“El día en que existan sociedades verdaderamente justas en el mundo —y va llegando la hora, porque no existe otra alternativa—, ese día, con mucha racionalidad, se podrá hacer el uso de toda la fuerza de la educación para crear valores y especialmente trasmitir valores. Esa es una tarea del maestro, del educador, del profesor, desde la primaria hasta los ciento y tantos años; porque creo hay no sé cuántos miles ya de ciudadanos en este país, y es lógico, y habrá más cada vez, que rebasen, incluso, la cifra de los 100 años.”