Hace 56 años el líder de la Revolución Cubana, Fidel Castro, declaró a Cuba Territorio Libre de Analfabetismo, cumpliendo así un sueño que comenzó con la campaña masiva de alfabetización.
 
En solo un año se desplegaron los maestros voluntarios convocados por Castro, quienes llevaron enseñanza a todos los rincones de la isla.
 
Las palabras de Castro aquel 22 de diciembre de 1961, en la Plaza de la Revolución, resumen el esfuerzo que protagonizaron más de 270 mil cubanos y evidenció el carácter del naciente proceso revolucionario.
 
“Ningún momento más solemne y emocionante, ningún instante de legítimo orgullo y de gloria como este en que cuatro siglos y medio de ignorancia han sido derrumbados (…)”.
 
El comandante Castro llegó a denominarla como una de las más grandes batallas por la cultura que haya librado pueblo alguno.
 
El 22 de diciembre de aquel 1961 habían sido alfabetizados 707 mil cubanos. El índice quedó reducido a 3,9% de la población total y la isla fue declarada el primer territorio libre de analfabetismo en América Latina, como reconocería la Unesco un año más tarde. Hoy, también según la Asociación de Pedagogos de Cuba, la tasa en el país es de 0,2% frente a la media de 11,7 % entre los demás países de habla hispana del continente.
 
La Campaña de Alfabetización permitió erradicar de Cuba ese índice negativo y facilitar el acceso a los distintos niveles educativos de manera gratuita y universal “en un contexto de necesidad y aspiración social”, argumenta Luisa Campos, directora del Museo Nacional de la Campaña de la Alfabetización, único en el mundo, fundado en La Habana en 1964, con sede en un antiguo cuartel militar del régimen de Fulgencio Batista.
 
Cada 22 de diciembre en Cuba se celebra el Día del Educador, para recordar la hazaña realizada por miles de voluntarios, quienes lograron que el país fuera el primero en América Latina libre de analfabetismo.
 
La campaña de alfabetización evidenció que la educación de un pueblo es un éxito que depende de la participación masiva y unánime de todas las organizaciones.
 
Cuba, impulsada por su líder Fidel Castro, es hoy un ejemplo para el mundo en materia educativa que por su condición solidaria extendió a quienes lo necesitaron el método de alfabetización Yo sí puedo, que beneficia en la actualidad a millones de personas en América Latina y el Caribe.