Te digo Fidel
Para ponerte
un poema de afecto
en la solapa
he viajado
desde la incertidumbre de mi patria
atravesando la miseria del miedo,
desglosando
a colores
una mariposa mundial
volada en alta gracia.
Tu estatura
se mide
por encima de la base del aire.
Cuentas las nuevas hojas
con alisios de espumas ...
Repartes igual el Cauto que el Zaza.
Compartes labores en la lucha
echando al mar
las sobras de tu furia.
Elaboras noticias y caminos
balanceando los días
con tu camisa servicial,
tu barba, tu fusil y tus palomas.
Comandas aupado en un gran vórtice de aliento.
Por la sangre del fuego
proyectado
te diriges
con la fuerza del Pueblo Cubano
hacia otro Caribe de esperanza ...
Has tenido que hacer del enemigo
un muñeco de maíz puesto en la brasa;
una ceniza gris en tu garganta.
Has mantenido
a raya
ese monstruo imperial
que juzga al mundo
encarcelado entre sus barras.
Pero lo controla tu dinámica,
lo sujeta con rigor
tu mano con 90 millones de dedos
y luego lanzas
un alto ruiseñor que siempre canta
la decisión de Cuba y su batalla.
Fidel es Cuba
y Cuba es Fidel
porque ambos se funden
en la caldera de la llama revolucionaria.
Fidel es Pueblo
que parado se dispone a lograr
la limpidez de aura.
Cuba es Luz establecida
sembrada desde ayer
en los aires de hoy
para mañana.
Esta entrega de amor
es completada
por la voluntad popular,
por el esfuerzo limpio
de las masas,
por la misma tierra
cuando pare,
por la máquina encendida
cuando ara.
Complementos de fuerza:
son sustancias de
la amplia base
donde la vida en Cuba está plantada.
Ni nube
ni forma
ni substancia coloidal crepuscularia
pueden semejar
la firmeza
por este Pueblo mostrada
cuando se suman
las intenciones solidarias
y un camarada como Fidel
es quien las comanda
hacia un nuevo Caribe de esperanza.