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Relaciones Cuba-Estados Unidos: Entrevista con la NBC

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Fidel Castro.-  Tom, ¿ha trabajado mucho hoy?

Tom Brokaw.-  Como el presidente está aquí, imagínese, el tráfico está congestionado.

Fidel Castro.-  Ahora toda la culpa la tengo yo, ¿no?

Tom Brokaw.-  No, pero mejora la salud en Nueva York, porque todo el mundo tiene que caminar.

Fidel Castro.-  ¡Qué bueno!, pueden sustituir los automóviles por las bicicletas como hemos hecho nosotros.

Tom Brokaw.-  Pienso que en Cuba están intentando eso hace tiempo, ¿no?

Fidel Castro.-  Sí, mucha gente se mueve en bicicleta.

Tom Brokaw.-  Yo estuve montando bicicleta cuando estuve en Cuba la última vez.

Fidel Castro.-  ¿Cuándo fue?

Tom Brokaw.-  En noviembre del año pasado, usted estaba en México para la investidura del nuevo presidente.

Voy a ser tan sucinto como pueda, porque sé que el Presidente tiene poco tiempo y hay mucha curiosidad por conocerlo.

Fidel Castro.-  Yo trataré de ser breve también.

Tom Brokaw.-  Si levantaran el bloqueo contra Cuba mañana, ¿qué haría para demostrar su buena fe en respuesta a eso?

Fidel Castro.-  Realmente, comerciar con Estados Unidos, porque nosotros no tenemos embargo contra Estados Unidos.  Creo que sería un paso importante para la mejoría de las relaciones, ayudaría a nuestro desarrollo, ya que es muy difícil hoy cumplir esa tarea con un embargo, y más que un embargo, con una guerra económica contra Cuba que es la que lleva a cabo Estados Unidos.

Creo que trabajaríamos fuertemente para desarrollar esas relaciones en beneficio de ambos países, a la vez que mejorarían las relaciones políticas entre Estados Unidos y Cuba, algo que va siendo ya una necesidad en este mundo de la postguerra fría.

Tom Brokaw.-  ¿Qué haría específicamente, iniciaría usted reformas políticas, sacaría a alguna gente de prisión, le permitiría a la gente hablar libremente en la calle contra su régimen?  ¿Qué haría usted?

Fidel Castro.-  Me ha hecho las preguntas muy rápidas.

Le diría, en primer lugar, que como principio nosotros no aceptaríamos condicionamientos políticos que afecten la independencia y la soberanía del país, ese es un punto muy fundamental, ni cuestiones que tengan que ver con nuestra política interna.

Creo que en ningún lugar del mundo habla más la gente en la calle de lo que hablan en Cuba, es una característica nacional.

Tom Brokaw.-  Sudáfrica cambió después que Estados Unidos impuso un embargo y ahora se ha desarrollado hacia una democracia, algo que Cuba no ha hecho.

Fidel Castro.-  Yo no conozco que Estados Unidos haya establecido un embargo de alimentos, de medicina, un embargo tan riguroso como el que estableció con relación a Cuba.

Incluso, habría que investigar seriamente si Estados Unidos conocía que Sudáfrica estaba fabricando armas nucleares.  Porque cuando nosotros luchamos allí contra el apartheid y contra el racismo, ya Sudáfrica tenía armas nucleares y nosotros lo conocíamos, o, al menos, lo sospechábamos, y adoptamos medidas previendo la posibilidad de la posesión y el empleo de armas nucleares en Sudáfrica.  Estados Unidos no hizo contra Sudáfrica nada parecido a lo que ha hecho contra Cuba.

Tom Brokaw.-  Lo que no comprende mucha gente en este país es por qué si su país está seguro en la Revolución y tienen una necesidad desesperada de inversiones económicas procedentes de Estados Unidos, ¿por qué no permite usted salir de prisión a las personas que están allí simplemente porque rechazan a su régimen?

Fidel Castro.-  También esa es un leyenda; nosotros tenemos en prisión a gente que ha tratado de hacer sabotajes a la economía, que los ha hecho o que realizan actividades terroristas, y eso lo tienen todos los países.  Y en nuestro país hay leyes, en nuestro país no hay nadie arrestado sin la acción de los tribunales de justicia y sin leyes previas.  Además, en nuestro país no hay escuadrones de la muerte, ni hay desaparecidos, ni hay asesinados en las calles.  Entonces alguna gente pretende que se pueda conspirar contra la Revolución alentado desde el exterior, y que no se tomen medidas.

Hay presos en todas partes:  en Europa, en Italia las Brigadas Rojas, en España los nacionalistas vascos, en Francia los que realizan actividades contra el Estado, en Estados Unidos hay puertorriqueños presos y hay mucha gente presa, bueno, por actividades a las que se ven obligados muchas veces como consecuencia de la pobreza, la discriminación, es decir, todos tenemos presos.  No niego que tengamos presos en Cuba, pero desde Estados Unidos se emplean 1 000 horas semanales de radio para promover la subversión y sabotajes contra nuestro país, y nosotros, sencillamente, no podemos desarmarnos.  Somos una nación segura porque nos defendemos, porque sabemos defenderla; pero no podemos renunciar a nuestra defensa.

Tom Brokaw.-  Pero todos esos países que usted citó también tienen el derecho a la prensa libre, derecho a expresar su oposición al gobierno, derecho a tener muchos periódicos, ver televisión de fuera, no solamente la televisión de su país, y eso no es posible en Cuba.  Yo no comprendo por qué ustedes no les permiten a las personas expresarse en oposición a su gobierno o leer críticas al régimen de Castro.

Fidel Castro.-  Si la oposición contra Cuba se realiza desde Estados Unidos, ninguna oposición tiene más estaciones de radio, de televisión, más periódicos escribiendo contra nuestro país; es decir que no les faltan los medios.  La Iglesia Católica también tiene pastorales y publica muchas declaraciones contra el gobierno, nadie las molesta.

Usted ha mencionado países que no están bloqueados, usted menciona países que no están tratando de ser destruidos por nadie, y nosotros hemos tenido que luchar durante 35 años en una batalla muy desigual frente a la hostilidad, las amenazas de Estados Unidos, las agresiones de Estados Unidos, y, lógicamente, pienso que tenemos derecho a defendernos, y muchas de estas medidas están originadas en esa lucha.  Ustedes lo hicieron también cuando la guerra y en determinado momento de la historia lo han hecho, y todos los países lo han hecho.

Tom Brokaw.-  En estos momentos la economía cubana está salvándose gracias a las inversiones de occidente y también merced a los mercados libres campesinos a los que ustedes se opusieron.  ¿No le parece a usted que el marxismo y el socialismo son vestigios de un sistema fracasado?

Fidel Castro.-  No, yo pienso que no, no lo creo; sigo teniendo mis convicciones y me apoyo en los enormes éxitos que ha tenido Cuba, porque tiene el mayor número de médicos per cápita de todo el mundo, el mayor número de profesores y maestros per cápita de todo el mundo, ocupa en las cuestiones sociales muchos de los primeros lugares del mundo, desarrollo de su economía durante más de 30 años, a pesar del embargo, gracias a la existencia de las relaciones económicas con el campo socialista.  Entonces ahora desapareció el campo socialista y la URSS, todo el mundo creía que la Revolución Cubana desaparecería, pero no desapareció, se mantiene, realmente resiste, y aunque hemos hecho apertura económica, hemos hecho reformas, hemos hecho modificaciones, no pensamos renunciar a nuestro principio revolucionario ni pensamos renunciar a nuestra independencia y a nuestra soberanía, que hoy son los objetivos fundamentales.

Fíjese que a pesar de que perdimos el 75% de las importaciones, casi el ciento por ciento de los mercados, en nuestro país no se ha cerrado una sola escuela, un solo círculo infantil, un solo hospital.  El pueblo ha hecho grandes sacrificios, pero resiste, lucha.

Ahora, ¿en África qué hay, socialismo o capitalismo?, ¿qué pasa en África?  La cantidad de pobreza y miseria.  ¿En América Latina qué hay, capitalismo o socialismo?, ¿qué ha pasado en esos países?  ¿En el Tercer Mundo qué hay, capitalismo o socialismo?  Sin embargo, tienen 1 000 millones de hambrientos, 1 000 millones de analfabetos, 1 500 millones de personas que no tienen normas higiénicas de salud, una mortalidad infantil de casi el 70% en el primer año de vida, mueren veinte veces más mujeres de parto de las que mueren en los países desarrollados.

El capitalismo ha tenido éxito en determinados países que tuvieron factores muy favorables, una parte de ellos salió de la explotación colonial o de la explotación de la esclavitud, o en un momento dado de la historia avanzaron; pero el capitalismo es un fracaso en el mundo y exitoso solo en un puñado de países ricos, donde también hay pobres, porque ustedes también tienen pobres, tienen gente en la calle que no tiene casa, tienen enfermos que no tienen asistencia médica, y esas cosas no pasan en nuestro país.

¿Por qué no se recuerda lo que pasa en el Tercer Mundo y solo se habla de la vida económica en las sociedades de consumo?

Tom Brokaw.-  Señor Presidente, estuve en Cuba hace solo un año y ustedes tienen ahora dos economías, la del peso y la del dólar, y muchos cubanos estaban tan desesperados por el dólar que, realmente, estaban violando todas las reglas de su país, estaban en el mercado negro, estaban vendiendo cosas en la calle cada vez que podían, y también muchas familias con gran vergüenza permitían que sus hijas y sus hermanas participaran en un activo comercio sexual para poder traer dólares a la casa.

Fidel Castro.-  Sí, eso ha ocurrido, eso, en parte, es consecuencia de las dificultades económicas, en parte como consecuencia del reforzamiento del bloqueo a nuestro país.  Nosotros no negamos esas cosas, pero no las apoyamos, no las toleramos.  Realmente se lucha contra esos fenómenos que son tan habituales en el mundo capitalista, que, además, tienen otro problema que no tenemos nosotros, como es, por ejemplo, el problema de las drogas, la enorme diferencia entre ricos y pobres y problemas similares que no han podido resolver las sociedades capitalistas.

Sí, usted visita a Cuba y encuentra cosas duras, cosas dolorosas, sobre todo si quiere ver todo aquello, pero no verá un niño sin escuela, no verá un niño sin zapatos, no verá un enfermo sin atención médica, no verá un solo ciudadano durmiendo en las calles y no verá un solo ciudadano desamparado en nuestro país, a pesar de las terribles dificultades económicas que estamos atravesando.  Hay que ver esa otra parte también.

Tom Brokaw.-  Pero, incluso, su propia hija, que vino en 1993, esta semana está en Nueva York haciéndole muchas críticas a su régimen y a la política de su padre.  Dice que usted es un genocida.

Fidel Castro
.-  Bueno, ese es un tema sobre el que ayer me quisieron preguntar en la televisión y yo expliqué que esos eran problemas estrictamente personales, que yo no podía aceptar la idea de entrar en un debate de esa naturaleza, que no sería ni caballeroso, ni razonable, ni decente.  No tengo ningún interés en defenderme de esas imputaciones y espero que comprendan y se respete mi punto de vista sobre esto.

Tom Brokaw.-  ¿Y puede usted comprender el dolor personal de ella cuando ella cree que tiene la razón en lo que dice?

Fidel Castro.-  Yo puedo comprender el dolor personal de cualquier persona, pero, bueno, sería cuestión de tener la seguridad de si realmente cree en lo que dice.  Pero vuelvo a repetirle que no quiero dejarme arrastrar a una discusión sobre esta cuestión estrictamente personal.

Tom Brokaw.-  Permítame preguntarle acerca de lo que muchas personas considerarían las dos caras de Fidel Castro.  Por una parte se reunió usted hoy con importantes hombres de negocio norteamericanos, está usted vestido como un ejecutivo de “Wall Street”.

Fidel Castro.-  Me alegro mucho, le doy las gracias.

Tom Brokaw.-  Anoche estuvo usted, sin embargo, en una reunión amplia en Harlem donde fue crítico de Estados Unidos y vistió su uniforme de campaña.

Fidel Castro.-  Le doy las gracias por ese elogio del traje que tengo.

Efectivamente, he conversado con muchos hombres de negocio, muy finos, muy educados, excelentes personas, independientemente de que puedan tener otra concepción de la sociedad y de la economía nuestra, y estoy muy satisfecho de esos encuentros.

Ahora, de todas maneras me van a criticar:  si traigo el uniforme van a decir que no soy muy educado; si me visto como los demás me critican, porque dicen que estoy vestido como un ejecutivo.

Ayer tuve una reunión en una iglesia con un buen número de personas muy entusiastas, muy combativas, muy amistosas:  afronorteamericanos, puertorriqueños, cubanos, latinoamericanos, y llevé la misma ropa que usé cuando hace 35 años me expulsaron de un hotel de aquí de la ciudad de Nueva York y encontré refugio en Harlem.  Quise celebrar ese 35 aniversario llevando mi ropa, no quise ir vestido ni de ejecutivo, ni de hombre de empresa, ni de caballero.

Tom Brokaw.-  ¿Qué ocurriría en su país si un hombre de negocio exiliado en Miami fuera a La Habana y se reuniera en una iglesia grande con la gente que le hace críticas al régimen del Presidente Castro?

Fidel Castro.-  Si ocurren cosas peores, porque todos los días mucha gente llama por teléfono a las estaciones de radio, las trasmiten y hacen los peores ataques contra el gobierno, y esas personas no han tenido problemas de ninguna clase.

Por otro lado, permítame decirle que aquella fue una reunión social.  Creo que los pobres también tienen derecho a hacer reuniones sociales, no solo los que poseen grupos, instituciones prestigiosas, y fue un acto respetuoso, cuidadoso.  Yo no hice ningún tipo de ataque, ni de críticas a las autoridades norteamericanas, ni al gobierno, ni al Congreso, ni a nadie.  Creo que actué con todo el sentido común, todo el cuidado y todo el tacto necesario; no me arrepiento en lo absoluto de lo que dije ayer en Harlem, luego, no hay comparación.

Allá en Cuba se reúne mucha gente en muchas partes:  en las iglesias, en otras partes, o en la calle.  Yo no me meto en las iglesias, ni sé lo que se dice en las iglesias, aunque a veces tengo información.  Pero yo estaba en una iglesia norteamericana.  No sé por qué se me puede criticar.

Tom Brokaw.-  Con todo respeto, cada vez que yo voy a La Habana, en las calles y en los hoteles, la gente se muestra renuente a hablar de manera crítica del gobierno en lugares públicos.

Fidel Castro.-  No sé por qué.  A lo mejor creyó que era un agente de la CIA o algo de eso.  No sé las razones.

Pero tengo entendido, y conozco, que los cubanos son la gente más crítica del mundo y que hablan en todas partes:  sus criterios, sus opiniones, sus protestas.  Ahora, no sé por qué a usted le dieron ese tratamiento diferenciado, no lo entiendo; pero respeto su opinión, su criterio.

Tom Brokaw.-  Señor Presidente, quiere hacer una última pregunta, usted es un exmilitar y un gran estudioso de la política norteamericana.  ¿Qué clase de presidente cree usted que sería Colin Powell para Estados Unidos?

Fidel Castro.-  Me hace una pregunta difícil; después me puede criticar por estar hablando de los asuntos internos de Estados Unidos.

Yo ahora estoy estudiando la personalidad de Colin Powell, su libro lo hemos traducido.  Me resulta una vida interesante por su historia, por ser hijo de inmigrante jamaicano, por haber llevado a cabo una vida exitosa; tengo la impresión de que no es un extremista.  He leído algunos de sus pronunciamientos sobre las acciones afirmativas, sobre las medidas sociales, sobre la guerra —es militar, conoce la guerra y no es agresivo—, se opone a resoluciones como la 187, y me parece que configura el carácter de un hombre moderado.  Él mismo dice que es un republicano conservador en cuestiones fiscales.  Así, no tengo hasta este momento ninguna razón para tener una opinión mala de Powell; como hombre que luchó, como hombre que combatió es preciso reconocerle los méritos.

Cómo piensa no lo dice en su libro, pero ha hecho algunas declaraciones posteriores.  Ahora, el libro está traducido, lo hemos traducido nosotros no para publicarlo, sino para obtener algunos ejemplares rápido y poder tenerlo en español, porque en inglés no podría captar toda la esencia de su historia y de su vida.  El libro despertó en nuestro país mucho interés, tanto interés como ha despertado en Estados Unidos, y yo disfruto el privilegio de tener un ejemplar en español de ese libro.

No puedo dar una opinión definitiva, no tengo una opinión definitiva, pero lo veo un hombre cuidadoso, muy cauteloso, y tengo la impresión de que es un hombre valiente.  Más nada, no puedo decir más nada si será o no un buen presidente de Estados Unidos, si será o no presidente, si aspirará o no a la presidencia.

Tom Brokaw.-  Usted también es un fanático del béisbol, ¿no?  ¿Qué piensa de la Serie Mundial?

Fidel Castro.-  Bueno, usted me va a pelear con la mitad de los norteamericanos, pero como soy amigo de Ted Turner estoy ahora a favor de la gente de Atlanta.
Tom Brokaw.-  Nos satisface saber eso, yo suelo ir a pescar con el señor Turnes a Montana.

Fidel Castro.-  Yo he pescado y he cazado también.  Vaya un día con él a Cuba, para que lo traten mejor de lo que lo trataron la otra vez.

Tom Brokaw.-  Sí, podré ver más gente y a lo mejor tengo la oportunidad de verlo nuevamente a usted por allá.

Fidel Castro.-  Muy bien, muchas gracias.

Tom Brokaw.-  La señora estuvo en Cuba el pasado año y desea hacerse una foto con usted.

(Presenta a sus asistentes y se toman fotos con el Comandante)

Lugar: 

La Habana

Fecha: 

23/10/1995