Un eventual fin de la colaboración en salud con Cuba provocaría un completo vacío asistencial en las áreas rurales y más pobres de Guatemala, advirtió aquí el cirujano Ricardo Arriaza, director médico de BioHuman.
 
En una carta abierta dada a conocer la vísera, dirigida al diputado Felipe Alejos, del partido Todos, quien insiste en denigrar aquí la labor de la Brigada Médica de la Isla (BMC), Arriaza argumentó las consecuencias de dejar sin cobertura parcial o total a 88 de los 340 municipios; 12 de las 29 áreas de salud; 143 puestos y centros de atención primaria, así como 10 Centros de Atención Materno-Infantil.
 
La lista la completan 16 de los 44 hospitales públicos, 35 Centros de Atención Permanente y cuatro hospitales oftalmológicos, donde prestan sus servicios estos profesionales, explicó el también director del Comité Rotario para la gestión integral del Riesgo a Desastres.
 
Arriaza detalló que, según estadísticas del Observatorio Global de Salud de la OMS, en Guatemala hay 0,4 médicos y 0,1 enfermeros por cada mil habitantes (entre las más bajas de Latinoamérica), de ellos, más del 90 por ciento ejercen su profesión en la ciudad capital y el resto en las cabeceras departamentales.
 
En cuanto a la relación costo-beneficio -aspecto muy cuestionado en la actual campaña de descrédito-, Arriaza presentó cifras de impacto como más de 47 millones de casos vistos en 22 años de presencia ininterrumpida, así como 494 mil 360 cirugías y 218 mil 902 operaciones de catarata, servicios inalcanzables para una mayoría pobre en clínicas privadas.
 
No cuantificaré el valor o el precio que se pagaría por las 332 mil 472 vidas salvadas, porque tal cosa sería inmoral, ni por los mil 73 médicos guatemaltecos formados en la Escuela Latinoamericana de Medicina de La Habana, puntualizó.
 
En su lugar, propuso a Alejos (con carro y gasolina incluida) 'ir juntos a La Democracia o Barillas, en Huehuetenango; a La Tinta, a Sayaxché o a Uspantán, un día inhábil en cualquier horario y ahí, le garantizo, encontraremos a un cooperante cubano atendiendo a nuestros paisanos con una sonrisa en los labios'.
 
Conocedor del trabajo de la BMC, con la que compartió en 2018 la atención de guatemaltecos durante la erupción del volcán de Fuego, Arriaza convocó al congresista a constatar cómo laboran en esos lugares apartados durante ocho horas diarias y atienden cualquier llamada de urgencia, pues conviven con sus pobladores.
 
'El mismo trabajo que seguramente podríamos hacer los guatemaltecos, pero no lo hacemos, entre otras cosas, porque no existen las condiciones para que nuestras familias puedan desarrollarse de forma humana y digna, ni un salario honorable', manifestó.
 
Hoy la BMC tiene 441 cooperantes, cubre 16 de los 22 departamentos y participa junto al Ministerio de Salud en la primera línea de enfrentamiento a la Covid-19.