Cuba en 1962: Las proposiciones del Gobierno Revolucionario
La prensa del 3 de noviembre de 1962 destaca el recibimiento en La Habana al Vice Primer Ministro soviético, Anastas Mikoyan, por el Primer Ministro Fidel Castro, el comandante Ernesto Che Guevara y otros dirigentes del Gobierno Revolucionario cubano.
Se dan a conocer sus declaraciones acerca de intercambios sostenidos con dirigentes norteamericanos, tratando el tema de los mensajes del Presidente del Consejo de Ministros de la URSS, Nikita Jruschov, y el presidente de Estados Unidos, John F. Kennedy.
Y en referencia a las propuestas del Primer Ministro Fidel Castro, que comprenden 5 puntos, Mikoyan expuso:
“Estas proposiciones del Gobierno Revolucionario de Cuba destinadas a garantizar la seguridad de Cuba son respaldadas por la Unión Soviética, que las considera justas”.
El pueblo cubano, con más trabajo voluntario, mantiene la producción. Mujeres, estudiantes y jubilados se han incorporado a las labores que realizaban los que están en las trincheras.
Un ejemplo es la textilera Ariguanabo, donde respondieron al llamamiento de la Patria 750 obreros milicianos, y fueron movilizados. Los restantes compañeros enseguida se brindaron a suplir sus tareas, y cubrieron voluntariamente unos mil 100 turnos.
También en la hilandería Inejiro Asanuma, de Gibara, con 73 trabajadores movilizados, la producción mantiene un ritmo ascendente.
Aquí en la capital, después de la jornada de ocho horas de trabajo, las obreras de la Unidad de Mayía Rodríguez y Santa Catalina, en Santos Suárez, permanecen varias horas más junto a sus máquinas confeccionando hamacas necesarias para nuestros combatientes.
En estos momentos difíciles que vive la Patria, la Federación de Mujeres Cubanas ha recibido mensajes de solidaridad de sus hermanas en el mundo.
Estos mensajes llegan del Comité de Mujeres soviéticas, la Federación Democrática Internacional de Mujeres, la Unión Progresista de Mujeres Marroquíes, la Unión Femenina Vietnamita, de mujeres chilenas, mexicanas…
José Martí comentó: “¡Las campañas de los pueblos solo son débiles, cuando en ellas no se alista el corazón de la mujer!”