Bajo un fuerte sol, vestidos de campaña y vueltos hacia la altura de Buenavista, Fidel y Chávez disfrutaron del genio militar de Simón Bolívar al reconstruir, en el escenario mismo de los hechos, aquel 24 de junio de 1821 cuando El Libertador decidió lanzarse a tomar los campos de Carabobo, en una batalla que decidió la independencia de Venezuela.  

La maqueta, puesta en improvisada carpa en una colina ubicada frente a la mayor de Buenavista, resultó incompleta para el análisis y las reflexiones en los que se enfrascaron nuestro Comandante en Jefe y el líder de la Revolución bolivariana.  

En el escenario natural de aquella acción emblemática para los venezolanos, Fidel quería saber mucho más. Cantidad de hombres, el por qué de la táctica militar elegida, cómo pudo el prócer hacer llegar las instrucciones a los Bravos de Apure o a la División de Páez, a Tomás Ferrier, al frente de su Legión británica. Cómo fue posible hacer avanzar la caballería por las empinadas laderas de las colinas sin caminos.   

Todas estas, y muchas más, fueron interrogantes que lanzó al guía que le mostraba la maqueta. Fue entonces cuando Chávez, echándole el brazo por encima lo acercó al filo de la colina, frente a la puerta del Sol, y desde allí, ambos estrategas se sumaron a la audacia de El Libertador y cabalgaron, no lo duden, por los desfiladeros de entonces, y observaron la desmoralización de las tropas del general La Torre, quien con la tozudez y la prepotencia que caracterizaba al representante de la Corona, dio por obvio que Bolívar caería en la trampa que le había tendido con sus cañones, allí en el campo de Carabobo, donde para su sorpresa, aquel se alzó con la independencia de su patria.  

Asimismo, y a preguntas de Chávez, Fidel evocó pasajes de la guerra revolucionaria cubana en la Sierra Maestra y de las estratagemas que a veces tuvieron que emplear para confundir al enemigo.   

Al frente del volante de su yipi, el Presidente Chávez hizo un gesto de despedida con la mano, mientras nuestro Comandante en Jefe, a su lado, volvió la cabeza para ver nuevamente las alturas de Buenavista y los desfiladeros por los que un día los ejércitos bolivarianos llenaron de gloria a América.  

Fidel y Chávez habían llegado al lugar tras depositar sendas ofrendas florales, a las 2 y 25 de la tarde en la tumba del Soldado Desconocido, ubicada bajo el Arco de Triunfo, al final de la Avenida de los Héroes, donde los venezolanos rememoran y respetan los sacrificios de los hijos de la Patria y que conforman el conjunto monumental de Carabobo, cita obligada con la Historia de este pueblo.  

AMOR CON AMOR SE PAGA  

Con esta frase martiana, Hugo Chávez despidió la emisión 49 de su programa dominical radial Aló, Presidente, al que fue invitado nuestro Comandante en Jefe.
Temas tan variados como la Historia, la mujer, la corrupción, la organización del pueblo, el problema de las razas y la seguridad del mandatario venezolano fueron abordados por estos dos carismáticos y comunicadores líderes a lo largo de cuatro horas en las que dieron una prueba contundente de su identidad de criterios y sus valores humanos.  

Finalmente, nuestro Comandante en Jefe elogió el programa y recordó que hay lugares en el mundo donde un presidente ni siquiera vira la cabeza para atender a un ciudadano, al tiempo que Chávez le agradeció el haberlo acompañado.   

Al despedirlo cantando una canción venezolana, le recordó una frase de Martí cuando dijo: Amor con amor se paga y eso, agregó, es lo que hace Venezuela contigo, Fidel.

PROGRAMA PARA HOY

En horas de la mañana está prevista la firma del Acuerdo de Cooperación que contempla la venta  de petróleo a Cuba a precios preferenciales y pagaderos a largo plazo, así como convenios en la rama de la salud, la educación, la tecnología y el deporte entre las dos naciones.  

Posteriormente, ambos mandatarios ofrecerán una conferencia de prensa y quedará inaugurado el centro de prensa en la sede de la Cancillería. Finalmente Fidel y Chávez almorzarán juntos y, obviamente, pasarán revista a estos cuatro días de intensas emociones vividas junto al pueblo venezolano, dando fin a su sexta visita a Venezuela.