esos municipios puede ser muy perjudicial. Siendo la zona tuya la más importante, en un momento dado podría ser necesario llevar refuerzos de la zona de Holguín y Gibara. Existiendo un jefe superior, este puede dar las órdenes inmediatas para el envío de dichos refuerzos. Para dicho cargo he designado a [Delio Gómez] Ochoa que ya salió con una columna. Yo le he dicho a Ochoa que el grueso de las tropas deben concentrarse en la zona tuya; así que todo sigue exactamente igual en cuanto al territorio tuyo y a la jurisdicción de tu columna; tu misión sigue siendo también la misma. Lo que me ha decidido precisamente a crear un mando superior es asegurar el éxito del objetivo estratégico que a tu columna corresponde; yo estoy seguro de que tu parte marchará perfectamente, pero no tengo la misma seguridad en cuanto a la parte que está detrás de ti, es decir en Holguín y Gibara, pues entre la gente de Cristino [Naranjo] y la de [Orlando] Lara no hay mucha simpatía, por otro lado la tropa de [Eddy] Suñol está creciendo notablemente y habrá que convertirla en una columna. Si esas fuerzas que están detrás de ti, no funcionan bien, los planes pueden fracasar. Para quitarme esas preocupaciones, decidí juntar los cuatro municipios en un solo frente, que se llamará Nº 4, designando a Ochoa Comandante del mismo.
No te quise dar esa tarea a ti porque me parece imposible que puedas atender al mismo tiempo tu línea de batalla y además todos los problemas que plantean cuatro municipios que ocupan una gran extensión. Así, Ochoa se encargará preferentemente de la coordinación de las fuerzas y tú de la línea de combate que mira hacia Camagüey. Hacia esa línea seguiré mandando refuerzos cada vez que pueda pues la considero la más importante de toda la Provincia.
Otra cosa quiero señalarte de mucho interés. [En] cualquier momento puede ocurrir un golpe de Estado en La Habana o un derrumbamiento de la Tiranía. Si tú observas que está pasando algo de esto, cierra inmediatamente la salida de la Provincia para evitar que se vaya una sola tropa de las que están operando en Oriente. Pase lo que pase todos los fusiles y armas en general que hay en esta provincia son para nosotros. De aquí no dejamos salir absolutamente nada.
Todo el ejército rebelde está en combate
Una jornada antes de que se verificara la farsa electoral del 3 de noviembre denuncié el cinismo de la dictadura y el apoyo que recibía de la embajada norteamericana en La Habana. Antepuse al propósito iluso de la tiranía de aparentar que el pueblo votaba, la amplitud e intensidad de las acciones del Ejército Rebelde a lo largo del país que contaban con el respaldo popular. Tenía la certeza de que Cuba no aceptaría jamás el resultado de una burla así.