Rinden tributo en Cuba a víctimas del sabotaje al buque La Coubre
Una ofrenda floral del presidente Raúl Castro acompañó hoy el tributo ofrecido en esta capital a las víctimas del sabotaje contra el buque francés La Coubre, hace 57 años.
En el antiguo muelle capitalino El Arsenal, autoridades locales, familiares de los afectados directos por aquel hecho, y vecinos del lugar, recordaron uno de los atentados terroristas más horrendos perpetrados contra Cuba por la Agencia Central de Inteligencia de Estados Unidos.
La voladura de La Coubre, que trasportaba armas y municiones destinadas a la defensa de la naciente Revolución cubana, no pretendía únicamente impedir que el pueblo se armara, sino descabezar al proceso, explicó el miembro de la Unión de Historiadores de la provincia, Elio Pina.
Ese estudioso detalló que el tiempo máximo que debía demorar en arribar al muelle el Comandante en Jefe Fidel Castro tras la primera explosión era de 15 minutos, y la segunda detonación ocurrió 20 minutos más tarde.
Contó que la suerte impidió la llegada del líder revolucionario en el tiempo previsto a la escena del atentado, debido a un desvío causado por la transportación de los heridos, y la existencia de una zanja en la ruta alternativa.
Ese hecho, ocurrido 15 meses después del triunfo revolucionario del 1 de enero de 1959, demostró la dimensión de la batalla que debían enfrentar los cubanos en lo adelante para defender su derecho a la soberanía.
Mostró a la vez al mundo su determinación de enfrentar todas las agresiones, cuando en el sepelio a las víctimas, Fidel Castro pronunció la histórica consigna Patria o Muerte, que enarboló desde entonces la Revolución en todas sus luchas.
El barco procedente de Amberes, Bélgica, cargaba 32 toneladas de granadas y 43 de municiones, y durante el proceso de descarga se produjo un estallido seguido de otro que cobró la vida a más de un centenar de personas que socorrían a las primeras víctimas.
Marinos, estibadores, bomberos, policías y civiles, se contaron también entre los 34 desaparecidos, alrededor de 400 heridos o lesionados, muchos de ellos incapacitados de por vida.
Aunque las evidencias demuestran que las explosiones fueron consecuencia de un sabotaje preparado en algún punto de embarque o durante la travesía, y Cuba ha denunciado la responsabilidad de las CIA en este atentado terrorista, ese crimen continúa impune 57 años después.