Fidel Castro: “Calixto García, una de las figuras más gloriosas de nuestra historia”
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El 4 de agosto de 1839, hace 185 años, nació uno de los principales estrategas de las guerras de independencia cubanas: Calixto García Íñiguez. Fidel Castro en varias ocasiones, reconoció en “El León holguinero” no solo a un estratega excepcional, sino también a un héroe cuyo legado perduraría en la Historia de Cuba.
Calixto García estuvo presente en todos los momentos claves de la lucha por la independencia de Cuba, desde el levantamiento de 1868 en La Demajagua, hasta la intervención estadounidense de 1898, sobre lo que Fidel reflexionó:
“Por arreglar a su país venían luchando desde hace mucho tiempo los cubanos. Pero había una fuerza muy poderosa que nos impedía arreglar nuestro país. Esa fuerza era la penetración imperialista de Estados Unidos en nuestra patria; esa fuerza fue la que frustró nuestra plena independencia; esa fuerza fue la que no dejó penetrar a Calixto García y a sus bravos soldados en Santiago de Cuba; esa fuerza fue la que impidió al ejército libertador hacer la revolución en los inicios de la república; esa fuerza fue la que determinó, desde los primeros momentos, los destinos de nuestra patria; esa fuerza fue la que permitió el apoderamiento de los recursos naturales y de las mejores tierras de nuestra patria, por intereses extranjeros; esa fuerza fue la que se arrogó el derecho a intervenir en los asuntos de nuestro país; esa fuerza fue la que aplastó cuantas revoluciones trataron de hacerse; esa fuerza fue la que se asoció siempre a todo lo negativo, a todo lo reaccionario y a todo lo abusivo que había en nuestro país. Esa fuerza fue la que impidió que en nuestra patria se hubiera hecho una revolución antes. Y esa fuerza es la que nos trata de impedir que nosotros arreglemos a nuestro país ahora.
Gracias a que hemos tenido un pueblo extraordinariamente virtuoso, gracias a que este pueblo empezó su lucha desde muy temprano, que luchó solo por su independencia hace un siglo, un pueblo que tuvo hombres como Maceo, como Céspedes, como Agramonte, como Calixto García, y un pueblo que tuvo tan extraordinario Apóstol, un hombre de visión tan lejana, un hombre de entraña tan humana, un hombre de elocuencia y de sabiduría tan extraordinarias como José Martí, que forjó la nacionalidad de la patria.” (1)
Después de tantos años de lucha fue un duro golpe aquella intervención de Estados Unidos, sobre lo que Fidel analizó:
“Aquella década dio hombres extraordinarios, increíblemente meritorios, comenzando por Céspedes, continuando por Agramonte, Máximo Gómez, Calixto García, e infinidad de figuras que sería interminable enumerar. Y no se trata de medir ni mucho menos los méritos de cada cual —que fueron méritos extraordinarios— sino simplemente de explicar cómo se fue desarrollando aquel proceso y cómo en el momento en que aquella lucha de diez años iba a terminar surge aquella figura, surge el espíritu y la conciencia revolucionaria radicalizada, simbolizada en ese instante en la persona de Antonio Maceo, que frente al hecho consumado del Zanjón —aquel Pacto que más que un pacto fue realmente una rendición de las armas cubanas— expresa en la histórica Protesta de Baraguá su propósito de continuar la lucha, expresa el espíritu más sólido y más intransigente de nuestro pueblo declarando que no acepta el Pacto del Zanjón. Y efectivamente, continúa la guerra.
Y todos sabemos cómo sucedieron los acontecimientos. Cómo cuando el poder de España estaba virtualmente agotado, movido por ansias puramente imperialistas, el gobierno de Estados Unidos participa en la guerra, después de 30 años de lucha. Con la ayuda de los soldados mambises desembarcan, toman la ciudad de Santiago de Cuba, hunden la escuadra del almirante Cervera, que no era más que una colección propia de museo, más que escuadra, y que por puro y tradicional quijotismo la enviaron a que la hundieran a cañonazos, sirviendo prácticamente de tiro al blanco a los acorazados americanos, a la salida de Santiago de Cuba. Y entonces a Calixto García ni siquiera lo dejaron entrar en Santiago de Cuba. Ignoraron por completo al Gobierno Revolucionario en Armas, ignoraron por completo a los líderes de la revolución; discutieron con España sin la participación de Cuba; deciden la intervención militar de sus ejércitos en nuestro país. Se produce la primera intervención, y de hecho se apoderaron militar y políticamente de nuestro país”. (2)
El General de las Tres Guerras se destacó por su valentía en numerosos combates quién prefería morir que caer en manos de los españoles. Sobré lo que Fidel puntualizó:
“Calixto García, una de las figuras más gloriosas de nuestra historia, cayó prisionero del enemigo. Y cuando a la madre le informaban que su hijo estaba prisionero, ella dijo: ¡ese no puede ser mi hijo! Pero cuando le dijeron: ¡antes de caer prisionero se disparó un tiro para privarse la vida!, ella dijo: ¡ah, entonces sí: ese es mi hijo!” (3)
Sobre lo que representó para la generación de Fidel aquellos héroes de las guerras independentistas señaló:
“Aquí surgieron generales tan distinguidos como Calixto García —que no pudo finalizar la contienda porque había caído prisionero, no sin antes intentar suicidarse— y otros muchos jefes...
Para nuestra generación, esta que está aquí, más joven, menos joven, más madura, fue un gran privilegio, una gran suerte, una gran fortuna, que hayamos podido contar con ejemplos como este que hoy conmemoramos. Porque hay que decir que nuestra generación recibió la herencia, el espíritu de todo lo que hicieron aquellas generaciones: la herencia de Céspedes y Yara; la herencia de Agramonte, Calixto García, Máximo Gómez; la herencia de Maceo, la herencia de este hecho singular y extraordinario que fue la Protesta de Baraguá; la herencia de nuestras luchas por la independencia, la experiencia de todas las generaciones anteriores. Porque en los combatientes revolucionarios de nuestra época eso estaba muy presente, y la Protesta de Baraguá estaba muy presente; la idea de no rendirse, la idea de no darse por derrotado nunca. Eso estaba muy presente”. (4).
Referencias:
1. Discurso pronunciado por Fidel Castro Ruz en la Magna Asamblea Popular celebrada por el pueblo de Cuba en la Plaza de la República, 2 de septiembre de 1960.
2. Discurso pronunciado por Fidel Castro Ruz en el resumen de la velada conmemorativa por los 100 años de lucha, 10 de octubre de 1968.
3. Discurso pronunciado por Fidel Castro Ruz en el acto por el XIII aniversario de los Comités de Defensa de la Revolución y de homenaje póstumo a Salvador Allende, Plaza de la Revolución “José Martí”, 28 de septiembre de 1973
4. Discurso pronunciado por Fidel Castro Ruz en el acto de conmemoración del centenario de la Protesta de Baraguá, Municipio "Julio Antonio Mella", Santiago de Cuba, 15 de marzo de 1978