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Fidel, Cienfuegos y la FEU prerrevolucionaria

La historia vincula la rebeldía estudiantil local con la primera visita del máximo líder de la Revolución a esta ciudad./ Foto: Periódico Escambray
La historia vincula la rebeldía estudiantil local con la primera visita del máximo líder de la Revolución a esta ciudad./ Foto: Periódico Escambray

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13/08/2017

Source: 

5 de Septiembre

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El doctor René Morejón González solicita a nuestra Redacción, rememorar con protagonistas, los hechos acaecidos en Cienfuegos, anteriores al golpe de Estado de Fulgencio Batista, cuando estudiantes promovieron protestas importantes para el fortalecimiento de la conciencia clasista y la unidad de acción con los obreros.
 
Destaca la huelga estudiantil de noviembre de 1950. La causa fue la intención de la dirección del claustro del Instituto de Segunda Enseñanza, de aplicar medidas en contra del alumnado,  mediante resolución del ministro de Educación, Aureliano Sánchez Arango, así como la adopción de medidas intra institucionales con los mismos objetivos, según explica Morejón González.
 
A la protesta cienfueguera se sumaron 18 centros homólogos del país, los de aquí tomaron el Ayuntamiento y de inmediato la FEU nacional creó un comité pro defensa de los estudiantes, liderado por Fidel Castro Ruz, presidente de la citada organización en la escuela de Ciencias Sociales, y Enrique Benavides, delegado de la escuela de Derecho, ambos de la capital, quienes se personaron en esta ciudad.
 
Así lo recuerda Rolando Ceballos Cortés: “Decidimos dar el mítin en el Prado  y el domingo 12 de noviembre  las autoridades determinaron suspenderlo; serían la 1:00 o 2:00 de la tarde, cuando llegaron los condiscípulos habaneros para apoyarnos y allí estaba Fidel.

Rolando Ceballos Cortés./Foto: Efraín Cedeño

 
“Para esa noche a las 9:00, estaba previsto un acto estudiantil que sería en el Instituto de Prado y La Mar, usaría la palabra Fidel, la alcaldía había dado permiso, pero por la tarde informaron la suspensión por parte del ministro de Gobernación.
 
“También asistirían Benavides y Francisco Valdés, pero el líder era él, agregó Ceballos Cortés. Entonces se dirigió a casa del jefe de la Policía, capitán Manuel Pérez Borroto, y lo emplazó; cuando supo la cantidad de años que llevaba con el uniforme, le espetó que eso era una deshonra.
 
“Con la misma fue para el parque, y dijo: ‘Hay que hacer el mitin’, y así lo hicimos, acudimos a organizaciones obreras, nos prestaron una silla y la pusimos frente al balcón del Ayuntamiento, tomamos la parte alta, llegó la noche y el pueblo estaba allí.
 
“Llegó Fidel con Benavides y los estudiantes, había un teniente de la Policía, y lo encaminan hacia la Jefatura de ese órgano y lo detienen”.
 
Continúa Ceballos la narración sobre la decisión de dar la actividad:
 
“Fue larguísimo, se suspendía, venía la Policía, se detenía, volvíamos luego, hablaron como cuatro o cinco jóvenes como Manuel Varela Pérez, Alberto Farray y Francisco Valdés.
 
“Por la madrugada, la Policía saca a Fidel y a Benavides; los llevan para Santa Clara a hacerle juicio en la Audiencia Provincial de Las Villas un expresidente y el vicepresidente del Ayuntamiento. Los acompañaron a Santa Clara y fueron al juicio; hay un hecho muy importante,  Fidel le hace una carta al pueblo de Cienfuegos, explicando por qué vino y argumentando que no eran “revoltosos”, como se les tildaba.

José Miguel Castellano Correa.
Foto: Efraín Cedeño

“Al poco tiempo derogaron medidas, porque ya nos habían expulsado, nos hicieron juicio a once alumnos, se recrudeció la huelga, nos quedamos con sentencia impuesta”


Por otra parte, José Miguel Castellanos Correa, también participante en los hechos, alega: “Yo pertenecía a segundo año, tengo 83 de edad ahora. Teníamos 17 años cuando nos sancionaron (…) De la reyerta recuerdo que en la puerta estaba Don Lolo, y Alberto Farray lo agrede, la cierra con un candado; posterior a eso viene la jaula, la Policía y la Guardia Rural. Estaban además: Antonio Santana, Cristóbal Fernández, José Ferrer y Moisés Cartaya, entre otros; ahí ocasionamos una reyerta en el pasillo”.
 
Los hechos narrados por estos protagonistas provocaron la detención de Fidel Castro Ruz y un juicio en la Audiencia Provincial de la antigua provincia de Las Villas, sita en Santa Clara, donde expuso su primer alegato de autodefensa.
 
La historia vincula la rebeldía estudiantil local con la primera visita del máximo líder de la Revolución a esta ciudad.