Con la adarga al brazo la familia Pons
Date:
11/12/2005
Source:
Periódico Granma
Author:
CIENFUEGOS.—El continente africano conoció del heroísmo de la familia Pons. Quince de sus miembros participaron en la gesta internacionalista por liberar a África del apartheid.
El Congo, Etiopía, Mozambique, Angola fueron escenarios donde los integrantes de esta estirpe cienfueguera pusieron en alto el gesto solidario de los cubanos.
Por primera vez, y a propósito del aniversario 30 del inicio de la Operación Carlota, se reúnen para rememorar sus acciones combativas entre anécdotas, chistes, lágrimas y ese fervor que apoya la disposición de volver a cualquier rincón del mundo que necesite del concurso de sus esfuerzos, para lo cual se mantienen con la adarga al brazo y la mochila al hombro.
Casiano Pons González es quien puede hablar con más propiedad por estas razones: De esta escuadra sui géneris es el más veterano y el único de ellos que combatió, en 1965, en el Congo junto al Comandante Ernesto Guevara.
Majibizano es el nombre de guerra de este hombre, quien legó las banderas del internacionalismo a sus hermanos y sobrinos, y ese amor por el prójimo, en este caso por los pueblos africanos.
Solo 28 años de edad tenía cuando tuvo el privilegio histórico de marchar a las selvas congolesas, donde durante siete meses conoció la excepcionalidad del Guerrillero Heroico, como jefe de tropas, de estratega militar y de compañero.
Diez años después el coraje de los Pons se puso nuevamente a prueba cuando Juan Andrés, el segundo de los hermanos, marchó a Angola como asesor militar, y se convertía en uno de los primeros en iniciar la misión cubana en ese país.
José Lucas fue el tercer hermano en incorporarse a las luchas libertarias del continente negro, pues en 1978 llegó a Luanda en condición de jefe de batallón.
"Allí debimos reportar día a día el resultado de las operaciones del frente sur angolano, para lo cual debía viajar desde Menongue a Luanda, en transporte aéreo, y a veces por gestión propia."
Más tarde permanecí cuatro meses en Mozambique como asesor de batallón, y de ahí regresé a Cuba, explicó Lucas.
En 1981 volví a Angola —agregó este jefe de tropas—, entonces para responder a la petición formulada por el Comandante Raúl Menéndez Tomasevich, quien había sido mi superior en la Lucha Contra Bandidos en el Escambray.
"Operamos en Cayún, donde tuvimos más de una decena de acciones combativas, además estuve en Luanda y Menongue, entre otras provincias."
Recuerda Emilio, otro de los Pons, que en 1986 llegó a Kuanza, donde permaneció 21 meses en la protección del puente sobre el río del mismo nombre, un punto estratégico que permitía el traslado de las tropas cubanas y angolanas del sur al norte y viceversa.
Más tarde fue ubicado al frente de un pelotón de ametralladoras pesadas, en la defensa del aeropuerto de Menongue.
Por su parte Pablo, uno de los sobrinos en esta familia corajuda, cumplió dos misiones: una durante 28 meses, a partir de 1977, en Chivenda, y luego, en 1981, destacado en Luanda y Lobango.
Dentro de sus experiencias combativas figura en la hoja de servicios la participación como "flechero", en combate de tropas conjuntas durante el derribo de naves aéreas del enemigo sudafricano.
Y como si fuera poco, a esta pequeña unidad imaginaria que ya contaba con un guerrillero, jefe de batallón, asesor militar, jefe de pelotón de ametralladoras pesadas, y "flechero", se unieron otros más como Gonzalo, chofer de ambulancia, Raúl, sanitario, y Lázaro en la infantería.
También tomaron parte en aquella epopeya Homero, Domingo, Luciano, Nelson y Francisco, todos de la misma familia.
Súmese a ello la labor de Pedro, quien se especializó en la lucha contra bandidos en una escuela en Funda, y a su vez se desempeñó como chofer mecánico para mover tropas hacia los lugares de operaciones.
Estos tres últimos muchachos, con solo18 años de edad, participaron en la culminación de la Operación Carlota.
Aunque la raíz de los Pons se adentra en las entrañas de La Sierrita, en el Escambray cienfueguero, se bifurca con los Hernández, Hidalgo, Soriano, Stuart, asumiendo toda una estirpe de cubanos, incluidas sus mujeres en activa retaguardia de esta familia de internacionalistas.
El Congo, Etiopía, Mozambique, Angola fueron escenarios donde los integrantes de esta estirpe cienfueguera pusieron en alto el gesto solidario de los cubanos.
Por primera vez, y a propósito del aniversario 30 del inicio de la Operación Carlota, se reúnen para rememorar sus acciones combativas entre anécdotas, chistes, lágrimas y ese fervor que apoya la disposición de volver a cualquier rincón del mundo que necesite del concurso de sus esfuerzos, para lo cual se mantienen con la adarga al brazo y la mochila al hombro.
Casiano Pons González es quien puede hablar con más propiedad por estas razones: De esta escuadra sui géneris es el más veterano y el único de ellos que combatió, en 1965, en el Congo junto al Comandante Ernesto Guevara.
Majibizano es el nombre de guerra de este hombre, quien legó las banderas del internacionalismo a sus hermanos y sobrinos, y ese amor por el prójimo, en este caso por los pueblos africanos.
Solo 28 años de edad tenía cuando tuvo el privilegio histórico de marchar a las selvas congolesas, donde durante siete meses conoció la excepcionalidad del Guerrillero Heroico, como jefe de tropas, de estratega militar y de compañero.
Diez años después el coraje de los Pons se puso nuevamente a prueba cuando Juan Andrés, el segundo de los hermanos, marchó a Angola como asesor militar, y se convertía en uno de los primeros en iniciar la misión cubana en ese país.
José Lucas fue el tercer hermano en incorporarse a las luchas libertarias del continente negro, pues en 1978 llegó a Luanda en condición de jefe de batallón.
"Allí debimos reportar día a día el resultado de las operaciones del frente sur angolano, para lo cual debía viajar desde Menongue a Luanda, en transporte aéreo, y a veces por gestión propia."
Más tarde permanecí cuatro meses en Mozambique como asesor de batallón, y de ahí regresé a Cuba, explicó Lucas.
En 1981 volví a Angola —agregó este jefe de tropas—, entonces para responder a la petición formulada por el Comandante Raúl Menéndez Tomasevich, quien había sido mi superior en la Lucha Contra Bandidos en el Escambray.
"Operamos en Cayún, donde tuvimos más de una decena de acciones combativas, además estuve en Luanda y Menongue, entre otras provincias."
Recuerda Emilio, otro de los Pons, que en 1986 llegó a Kuanza, donde permaneció 21 meses en la protección del puente sobre el río del mismo nombre, un punto estratégico que permitía el traslado de las tropas cubanas y angolanas del sur al norte y viceversa.
Más tarde fue ubicado al frente de un pelotón de ametralladoras pesadas, en la defensa del aeropuerto de Menongue.
Por su parte Pablo, uno de los sobrinos en esta familia corajuda, cumplió dos misiones: una durante 28 meses, a partir de 1977, en Chivenda, y luego, en 1981, destacado en Luanda y Lobango.
Dentro de sus experiencias combativas figura en la hoja de servicios la participación como "flechero", en combate de tropas conjuntas durante el derribo de naves aéreas del enemigo sudafricano.
Y como si fuera poco, a esta pequeña unidad imaginaria que ya contaba con un guerrillero, jefe de batallón, asesor militar, jefe de pelotón de ametralladoras pesadas, y "flechero", se unieron otros más como Gonzalo, chofer de ambulancia, Raúl, sanitario, y Lázaro en la infantería.
También tomaron parte en aquella epopeya Homero, Domingo, Luciano, Nelson y Francisco, todos de la misma familia.
Súmese a ello la labor de Pedro, quien se especializó en la lucha contra bandidos en una escuela en Funda, y a su vez se desempeñó como chofer mecánico para mover tropas hacia los lugares de operaciones.
Estos tres últimos muchachos, con solo18 años de edad, participaron en la culminación de la Operación Carlota.
Aunque la raíz de los Pons se adentra en las entrañas de La Sierrita, en el Escambray cienfueguero, se bifurca con los Hernández, Hidalgo, Soriano, Stuart, asumiendo toda una estirpe de cubanos, incluidas sus mujeres en activa retaguardia de esta familia de internacionalistas.