Solo la Revolución puede perdurar en el tiempo y en el espacio. Pero no es la duración lo que le da fuerzas: es la profundidad de la voluntad de transformación, guiada para una conciencia esencialmente de progreso para todos. Es esto lo que hace que la Revolución Cubana sea un ejemplo en el mundo.

Es el propio camarada Fidel Castro quien da el mejor ejemplo de dedicación. Con un dirigente así el burocratismo no tiene cabida. Nadie puede medrar a costa de la Revolución cuando el líder rechaza todo los honores, salvo el honor de servir a su pueblo. Nosotros hemos podido constatarlo.

Hemos aquilatado su valor, el grado de entrega a su pueblo y su constante disposición a asumir funciones de dirigente revolucionario. Es un ejemplo para nosotros. Cuba es la luz en América Latina.