Cuando la semilla de la Revolución cubana vino de México
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8 de julio de 1955. Procedente de Veracruz Fidel llega en un ómnibus a Ciudad México. En una carta que le escribe posteriormente a Faustino Pérez le señala lo que de inmediato había hecho al hallarse en la capital mexicana.
“Me reuní la primera noche con Raúl y dos o tres cubanos de confianza en casa de una cubana residente en esta desde hace años y que ha sido una verdadera madre para los del Moncada en los días de frío y hambre.”
Fidel se refiere a María Antonia González. También detalla en la carta citada al referirse al encuentro sostenido con Raúl y otros revolucionarios cubanos en México.
“Trazamos un pequeño plan de trabajo que comprende desde el modo rápido de obtener noticias generales de Cuba, hasta el modo de llegar a personalidades influyentes en este país, cuya amistad y simpatía pueden ser útiles.”
Explica además cuál es la estrategia que concibe llevar a cabo para obtener el apoyo de otros cubanos que vivían en México.
“Con los demás cubanos de distintas militancias, que son escasos, vamos haciendo contacto poco a poco, recibiendo de todos magnífica acogida”.
Precisa que hay otros cubanos residentes en ese país desde hace largo tiempo que tienen relaciones y recursos, con los cuales esperaban poder relacionarse más adelante.
Tras la victoria de la Revolución, un día como hoy, en el año1960, Fidel comparece en el Canal 2 de Televisión, para denunciar los planes del gobierno norteamericano contra Cuba.
“La característica más común de la política exterior de los Estados Unidos es el error; el error siempre acompaña la política exterior de los últimos años del Gobierno de los Estados Unidos”.
Destaca la actitud honesta de la Revolución Cubana.
“Nosotros tratamos siempre de actuar de una manera correcta, de una manera sincera, de una manera limpia, no hemos andado nunca con mentiras, no hemos andado aquí con hipocresía, no hemos andado buscando pretextos, y en realidad, lo que hemos hecho nosotros es irnos defendiendo una por una de todas las agresiones”.
Con relación al pueblo cubano Fidel también expresa:
“A nosotros no nos debe desalentar absolutamente para nada el hecho de ser un pueblo pequeño, porque somos un pueblo que tiene la razón, un pueblo que tiene muchas virtudes, un pueblo que tiene mucha dignidad, pueblo que tiene una larga tradición, un pueblo inteligente y que, con esas circunstancias a favor nuestro, nosotros saldremos victoriosos en esta lucha”.
“Esta lucha se está librando con la seguridad de que nosotros sabremos afrontar todas las vicisitudes, que el pueblo las sabrá afrontar; esperar todas las agresiones a pie firme, sin retroceder un solo paso, atrincherarnos aquí en nuestra Patria, en nuestra razón, en nuestros derechos y en nuestras piedras y peñascos y ciudades si las circunstancias lo hicieran necesario, es decir, si se diera el otro paso de las agresiones de tipo económico y cometieran la barbaridad final de perpetrar una agresión contra nuestro país”.