Una larga ovación irrumpió hoy aquí la velada político-cultural Chávez, el Alba de un continente, justo en el momento en que en Venezuela los relojes llegaban a las 16:25, hora en la que se registró la desaparición física de Hugo Chávez.
 
El sentido homenaje se dedicó al amigo de los pueblos de la región cuya vida fue marcada por grandes momentos, y al mejor amigo de Cuba, como lo calificara el líder histórico de la Revolución cubana, Fidel Castro.
 
La aclamación, acompañada por imágenes de Chávez durante su infancia, juventud y adultez, provocó el agradecimiento de la embajada venezolana que atribuyó la gran concurrencia al amor infinito hacia el hombre que reivindicó más de 200 años de lucha por la historia ancestral.
 
El embajador venezolano en La Habana, Alí Rodríguez expresó que en el cuarto aniversario de su fallecimiento, Chávez está en el canto, en la poesía, en el corazón de lo mejor de su pueblo, en el corazón de lo mejor de nuestros pueblos.
 
Los sucedieron en la conmemoración por la siembra de líder de la Revolución Bolivariana, la profesora de la Universidad Central de Venezuela Judith Valencia, quien casi de manera poética discurrió acerca de los hechos más trascendentales de la vida de Chávez.
 
En particular simbiosis, entre cada pausa de la académica, los músicos Amaranta Pérez y Sandino y Alí, hijos del cantautor y activista político Alí Primera, interpretaron varias canciones del reconocido compositor acompañado por la inconfundible sonoridad del cuatro.
 
Participaron también de este encuentro vespertino los cubanos Eduardo Sosa, Annie Garcés y Raúl Torres, este último autor de los temas Cabalgando con Fidel y El regreso del amigo, dedicados a ambos estadistas en el momento de su fallecimiento.
 
Organizada por la misión diplomática de Venezuela en La Habana, la actividad reunió en el Salón Vedado del Hotel Nacional al cuerpo acreditado en Cuba, a dirigentes del Partido y a representantes de instituciones gubernamentales de ambas naciones, entre otros invitados.