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La primera visita de Fidel a Isla de Pinos después del triunfo de la Revolución

Date: 

08/06/2024

Source: 

Cubadebate

Author: 

Los días sábado 6 y domingo 7 de junio de 1959, Fidel llegó hasta Isla de Pinos (Isla de la Juventud desde 1978). Historiadores pineros han registrado más de 40 visitas del líder de la Revolución a este territorio, donde se encuentra su huella en cada espacio de su geografía y, sobre todo, en el corazón de sus habitantes.
 
Por coincidencia histórica, en este año 2024, se conmemora el 65 aniversario de esta primera visita después del triunfo y, al mismo tiempo, el 30 aniversario de la última, realizada en agosto de 1994, cuando la isla se ganó la sede del 26 de julio y el General de Ejército, Raúl Castro Ruz, en sus palabras en el acto central, haciendo alusión al espíritu de combate y el optimismo de Fidel, pronunció por primera vez la frase: “Sí se puede”.
 
Sin duda, la primera visita del entonces primer ministro cubano a la isla constituyó el punto de giro en la transformación económico y social de ese territorio. En sus palabras ante un mar de pueblo concentrado en la plaza frente al ayuntamiento de Nueva Gerona, Fidel dejó delineado un programa mínimo de desarrollo para Isla de Pinos, que en poco tiempo comenzó a hacerse realidad.
 
“Cuando Fidel Castro a raíz de la victoria volvió a Isla de Pinos como jefe de la Revolución -expresaría en 1978 Raúl Roa-, la alborada de una vida nueva alumbró para sus once mil habitantes, todavía adormilados por la estupefaciente del subdesarrollo y la sombra gravitante del presidio. Fidel ha sido su verdadero descubridor y su incansable reivindicador (…) Vio claro y lejos cuando le auguró un porvenir excepcional a la Isla mediante el trabajo, la audacia, la iniciativa y el tesón”.[1]
 
Detalles de esta visita fueron recogidos en el periódico Revolución del 8 de junio de 1959:
 
“Continuando el plan de viajes trazado por el Instituto Nacional de Reforma Agraria para aplicar sobre la marcha la reestructuración agraria del país, fue visitada por el primer ministro doctor Fidel Castro y el director ejecutivo del Instituto de Reforma Agraria, doctor Antonio Núñez Jiménez, la Isla de Pinos.
 
Tripulando el avión Segundo Frente “Frank País”, de las Fuerzas Aéreas Revolucionarias partió el Ministro hacia la isla a la una y cuarto de la tarde del sábado, regresando de la misma a las dos y veinticinco”.[2]
 
Destaca también la prensa que acompañaban a Fidel: Vilma Espín, Lupe Velis, compañera de la vida y obra de Núñez Jiménez, Celia Sánchez, el periodista Euclides Vázquez Candela, subdirector del diario Revolución y el capitán de corbata de la marina venezolana Héctor Abdelnour Mussa, quien fuera ayudante del almirante Larrazábal, quien prestó una gran contribución a la Revolución en su etapa insurreccional. El Comandante Raúl Castro se les uniría horas después en el hotel “Colony” de la playa Siguanea.[3]
 
En la tarde del sábado y la mañana del domingo Fidel visitó varias fincas intervenidas por el Ministerio de Recuperación de Bienes Malversados y otras sujetas a un proceso de expropiación indemnizada por parte del Instituto Nacional de Reforma Agraria (INRA), para comprobar sobre el terreno el estado y naturaleza de las mismas a los efectos de su incorporación al proceso de la Reforma Agraria, se entrevistó con funcionarios del estado y pequeños propietarios, así como con las autoridades civiles y militares de Nueva Gerona, entre ellas, el Comandante William Gálvez, inspector general del Ejército Rebelde y el comisionado municipal, Félix Moas. Se impuso de la situación económica y social de isla de Pinos, así como de sus más urgentes necesidades. El testimonio de Núñez Jiménez, señala que también recorrió los lugares turísticos más atractivos de ese territorio.
 
Como conclusión del recorrido Fidel habló al pueblo en el ayuntamiento, frente al parque Lacret. Sus palabras fueron visionarias.
 
 “Por fin, Isla de Pinos puede iniciar una historia nueva y una historia enteramente cubana -señaló Fidel en los momentos iniciales de su intervención- (…) En esta reunión por tanto vamos a trazar las pautas, ustedes y nosotros, y en absoluto acuerdo de lo que vamos a hacer en Isla de Pinos. Pero cuando nosotros decimos vamos a hacer, no lo decimos, sino que empezamos a hacer enseguida. Como ustedes saben yo no le avisé a nadie que venía a Isla de Pinos. A nosotros nos pasa al revés que los gobernantes anteriores, que estaban anunciando los actos una semana antes, alquilando camiones y haciendo todo para que viniera la gente y a nosotros nos pasa al revés, para que la gente nos deje trabajar. Y los actos, miren como se organizan solos y por eso, porque yo vine primeramente a estudiar la situación concreta de Isla de Pinos y, después que ya pudiera observar sobre el terreno la situación de Isla de Pinos, venir y hablarle al pueblo.
 
Después que ya tenemos los planes que vamos a realizar de acuerdo con ustedes, Isla de Pinos tiene cuatro grandes posibilidades. La primera de todas es turística. La segunda la ganadería.  Tercera los cultivos. Y en último, otra de las necesidades, es la industrialización de Isla de Pinos”.[4]

 
El líder de la Revolución presentó al pueblo pinero un plan mínimo de Rehabilitación Económica-Social para Isla de Pinos, el cual contenía entre sus prioridades: la eliminación de la Zona Franca,  la construcción de la carretera de Santa Fe hasta el Sur, así como otras vías de comunicación, el establecimiento de un criadero nacional de  ganado de la raza Cebú, desarrollo de la agricultura convirtiéndose la Isla en la cuarta zona de desarrollo establecida por el INRA, desarrollo del turismo nacional e internacional con vuelos directos a la Florida, la rebaja del costo del pasaje marítimo, aéreo y terrestre, construcción de viviendas, de industrias, del acueducto y  el alcantarillado de Nueva Gerona, desarrollo de la tecnología, creación de  empleos, y el traslado del Presidio Modelo.[5] Fidel también se refirió en su discurso a la necesidad de fomentar la industria cinematográfica en la ínsula.
 
“Yo me marcho hoy con la satisfacción de que todo lo que he prometido lo vamos a realizar y que ustedes verán muy pronto que todo esto es sencillamente una realidad”,[6] expresó con profunda convicción al concluir sus palabras.
 
No pasaría mucho tiempo en que en la Isla de Pinos comenzarían a verse materializados los sueños de Fidel.
 
Ya para 1975, el propio líder cubano, exponía algunos de esos logros en discurso pronunciado en acto central por la visita a Isla de Pinos de una delegación de Trinidad y Tobago, presidida por el primer ministro, Eric Williams.
 
En esa ocasión Fidel destacó que, desde el punto de vista demográfico, la Isla había crecido cinco veces en densidad poblacional, de 11 000 a 55 000 personas; el territorio poseía ya uno de los más completos sistemas educacionales del país; de 500 hectáreas de cítricos existentes al triunfo de la Revolución ya había aproximadamente 20 000 hectáreas; existían más de 200 millones cúbicos de capacidad de embalse y se desarrollaban grandes y modernos sistemas de regadío; cuando en 1959 apenas había 60  kilómetros de carreteras y caminos, existían ya 750; la generación eléctrica había aumentado de 200 kilowatts a 8000; y muchos otros resultados importantes, que le permitían asegurar que “pocas veces se tiene el privilegio de ver plasmados en vida determinados sueños. Pero podemos decir que Isla de Pinos –Isla de Pinos ayer, Isla de la Juventud mañana –constituye para la Revolución un sueño convertido en realidad”.[7]
 
Con el transcurso de los años, el desarrollo económico y social de la proclamada Isla de la Juventud en 1978, continuaría creciendo de manera vertiginosa, convirtiendo ese territorio en una especia de vitrina de lo más avanzado de la Revolución en la transición socialista, como lo fue el programa educacional de becas internacionalistas, una experiencia única en el mundo, el programa ganadero, el desarrollo de la agricultura, la industria del mármol y la cerámica, entre muchos otros ejemplos que pudieran mencionarse. Los difíciles momentos por los que atravesó el país luego del derrumbe del campo socialista y los efectos de ciclones y huracanes, hicieron mella en muchos de esos logros, pero no en el espíritu de resistencia y victoria del pueblo pinero y en el reflejo de la obra revolucionaria y de su líder histórico en esa isla hermosa en su naturaleza, pero también en su historia e identidad. A 65 años de aquella primera visita de Fidel al territorio pinero, la dirección del partido y del gobierno, unidos al pueblo en un salo haz, realizan grandes esfuerzos por continuar la senda de transformaciones y prosperidad que abrió la Revolución en aquel año de libertad, con la motivación de lograr nuevamente, 30 años después, la sede del 26 de julio.  
 
 
Notas
 
[1] Discurso de Raúl Roa García en el acto de proclamación de la Isla de la Juventud, 2 de agosto de 1978
 
[2] Periódico Revolución, 8 de junio de 1959
 
[3] Ibídem
 
[4] Discurso del Primer Ministro Fidel Castro Ruz, Isla de Pinos, 7 de junio de 1959, en Revolución, 8 de junio de 1959
 
[5] Nancy Ramírez Ramos, Ponencia: Presencia de Fidel Castro en la Isla. Su influencia en las transformaciones que se han realizado en este espacio geográfico del archipiélago cubano
 
[6] Discurso del Primer Ministro Fidel Castro Ruz, Isla de Pinos, 7 de junio de 1959, en Revolución, 8 de junio de 1959
 
[7] Fidel Castro Ruz, Discurso en el acto central por la visita de la delegación de Trinidad y Tobago, presidida por su primer ministro, Eric Williams, efectuado en la ESBEC “14 de junio”, en Isla de Pinos, el 20 de junio de 1975