Fidel en el corazón de Granma
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Si muchas razones tienen los cubanos para recordar hoy y todos los días a su Comandante en Jefe, el periódico Granma tiene para hacerlo todos los motivos. Fidel, su fundador y eterno guía de cada una de sus publicaciones, fue homenajeado desde el canto y la palabra de los agradecidos, aquí donde su voz tiene permanente resonancia.
En presencia de todos sus trabajadores, Alejandra García, secretaria general de la UJC, leyó unas palabras en las que aseguró que el jefe de la Revolución Cubana se multiplica en los jóvenes y en «cada trabajador, en cada cubano que haga suyos valores como la modestia, el desinterés, el altruismo, la solidaridad y el heroísmo».
«Para ser como él no son necesarios las estrellas en la charretera, ni el verbo fácil, ni sus hazañas en escenarios internacionales defendiendo el derecho de Cuba a su independencia, es, precisamente, conocer a fondo y no olvidar la historia patria, es trabajar con eficiencia y honestidad. Ser Fidel consiste, más allá de honrar su memoria, en tratar a los demás como seres humanos, en hacer valer nuestro lugar dentro de la Revolución sin olvidar el momento histórico, en defender la libertad e igualdad plenas como bases fundamentales de la Revolución Cubana. Ser Fidel es aprender a emanciparnos por nosotros mismos y con nuestros propios esfuerzos y luego brindar nuestra ayuda solidaria a los países hermanos que la necesiten; es desafiar poderosas fuerzas dominantes dentro y fuera del ámbito social y nacional, para lo cual se necesitan no mentir jamás ni violar principios éticos», dijo, aludiendo al concepto de Revolución concebido por el líder de la Revolución.
Tras la sentida intervención, el trovador Raúl Torres ofreció al auditorio sus canciones, mientras se proyectaban hermosas imágenes de Fidel que acompañaron la interpretación de A través del sol, escrita en el Estado venezolano de Barinas, cuando Fidel tenía 88 años; seguidamente cantó El regreso del amigo, dedicada al comandanteHugo Chávez. Eltrovador recordó entonces el momento en que Fidel anunció la muerte del líder bolivariano. Candil de nieve, antológica piezadel repertorio de Torres fue la siguiente, tarareada y después ovacionada por todos los presentes. Para concluir, y coreado por un público que humectó de emoción su rostro, y finalmente lo ovacionó, Cabalgando con Fidel, tema compuesto a raíz del fallecimiento del eterno moncadista, himno de dolor de todo un pueblo que veneró como nunca antes a su líder, mientras regresaban sus cenizas a Santiago de Cuba, convertidas en símbolo de la Historia.
Tras la música, un panel de lujo –a juzgar por la cercanía de sus oradores al Comandante en Jefe– tuvo lugar, para desde la anécdota y la remembranza evocar su vida. Marta Rojas (Premio Nacional de Periodismo José Martí), periodista que fuera testigo de los hechos del Moncada, recordó a Fidel desde la primera vez que lo viera, cuando llegara esposado al juicio de la causa 37. Explicó que cuando esperaba ver a un hombre desaliñado y abatido se encontró con «un gigante». «Aún oigo con una fuerza tremenda el sonido de las esposas. Del que pensaba ver al que vi había dos hombres muy distintos», expresó Rojas. «Lo sacaron de allí, porque si lo dejan, ese día se habría caído Batista, por la contundencia de sus argumentos a cada una de las preguntas que le hacían», dijo.
Se refirió también al Fidel periodista, y a su presencia en el Granma. «Fidel era un periodista nato», expresó y aludió a trabajos suyos publicados en los cuales denunciaba las malversaciones. «Sus trabajos fueron muchos y valiosos, y escribió de muchas cosas. Por ejemplo, en Bohemia fue el autor de un reportaje sobre el allanamiento por la policía y destrucción del estudio de escultor José Manuel Fidalgo, que tenía una obra dedicada a José Martí en su centenario».
Sobre su presencia en Granma comentó: «Aquí en este mismo edificio fue extraordinario. No hubo acontecimiento de interés nacional e internacional de envergadura ajenos a él. Acostumbraba venir a Granma con mucha frecuencia, a veces diariamente, por la madrugada, para ver los cables de prensa y ponerse al día de los acontecimientos e incluso, en ocasiones, escribir sobre ellos. Escribía muy bien. Solía pedirle a Elio Constantín, gran conocedor de la lengua española, que le corrigiera cualquier falta en sus textos. Elio lo hacía. En una oportunidad, Elio fue excesivo y Fidel, sonriente le dijo: «Elio, vamos a dejarlo así, porque si lo ponemos como tú dices, no van a creer que este texto es mío». Fidel frecuentaba en Granma este salón donde estaba enclavado Caja y Linotipo, revisaba cosas que le interesaban, y conocía todos los tipos de imprenta que se usaban».
El periodista Elson Concepción, Premio Nacional José Martí, consideró un verdadero honor haber estado entre los periodistas cubanos que pudieron acompañar a Fidel en diversos aconteceres nacionales e internacionales. Valoró de impactante las impresiones causadas por el extraordinario conocimiento de Fidel. «Sabía de todo», dijo, y explicó su interés por cada detalle de todo lo que presenciaba. Recordó, entre muchas otras anécdotas, la visita que hiciera Fidel –y en la cual estuvo él presente– a la celda donde estuvo por 27 años prisionero Nelson Mandela y ponderó la permanente preocupación del Comandante por el dolor y la justicia de los seres humanos.
Juvenal Balán, Jefe del equipo de Fotorreporteros del periódico, agradeció el haber podido formar parte de tantas coberturas importantes protagonizadas por Fidel, y narró sus vivencias al lado del Líder, el que lo impactó para siempre y a quien sigue, como un compromiso inalienable establecido a causa del gran ejemplo que su vida significa.
El homenaje concluyó con la presentación del libro Fidel es un país, del fotorreportero Jorge Valiente y la periodista Sahily Tabares, un hermoso trabajo rubricado por Verde Olivo, en el que el Comandante en Jefe vive desde cada una de las instantáneas seleccionadas por ambos autores. (R.C.).