Raúl y Díaz-Canel encabezan acto por la creación del III Frente Oriental Mario Muñoz
Un homenaje a los combatientes caídos del Tercer Frente Mario Muñoz marcó el inicio de la conmemoración, este 6 de marzo, del aniversario 65 de su fundación, jornada que encabezó el líder de la Revolución cubana, General de Ejército Raúl Castro Ruz, tras su llegada a territorio santiaguero, luego de rendir tributo en tierra venezolana al Comandante Hugo Chávez Frías.
Al amanecer de este lunes, el General de Ejército, acompañado por el Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba y Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, llegaron hasta el mausoleo donde reposan los restos del Comandante de la Revolución Juan Almeida Bosque, jefe fundador de este frente guerrillero, y de los demás integrantes caídos o fallecidos después del triunfo revolucionario, con el propósito de rendir honores a una historia de más de seis décadas.
Allí, en la cima de Loma la Esperanza, donde se yergue el monumento, fueron colocadas, en nombre de Raúl y Díaz-Canel, y también del pueblo de Cuba, tres ofrendas florales, a las que se sumaron las flores blancas que, de a poco, fueron depositando los presentes.
A la ceremonia, breve reverencia a la historia descomunal de un país, escrita por mujeres y hombres dignísimos, también asistieron el Comandante de la Revolución Guillermo García Frías, fundador y segundo jefe del Tercer Frente; y los miembros del Buró Político, Héroe de la República de Cuba, general de cuerpo de ejército Álvaro López Miera, ministro de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR); y el canciller Bruno Rodríguez Parrilla.
En el homenaje estaban presentes, además, el general de cuerpo de ejército Joaquín Quintas Solá, viceministro de las FAR, las principales autoridades del Partido y el Gobierno de la oriental provincia, así como familiares del Comandante Almeida Bosque.
Seguidamente, como colofón del tributo tuvo lugar, en la falda de las montañas del poblado cabecera de Cruce de los Baños, el acto político y ceremonia militar en saludo a la efeméride, que contó con una representación de tanquistas y de las tropas especiales, integrantes del Ejército Juvenil del Trabajo, de la Policía Nacional Revolucionaria, estudiantes de escuelas militares de Contramaestre, de las Milicias de Tropas Territoriales y del pueblo de Tercer Frente.
Luego de escucharse las notas del Himno Nacional, interpretado por la banda de música del Ejército Oriental, tres salvas de fusilería irrumpieron en la serranía, a lo que le siguió el toque, siempre solemne, de silencio. La música, de la autoría del Comandante Almeida, a quien el arte le corría por las venas, también distinguió la conmemoración, en un sitio que se sabe fiel a la Revolución y a toda la gloria que se ha vivido.
La pionera Natali Naranjo Romero, de la escuela secundaria básica Camilo Cienfuegos, al intervenir en el acto, habló de cuán inspiradores son la historia de este frente guerrillero y el ejemplo de su jefe fundador. «Somos continuidad», dijo, y «no olvidaremos jamás de dónde venimos, quiénes somos y hacia dónde vamos».
Reicher Navarro Navarro, cadete de primer año de la especialidad político militar, en la Escuela Interarmas de las FAR General José Maceo, Orden Antonio Maceo, llamó la atención sobre el protagonismo de los jóvenes en cada obra de la Revolución, pues fueron jóvenes quienes la edificaron y son los jóvenes quienes la seguirán llevando adelante.
De la trayectoria que no cabe en 65 años, de aquellos momentos tremendos de la fundación del Tercer Frente, de la visión estratégica del Comandante en Jefe Fidel Castro, que materializó Almeida, de todas las transformaciones derivadas del quehacer revolucionario para revalorizar la vida en la montaña, y de los desafíos de la serranía para seguir consolidándolas abundó, en las palabras centrales, la miembro de Comité Central del Partido y del Consejo de Estado, Beatriz Johnson Urrutia, gobernadora de Santiago de Cuba.
Sobre los retos, específicamente, mencionó la necesidad de ofrecer un servicio médico de excelencia, de perfeccionar la utilización de la tierra e incrementar la productividad, de promover la innovación en la industria y de explotar todas las potencialidades existentes para dar respuesta a un programa tan sensible como la vivienda.
«Tenemos el deber y el compromiso moral de dignificar cada día la obra de la Revolución, junto a las ideas de Martí, Maceo, Fidel, Raúl y Díaz-Canel, defendiendo la unidad y la independencia, emancipándonos por nosotros mismos y con nuestros propios esfuerzos», sentenció.
Especial significación tuvo la entrega, de manos del General de Ejército, de un diploma firmado de su puño y letra al mausoleo del Tercer Frente, como reconocimiento al trabajo que realiza en la conservación de la memoria histórica de este sitio devenido símbolo. Fue Yunia Manso Pérez, directora del complejo, quien recibió la distinción.
Aunque aún falta mucho por hacer, la realidad de la serranía santiaguera viene a confirmar, en palabras del propio Juan Almeida Bosque que: «el Tercer Frente (…) cumplió con honor la misión que le designó el Comandante en Jefe, y fue uno de los puntales de la victoria definitiva del pueblo cubano». A la par, como diría Raúl, también cumplió su jefe fundador, «con proverbial lealtad, eficacia y espíritu de sacrificio».
A esas certezas, a más de seis de décadas de la fecha fundacional, se suma otra, quizás con más fuerza, y es el carácter irredento de una tierra que, por más difíciles que sean los tiempos, no se rinde ni se rendirá.