La Ley Agraria se va a cumplir hasta la última coma
Date:
Source:
Hemos dictado una verdadera Ley Agraria que en cincuenta y tantos años nadie se atrevió a dictar. El gobierno tiene el valor de asumir la responsabilidad de sus medidas. Es una cosa demostrada. La ley la hemos estudiado muy bien. Es la ley que más se ha estudiado. Desde el viaje aquel de la Ciénaga de Zapata hasta el último día, se estuvo considerando todos los detalles de la ley, para tratar de que no se nos escapara un solo punto. Hemos escuchado las opiniones de personas conocedoras de cuestiones de la agricultura y, además, nos hemos guiado por nuestros principios revolucionarios. Los mismos principios que inspiraron la Ley Agraria de la Sierra Maestra, solo que en aquella ocasión era dentro de una jurisdicción limitada como la que teníamos nosotros y no íbamos a votar una ley completa para el territorio nacional, pero sí establecimos en uno de los por cuantos que sería tarea del Gobierno Provisional Revolucionario dar cumplimiento al artículo de la Constitución que proscribe el latifundio, que sería una de las leyes que dictaría el Gobierno Revolucionario. Si nosotros abrimos el capítulo de las recomendaciones, si abrimos nada más que la esperanza de modificaciones a la ley, íbamos a crear, a lo mejor a despertar muchas esperanzas vanas, y a entrar en un proceso de dilación y de desconfianza. La Revolución ha dictado su ley después de estudiarla muy bien. Ahora, lo que nosotros no podemos admitir es una vez dictada la medida, retroceder un solo paso. Por lo tanto declaro aquí como es mi deber, ante todo el pueblo, que es el firme propósito del Gobierno Revolucionario, no dar un solo paso atrás con respecto a la ley revolucionaria, que antes de concebir esperanzas de que sea modificada más vale que esa energía se invierta en resignación, o si se quiere en adaptación a la ley revolucionaria, porque esas son como las cosas que no tienen remedio. Al fin y al cabo se pierde, pero, ¿qué se pierde? Se pierde tierra, se pierde dinero [... ]
[... ] Hay que acabar de captar la realidad revolucionaria y aceptar la realidad de la Ley Agraria, que se va a cumplir hasta la última coma y hasta sus últimas consecuencias, sencillamente. No hacemos leyes con el propósito de rectificarlas, sobre todo cuando la hemos estudiado tan bien como hemos estudiado la Ley Agraria [... ] ese criterio firme lo propuse al grupo de compañeros que estaban estudiando la ley, porque para hacer una ley que dejara intacto el latifundio no hacíamos ninguna ley. Hacer una ley aunque lesione intereses, porque aquí se va a poner bravo lo mismo al que le quiten media caballería que al que le quiten 300. Mejor dicho, no le vamos a quitar nada a nadie, vamos a pagar las caballerías, pero se va a poner bravo igual. Pero despertarle tantas ilusiones al pueblo, hacer una Revolución donde la Ley Agraria es su pilar fundamental, para no hacer una Ley Agraria verdadera, hubiéramos empezado por no hacerla, ni hacer la Revolución siquiera, porque yo digo honradamente que aquí, o se hacía una Revolución si se quería establecer una democracia en Cuba, o Cuba no se podía gobernar más que mediante medidas dictatoriales porque no veía otra manera de frenar el descontento del país y el estado de crisis que había en el país. Luego, la dictadura fue una consecuencia natural y lo que siguió fue mantener en cámara de oxígeno un régimen social que el pueblo no podía soportar. Luego, si se quería establecer una verdadera democracia, había que hacer una Revolución como esta, o de lo contrario dejar a Batista en el poder, porque no había otra manera de gobernar a la república que mediante procedimientos dictatoriales o de violencia, si no se hacía una Revolución.
Luego, hicimos una Revolución no para quitar a Batista, sino para resolver de raíz todos los males, y, en consecuencia, estaríamos traicionando a los hombres que han caído en esta lucha, si no tenemos el valor de llevar adelante, con todas sus consecuencias las medidas revolucionarias, que todo el mundo sabe que las hemos enmarcado dentro de medidas democráticas y humanas, [... ]