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Hazañas de la Revolución Cubana: Los trabajadores

Date: 

26/01/2018

Source: 

Periódico Trabajadores

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En cualquier sociedad, los trabajadores constituyen una parte muy importante de la población. En el caso del socialismo, el protagonismo de los obreros adquiere cualidades diferentes.
 
Y esa es otra hazaña de la Revolución, pues el actuar de trabajadores y trabajadoras, guiados por Fidel, realzan la imagen del proceso revolucionario.
 
Los trabajadores cubanos y su organización sindical habían estado activos en la lucha contra la dictadura, como expresión de continuidad, tradiciones y participación en batallas por la independencia y ante las injusticias.
 
Desde el primero de enero de 1959, los trabajadores acudieron al llamado de Fidel para, junto al Ejército Rebelde y las fuerzas revolucionarias, evitar un golpe de estado. Fue la huelga general.
 
A solo unos días del triunfo de la Revolución los trabajadores y las organizaciones sindicales escucharon y entendieron el planteamiento que Fidel les hizo “..la clase obrera es la clase absolutamente mayoritaria, la clase obrera es la clase fecunda y creadora, la clase obrera es la que produce cuanta riqueza material existe en el país….”(1)
 
“…mientras la clase obrera permita que el poder esté en manos de los patronos que la explotan; que el poder esté en manos de los especuladores que la explotan; de los terratenientes que la explotan; de los intereses extranjeros o nacionales que la explotan; mientras las armas estén en manos de la camarilla al servicio de esos intereses y no en sus propias manos, la clase obrera está condenada, en cualquier parte del mundo, a una existencia miserable, por muchas que sean las migajas que en la mesa del festín, los grandes intereses y los grandes privilegios, lance sobre ella….” (2)
 
Ese mismo año, fueron abandonadas empresas por sus dueños, los trabajadores procedieron a cuidarlas, y más adelante, a administrarlas. Al declararse la Revolución socialista el 16 de abril de 1961 se concreta más el papel de los trabajadores y se dinamiza su fortalecimiento.
 
El nuevo rol de los trabajadores era dejar de ser explotados, actuar y pensar como propietarios de los medios de producción, considerar que el fruto de su trabajo era en su beneficio y de toda la sociedad con la condición de ser más productivo para avanzar en el proceso revolucionario.
 

Un cambio radical, costaba mucho trabajo entenderlo. Se necesitaba tener conciencia de ese nuevo papel, ya que las medidas coercitivas, como el despido, ya no se aplicarían. Muy complejo resultaba desempeñar responsabilidades de dirección; los que sabían de socialismo eran muy pocos, el nivel educacional era bajo y la información al respecto era muy escasa en aquellos primeros años. Los cursos sobre marxismo-leninismo se complementaban con la práctica. El Che insistía sistemáticamente en el papel de los trabajadores en la nueva sociedad:
 
La Central de Trabajadores de Cuba y los sindicatos comprendieron que su papel se enriquecía y que debían continuar defendiendo los intereses de los trabajadores; ahora no se enfrentaban a un enemigo, la propiedad era social, de todo el pueblo, no de un capitalista, pero también tenían la responsabilidad de lograr el adecuado cumplimiento de la actividad en el centro laboral, la empresa, la economía del país. Un doble papel, en el capitalismo es improcedente e inconcebible.  Un cambio radical en sus objetivos en la cultura.
 
La Constitución de la República de Cuba, en su artículo número 1 plantea: “Cuba es un Estado socialista de trabajadores, independiente y soberano, organizado con todos y para el bien de todos, como república unitaria y democrática, para el disfrute de la libertad política, la justicia social, el bienestar individual y colectivo y la solidaridad humana.”(3)
 
El fortalecimiento de los trabajadores se fue concretando al llevarse a cabo el desarrollo económico, día a día con esfuerzo, sacrificio apoyo y participación de parte de la población.
 

 
Bajo la guía de Fidel, el actuar de las instituciones, organizaciones y amplia participación del pueblo, reconstruyó la economía del país en dos oportunidades. Primero, cuando el rompimiento del gobierno de los EE.UU. con Cuba en l960 y 30 años después ante el derrumbe del campo socialista de Europa del Este y la desintegración de la Unión Soviética 1990.
 
En otros artículos se expondrán algunos aspectos de  este importante tema, demostrando lo complejo de su desarrollo al construir una sociedad socialista.
 
*MSc. Martha Eugenia López Villeda, mexicana, incorporada al proceso revolucionario cubano desde 1955, ha escrito varios libros.
 
Asamblea de trabajadores de plantas eléctricas. La Habana, 14 de diciembre de 1960. El pensamiento de Fidel Castro. Selección temática, t. 1, v2, Editora Política, 1983, pag. 554
Ibidem
Gaceta Oficial de la República de Cuba, edición Extraordinaria número 3 de 31 de enero de 2003.