Mis relaciones con Cuba han sido muy cordiales. Se han desenvuelto principalmente en el campo deportivo y en el campo cultural. Muchos dominicanos van a Cuba en busca de salud, visitan hospitales, mantienen muy buenas relaciones con familias cubanas y hay un intercambio permanente entre los dos países. No tenemos relaciones diplomáticas con Cuba por razones obvias. No se puede mantener separados, alejados a dos países que están tan unidos por la historia, con lazos históricos tan poderosos, no solamente por la actuación que tuvo aquí José Martí en la época de su lucha por la liberación de Cuba, sino por las hondas huellas que dejó durante sus visitas a nuestro país.

Fidel Castro me tiene como un soldado suyo, un admirador ferviente y un hombre identificado con sus ideas.