Imagino que debe estar celebrando la fecha de la manera que más le entusiasma; a bordo de su devoradora mecánica de caña, sabedor que cada tallo que envíe a los tres centrales que hoy hacen zafra esta provincia cubana de Ciego de Ávila, son recibidos con los basculadores abiertos.
 
No amigo lector. No me he equivocado. Sé y muy bien que Renán Cabrera Franco, ya ha vencido 62 almanaques. Quizás la preocupación por aportar un poquito más le haya jugado una mala pasado. Sucede que por esta fecha, pero en 1997, a Ciego de Ávila le nació un Héroe del Trabajo de la República de Cuba.
 
Hace algunos días, en un encuentro fortuito, hablamos de la marcha de la zafra, de los resultados de su faena y también le mencioné la cercanía de este aniversario y le pedí me diera sus impresiones dos décadas después.
 
Miren amigos de la red. Me habló del salto que tenía en el estómago, del frío que había en aquel salón, de los temblores que sentía en las piernas, de la “musiquita” que mencionaba al Che y resaltó la impresión que le había causado Fidel hablando de los obreros.
 
“¡Qué clase de hombre el de la barba! Cuando se paró frente a mí... No, ni quiero pensar en ese momento. Me dije: Renán, que c... te está pasando. Qué momento. Él se veía muy contento”.
 
Recuerda el instante en que el Líder histórico de la Revolución le impuso la Estrella de Oro que avala el Título Honorífico de Héroe del Trabajo de la República de Cuba. “Después él me dijo bajitico, luego de felicitarme:
 
Sigue guapeando, ahora tienes que esforzarte más que nunca. Me dio un abrazo muy fuerte y me apretó duro la mano”.
 
En esa fecha Renán tenía 41 años y ya había derribado con su combinada nada menos que 39 millones de arrobas de caña.
 
Ahora está haciendo su temporada zafrera número 45 y rebasa las seis décadas de existencia.
 
Por supuesto que ha seguido guapeando, como le dijera Fidel. En esta difícil campaña volvió a conquistar el título de operador millonario y rebasa, de por vida, la astronómica cifra de màs de 75 millones de arrobas de caña enviados a los basculadores de varios centrales avileños.
 
Por estos días anda por los cañaverales camagüeyanos aportando materia prima para Ciego de Ávila. Es posible que su saludo al Día Internacionales de los Trabajadores sea desde un cañaveral. Así de sencillo es este Héroe que hace veinte años quiso hablar con Fidel y no le salieron las palabras.