Carta a David (1957)
Del Ejército Revolucionario del Movimiento “26 de Julio”
Al compañero David *
Querido hermano:
En circunstancias como estas es difícil encontrar las palabras, si las hay, para expresar un sentimiento tal como lo experimentamos en lo más profundo de nuestras almas. Tal vez un fuerte y silencioso abrazo podría sustituirlas y expresar aún más. No pudo ser el abrazo, igual que a ti tampoco te fue posible ver a tu heroico hermano por última vez, por estar en tu puesto de combate.
Si el destino nos lo permite, juntos iremos un día a su tumba para decirle a él y a toda esa legión de Niños Héroes, que hemos cumplido con la primera parte de esta lucha y que con la misma entrega y espíritu de sacrificio nos disponemos a culminar la obra de nuestra generación, teniéndolos a éllos como fiscales supremos de nuestros actos futuros.
Ellos han lavado con su sangre los pecados de la generaciones que nos han precedido y el deber primordial de los que sigan la lucha, será el cuidar con todas las fuerzas que esa sangre derramada, esas lágrimas de madre, esos sacrificios del pueblo que nos ayuda, no sea inútil; que otra vez no se decepcione este pueblo excepcional; que otra vez no se falsée ni se ultraje la memoria de los muertos; que nadie se aparte de la senda donde ellos cayeron, ni den las espaldas a la ruta que conduce a la felicidad que bien se merece este pueblo sufrido, que es en fin de cuentas por lo que luchamos.
Y en una tierra que ha sido bañada con tanta sangre pura, los frutos no se harán esperar.
Todos admiramos el valor sereno con el que afrontaste las amarguras de esa semana trágica. Para nosotros, los revolucionarios, el desahogo está en la lucha.
En nombre de todos los combatientes de La Sierra Maestra y sus oficiales, expresarle a tu valerosa mamá y demás familiares nuestro más sentido pésame. Y para ti y tu hermano querido, nada tenemos que añadirte, porque tambien es nuestro el dolor del joven águila caído.
Estamos muy orgullosos y contentos contigo por lo bien que estás dirigiendo todos los trabajos. Y en cuanto a La Sierra, cuando se escriba la historia de esta etapa revolucionaria, en la portada tendrán que aparecer dos nombres: David y Norma **.
Sierra Maestra. Julio 21 de 1957
* David era el nombre de guerra de Frank País García
** Norma era uno de los nombres de guerra de Vilma Espín