Una página más en la historia común
Date:
23/08/1998
Source:
Juventud Rebelde
Fidel lo dijo desde que pisó tierra quisqueyana haciendo realidad un sueño de toda la vida: "Entre las primeras cosas que aprendí cuando ingresé en las aulas escolares fue que muy cerca de nosotros existía un país legendario, lleno de historia, estrechamente unido al pueblo cubano... Supimos también que de aquí llegó a Cuba el primer hombre que nos enseñó a luchar por la libertad, el indio Hatuey.
"Desde entonces, recordaba en sus primeras palabras al pueblo dominicano, han transcurrido siglos de historia común. Nada ha podido entibiar jamás esos sentimientos de admiración, fraternidad y simpatía que han existido entre nuestros dos pueblos...".
Y de este vínculo de siglos también nos habló el presidente Leonel Fernández: "En nuestra historia está presente Martí y el encuentro con Máximo Gómez. Está el albergue que Cuba le proporcionó a los luchadores dominicanos... la presencia de Juan Bosch en Cuba, el hecho de que Fidel Castro fuese parte de la expedición de Cayo Confites para derrocar la dictadura de Trujillo en 1947... es parte de nuestro acervo histórico-cultural.".
Pero de esa historia común hablan muchos, muchísimos dominicanos en estos días, y no sólo aquí o en Baní, tierra natal del General en Jefe de nuestro Ejército Libertador, donde lo hemos podido constatar con creces, sino también en Montecristi, Barahona, Santiago de los Caballeros, San Pedro de Macorís y en otras localidades, según nos han contado nativos de esos lares que han llegado hasta la capital o se trasladarán hoy a Baní para recibir y saludar al Comandante en Jefe, y que es aludido, como una, entre otras poderosas razones, para el júbilo popular que ha desatado su visita.
Y una quisiera, lo confieso, poder disimular el orgullo que se siente cuando se es testigo del amor del pueblo dominicano por Fidel, las hermosas y estimulantes valoraciones que se hacen de su papel en América Latina y en el mundo, la disposición a defenderlo y protegerlo porque muchos lo consideran alguien suyo. "Él no es sólo de ustedes, compañera...", me señalaba una sencilla ama de casa, cuando comprobó que era cubana.
Del mismo modo, resulta difícil sustraerse de la noticia que es hoy el Jefe de la Revolución cubana en República Dominicana, incluso para sus enemigos, que no cesan de hablar de él, y para los representantes de la prensa de Miami (en buena cantidad se han trasladado hasta acá) que lo siguen a todas partes. Aunque me alegra comprobar que es "la atracción principal de la Cumbre", como lo han calificado varios medios periodísticos en esta capital, él mismo a dicho que quisiera que se dedicaran tantas páginas y espacios a los cruciales temas para el futuro de la región abordados en el encuentro y se hablara de los mandatarios que aquí se dieron cita, como los del CARICOM, que tanto han hecho por el bienestar de sus pueblos y el desarrollo de sus economías.
Pero es inevitable: Fidel concentra la mayor atención de la prensa, y toda la del pueblo, que aún sin conocer de programas ni itinerarios, ni tener acceso a las actividades oficiales a las que ha asistido hasta ahora, se situó en muchos puntos de las posibles avenidas que recorrería desde el aeropuerto el día de su llegada, se concentra frente al hotel donde se hospeda -convertido en plaza permanente de solidaridad con Cuba- o en las áreas aledañas a los sitios donde "se rumora" que irá, como ocurrió ayer alrededor del Parque Independencia, cuando acudió al Altar de la Patria a rendir tributo a Duarte, Sánchez y Mella, los tres héroes de la independencia dominicana.
Y fue emocionante ver allí, cuando se abrieron las calles que confluyen en el parque, a cientos de dominicanos aclamar a Cuba y a Fidel, condenar el bloqueo yanki, y a muchos abrazarse cuando se decían: "¡Lo vi, lo vi, ya vi al Comandante!". Sí, no hay dudas... Muchos dominicanos que entrevistamos en los días previos a la visita del Comandante en Jefe nos expresaron su seguridad de que sería histórica. En Baní, el gobernador de la provincia de Peravia, Oscar Iván Peña, nos decía más al considerar que sería una cita con la historia. Y ya lo está siendo...
"Desde entonces, recordaba en sus primeras palabras al pueblo dominicano, han transcurrido siglos de historia común. Nada ha podido entibiar jamás esos sentimientos de admiración, fraternidad y simpatía que han existido entre nuestros dos pueblos...".
Y de este vínculo de siglos también nos habló el presidente Leonel Fernández: "En nuestra historia está presente Martí y el encuentro con Máximo Gómez. Está el albergue que Cuba le proporcionó a los luchadores dominicanos... la presencia de Juan Bosch en Cuba, el hecho de que Fidel Castro fuese parte de la expedición de Cayo Confites para derrocar la dictadura de Trujillo en 1947... es parte de nuestro acervo histórico-cultural.".
Pero de esa historia común hablan muchos, muchísimos dominicanos en estos días, y no sólo aquí o en Baní, tierra natal del General en Jefe de nuestro Ejército Libertador, donde lo hemos podido constatar con creces, sino también en Montecristi, Barahona, Santiago de los Caballeros, San Pedro de Macorís y en otras localidades, según nos han contado nativos de esos lares que han llegado hasta la capital o se trasladarán hoy a Baní para recibir y saludar al Comandante en Jefe, y que es aludido, como una, entre otras poderosas razones, para el júbilo popular que ha desatado su visita.
Y una quisiera, lo confieso, poder disimular el orgullo que se siente cuando se es testigo del amor del pueblo dominicano por Fidel, las hermosas y estimulantes valoraciones que se hacen de su papel en América Latina y en el mundo, la disposición a defenderlo y protegerlo porque muchos lo consideran alguien suyo. "Él no es sólo de ustedes, compañera...", me señalaba una sencilla ama de casa, cuando comprobó que era cubana.
Del mismo modo, resulta difícil sustraerse de la noticia que es hoy el Jefe de la Revolución cubana en República Dominicana, incluso para sus enemigos, que no cesan de hablar de él, y para los representantes de la prensa de Miami (en buena cantidad se han trasladado hasta acá) que lo siguen a todas partes. Aunque me alegra comprobar que es "la atracción principal de la Cumbre", como lo han calificado varios medios periodísticos en esta capital, él mismo a dicho que quisiera que se dedicaran tantas páginas y espacios a los cruciales temas para el futuro de la región abordados en el encuentro y se hablara de los mandatarios que aquí se dieron cita, como los del CARICOM, que tanto han hecho por el bienestar de sus pueblos y el desarrollo de sus economías.
Pero es inevitable: Fidel concentra la mayor atención de la prensa, y toda la del pueblo, que aún sin conocer de programas ni itinerarios, ni tener acceso a las actividades oficiales a las que ha asistido hasta ahora, se situó en muchos puntos de las posibles avenidas que recorrería desde el aeropuerto el día de su llegada, se concentra frente al hotel donde se hospeda -convertido en plaza permanente de solidaridad con Cuba- o en las áreas aledañas a los sitios donde "se rumora" que irá, como ocurrió ayer alrededor del Parque Independencia, cuando acudió al Altar de la Patria a rendir tributo a Duarte, Sánchez y Mella, los tres héroes de la independencia dominicana.
Y fue emocionante ver allí, cuando se abrieron las calles que confluyen en el parque, a cientos de dominicanos aclamar a Cuba y a Fidel, condenar el bloqueo yanki, y a muchos abrazarse cuando se decían: "¡Lo vi, lo vi, ya vi al Comandante!". Sí, no hay dudas... Muchos dominicanos que entrevistamos en los días previos a la visita del Comandante en Jefe nos expresaron su seguridad de que sería histórica. En Baní, el gobernador de la provincia de Peravia, Oscar Iván Peña, nos decía más al considerar que sería una cita con la historia. Y ya lo está siendo...