Misión Moto Méndez: con la esperanza en sus manos
Desde hace años la labor de la brigada médica cubana exhibe resultados tangibles, los cuales garantizan una mejor calidad de vida para las personas con discapacidad.
La misión médica Moto Méndez en Bolivia, en la que participan expertos cubanos y de esta nación sudamericana, exhibe resultados tangibles, los cuales garantizan una mejor calidad de vida para las personas con discapacidad.
Desde hace años la labor de la brigada médica cubana es conocida en Bolivia, más allá de las estadísticas de consultas ofrecidas; al equipo de trabajo lo caracteriza el amor que le profesa al pueblo de este país altiplánico, que también le corresponde con su cariño.
Los ciudadanos —ejerciendo su derecho a la salud, tal como lo plantea el gobierno del presidente Evo Morales—, asisten a las consultas de los galenos de la Mayor de las Antillas en las especialidades de Medicina General Integral, Pediatría, Neonatología, Medicina Interna, Gastroenterología, Cardiología, Geriatría, Neurología, Otorrinolaringología y Dermatología, entre otras áreas.
Parte de la brigada médica cubana se dedica desde hace varios años al trabajo con las personas con discapacidad, llevando a ese segmento social una atención especializada en aras de mejorar su calidad de vida.
Una miembro de la misión Moto Méndez, la doctora Anoris Herrera, declaró a Prensa Latina que en el 2010 comenzó esta labor, la cual contó de una primera etapa denominada investigación-acción.
La máster en Asesoramiento Genético explicó que en ese momento se hizo un estudio sobre la discapacidad en los nueve departamentos del país, el cual culminó en agosto de ese mismo año.
«En un primer momento se estudiaron 82 087 personas con discapacidad, donde primó la discapacidad físico-motora por encima de otras, y se estudiaron más de 18 000 personas con discapacidad intelectual», puntualizó Herrera.
En una segunda etapa se continuó con el estudio con un máster en Asesoramiento Genético en cada uno de los departamentos del país, que siguieron identificando a personas con diferentes capacidades, dijo Herrera.
En medio del plan de trabajo, señaló la especialista, se comenzaron hacer estudios cromosómicos a través de un convenio con la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América, el Centro Nacional de Genética de Venezuela y algunos en Cuba. Más adelante, dichas pesquisas empezaron a llevarse a cabo en Bolivia, en los laboratorios de la Universidad Mayor de San Andrés en La Paz, comentó.
Los resultados de los estudios cromosómicos se les entregaron a los familiares de los discapacitados, beneficiados también con un plan de asesoramiento genético.
Entre los logros de la Moto Méndez —destacó Herrera— están la formación de recursos humanos en medicina física, rehabilitación y genética; de hecho, ya Bolivia cuenta con un especialista en Genética Clínica preparado en Cuba.
En estos momentos tenemos una asesoría permanente a proyectos especiales como las salas de rehabilitación que ya existen en todo el país, y la estrategia —resaltó Herrera— es contar con 200 de este tipo.
Bolivia cuenta también con otros programas especiales, como el de prótesis y ayudas técnicas que no solo se proyectan para mejorar la calidad de vida de las personas, sino también para la creación de empleos, dijo la doctora.