El líder histórico de la Revolución Cubana, Fidel Castro, regresó este 25 de noviembre a la escalinata de la Universidad de La Habana, la misma institución donde se forjó como revolucionario, donde protagonizó el 29 de enero de 1953 la Marcha de las Antorchas y desde donde alzó su voz comprometida contra las injusticias y los odios.
 
Han pasado seis años desde su desaparición física, sin embargo, parecía estar allí, en primera fila, acompañando a Esteban Lazo, José Ramón Machado Ventura, Ramiro Valdés o Roberto Morales Ojeda; escoltado por una multitudinaria masa de juventud reunida a los pies del Alma Mater, para recordar su ejemplo y vigencia.
 
Cientos de jóvenes cubanos y de otras naciones, entre ellos los participantes del Encuentro Juvenil de Amistad entre Estados Unidos y Cuba, se reunieron en la velada política cultural organizada por la Unión de Jóvenes Comunistas y la Federación Estudiantil Universitaria.  
 
La vicepresidenta nacional de la Federación de Estudiantes de la Enseñanza Media (FEEM), Janny Gómez Blanco, habló en nombre de los presentes y ratificó el compromiso de las nuevas generaciones con el legado del Comandante en Jefe.
 
“Hoy como miembro de la FEEM evoco al Fidel que un día nos dijo que el futuro de nuestra Revolución dependería del grado en que las nuevas generaciones sean capaces de profundizar en una conciencia verdaderamente revolucionaria. Y es que, en este mundo lleno de desmemoria, de poder irracional imperialista y de élites que manipulan las ideologías y las culturas autóctonas de los pueblos, los jóvenes tenemos el deber de salvaguardar nuestras conquistas, de forjarnos firmes y no permitir que el conocimiento, la historia y nuestros valores sean enterrados. Tenemos la alta responsabilidad de seguir iluminando el futuro”, reafirmó.
 
En este camino, como coincidieron varios de los asistentes al emotivo encuentro, Fidel constituye y constituirá uno de los grandes referentes de todas las épocas para los revolucionarios del mundo.
 
La música del Coro Diminuto, el cantautor Eduardo Sosa y Arnaldo Rodríguez, acompañados por la Banda de Boyeros, así como las décimas a Fidel interpretadas por los poetas Alex Díaz y Rolando Ávalos y la danza a cargo de la compañía Tiempos y la Escuela Nacional de Arte amenizaron la velada homenaje.
 
Fue una noche para evocar al Fidel que continúa vivo entre nosotros, en el recuerdo, en cada libro de historia, en cada obra social cimentada y en cada nuevo paso que da la Revolución hacia la defensa de sus conquistas. Una noche para recordarle al mundo que los cubanos no dejarán de apostar por este país libre y soberano que el Comandante en Jefe nos legó.