Discursos e Intervenções

DISCURSO PRONUNCIADO POR EL COMANDANTE EN JEFE FIDEL CASTRO RUZ EN LA CONCENTRACION EN EL "DYNAMO-SPORTHALLE", EN BERLIN, REPUBLICA DEMOCRATICA ALEMANA, EL 19 DE JUNIO DE 1972

Data: 

19/06/1972


Querido compañero Honecker;

Queridos dirigentes de la RDA;

Queridos amigos de Berlín Socialista y de la RDA (APLAUSOS):



Constituye para nuestra delegación un alto honor la presencia en este acto del compañero Honecker, de los compañeros del Buró Político, dirigentes del Partido y del Gobierno, y la representación de los ciudadanos de Berlín Socialista y de la RDA.

Ello contribuye a darle a este mitin de la amistad un significado especial.  Además, el compañero Honecker ha hecho importantes pronunciamientos de política internacional en la tarde de hoy.

Nos reunimos aquí para despedirnos, después de una semana de visita en la RDA.  Ha sido un fraternal encuentro de representantes y el pueblo del primer Estado socialista alemán de obreros y campesinos, con los representantes del primer Estado socialista de América Latina (APLAUSOS).

Este encuentro tenía para todos nosotros, los representantes de la Revolución Cubana, una significación especial, un especial interés, una gran curiosidad por conocerlos a ustedes.

Creo que de nuestros dos pueblos se ha hablado mucho en los últimos tiempos (APLAUSOS), de ustedes más que de nosotros:  ustedes comenzaron primero que nosotros (APLAUSOS); cuando nosotros no éramos nosotros, ya ustedes eran ustedes, y ya los imperialistas estaban luchando contra ustedes (APLAUSOS).

Realmente nos han recibido en forma extraordinaria:  la dirección del Partido, el Gobierno, los trabajadores, los campesinos, los estudiantes, el pueblo todo.  Pero lo que más nos ha impresionado no son las atenciones oficiales —estas han sido muchas, han sido el máximo que pueda concebirse—, no han sido las recepciones populares —nos han impresionado y ha sido también el máximo imaginable—, lo que más nos ha impresionado es lo que ustedes han hecho con el pueblo en estos años, la obra revolucionaria de ustedes:  la obra en la conciencia del pueblo, y la obra creadora que se ha llevado adelante.

Organizar buenas recepciones oficiales es posible, y hasta podría decirse que es fácil.  Organizar recepciones populares ya no es tan fácil, requiere una educación política, requiere el desarrollo de una conciencia revolucionaria, requiere el trabajo del Partido, el desarrollo de la conciencia marxista, el desarrollo de la conciencia internacionalista.  Pero hay algo todavía más difícil, presentarle a una delegación una revolución.

Eso sí que constituye un verdadero mérito histórico.  Y esas tres cosas es lo que nosotros hemos visto en estos días.

Pero conmueve sobre todo pensar en el punto de partida, recordar de dónde partieron ustedes hace 23 años, y saber que han constituido este primer estado socialista alemán de obreros y campesinos sobre las ruinas ideológicas que dejó el fascismo; recordar que el Partido Comunista había sido virtualmente aniquilado por los fascistas, que más de la mitad de sus militantes fueron físicamente exterminados, que no quedó más que la idea y la semilla:  los hombres que regresaron de la clandestinidad o de la emigración o de las prisiones o de los campos de concentración; recordar que desde el punto de vista material el país había sufrido las consecuencias de la guerra desatada por el fascismo, a lo cual se añadió en ocasiones crueles e innecesarias destrucciones causadas por los imperialistas yankis e ingleses, tal como fue el caso de Dresde donde no existían industrias militares, tal como ocurrió en ciudades de Checoslovaquia cuando ya la victoria sobre el fascismo estaba virtualmente asegurada.

Y partiendo de esas condiciones, ustedes han logrado crear este Estado, han logrado crear su Partido y han logrado crear esa conciencia y esa combatividad en el pueblo de la RDA.

Nuestros dos países, Cuba y la RDA, fuimos especialmente objeto de la agresión de los imperialistas yankis.  Ellos comprendían que tanto en la RDA como en Cuba se libraban importantísimas batallas políticas, decisivas batallas ideológicas y emplearon todos sus medios, todos sus recursos, todas sus armas para hacer fracasar nuestro esfuerzo.

Y ellos apostaban que nos harían fracasar.  Ellos calculaban sus ventajas y nuestras desventajas.  Ellos comprendían la circunstancia de que el campo socialista había sido campo de batalla en la Segunda Guerra Mundial, que gran parte de la URSS había sido destruida, que decenas de millones de sus hijos habían muerto en los combates y que virtualmente todas las capitales y todas las ciudades y todas las industrias de los pueblos que integraron el campo socialista estaban destruidas.  Y como hemos señalado en otras ocasiones, el imperialismo acumulaba grandes recursos económicos e industriales.  Los imperialistas acumulaban prácticamente todo el oro del mundo.

Y con esos recursos, con esos medios iniciaron la lucha contra nosotros.  Esos recursos los emplearon para sembrar el terror, para crear organismos internacionales agresivos, para llevar adelante la guerra fría y la carrera armamentista.

Al campo socialista lo rodearon de bases militares, cientos de instalaciones militares y cientos de miles de millones de dólares fueron invertidos en esa política para cumplir sus objetivos imperialistas, para impedir el desarrollo del campo socialista, para impedir el avance de las ideas revolucionarias.

Ustedes han sido testigos de esos 23 años.  Podemos decir más:  de los 27 años que siguieron a la terminación de la Segunda Guerra Mundial.  Y las condiciones eran verdaderamente difíciles, los tiempos eran verdaderamente duros.

En su lucha contra la RDA y contra Cuba emplearon sus influencias políticas y sus influencias económicas para promover el bloqueo económico, el aislamiento diplomático, para crear dificultades comerciales.

Nosotros recordamos cómo no solo el imperialismo yanki llevó a cabo el bloqueo contra Cuba.  Al bloqueo contra Cuba se sumó el gobierno imperialista germanooccidental.  Recordamos que cuando se planteó el problema de las relaciones entre Cuba y la RDA ellos nos amenazaron con que romperían las relaciones diplomáticas y comerciales.

Nosotros realmente no les hicimos ningún caso.  Establecimos las relaciones diplomáticas con la RDA, fuimos el primer país de Latinoamérica (APLAUSOS).  Ellos se sumaron al bloqueo económico, rompieron sus relaciones diplomáticas, suprimieron todo comercio con nuestro país.  De este modo al bloqueo de Cuba se sumó la RFA y la mayor parte de los países capitalistas e imperialistas.

Hemos librado una larga lucha en los organismos internacionales; en las Naciones Unidas, reclamando el derecho de la RDA a pertenecer a esa organización internacional; en los organismos culturales, en los organismos científicos, en los organismos deportivos, en fin, en todos aquellos sitios donde los imperialistas no habían logrado expulsarnos a nosotros (APLAUSOS).  Sin ninguna vacilación sostuvimos los derechos de la RDA y no nos arrepentimos.  Nos alegramos (APLAUSOS).

Nosotros sabemos en qué condiciones ustedes han luchado, cuánta subversión, cuánta campana, cuántos cientos de estaciones de radio enderezadas hacia la RDA, cuántas estaciones de televisión, cuántos periódicos, cuántos libros, cuántas actividades.

Ellos estaban empeñados en hacer imposible aquí la creación de un estado socialista de obreros y campesinos.  Ellos estaban empeñados en impedir la creación de la RDA.  Nosotros sabemos, además, cómo aquí precisamente quedó establecida la frontera entre el imperialismo y el socialismo, y cómo muchas de las fuertes y de las más peligrosas bases militares imperialistas fueron construidas en la frontera de la RDA.

Ellos hablan —los imperialistas yankis—, o durante mucho tiempo hablaron del milagro alemán, refiriéndose a la RFA.  Pero nosotros decimos, después de haber visitado este país y saber en qué condiciones ha desarrollado el socialismo, que el verdadero milagro está aquí en la RDA (APLAUSOS).

Los imperialistas en la guerra fría invirtieron miles de millones de dólares en la RFA, los imperialistas hicieron todo lo posible para reconstruir los monopolios que fueron aliados y pilares del fascismo, por  reconstruir  los monopolios que impulsaron la guerra y comerciaron con la guerra.  Muchos de esos monopolios llevan hoy los mismos nombres o tienen los mismos cabecillas que tenían bajo el fascismo.

Nosotros sabemos cómo el imperialismo yanki buscó la alianza con los fascistas y sabemos cuántos esfuerzos realizaron en la RFA para convertirla en un puntal agresivo contra el campo socialista, para convertirla en un baluarte contrarrevolucionario.  Y en la misma medida en que el imperialismo realizaba esas campañas, calumniaba a la RDA.  Pero la RDA, con el apoyo del campo socialista,  con el apoyo de la Unión Soviética, se ha ido abriendo paso y ha ido rompiendo el aislamiento.  Ya son más de 30 los Estados que mantienen relaciones diplomáticas con la RDA.

Ya la Conferencia sobre el Medio Ambiente constituyó un fracaso, puesto que por habérsele negado la participación a la RDA, la URSS y numerosos países socialistas, incluyendo a Cuba, se abstuvieron de participar en esa Conferencia (APLAUSOS) .

Se plantea cada vez con más fuerza el ingreso de la RDA en las Naciones Unidas.  Y nosotros sabemos que esa batalla también se ganará  y que algún día la RDA estará también sentada junto con los demás Estados soberanos, sentada junto con la República Democrática de Corea y junto con el pueblo de Viet Nam en las Naciones Unidas (APLAUSOS).

Nosotros sabemos que la verdad y los éxitos de la RDA se irán abriendo paso.  Y nosotros hemos visto esos éxitos en estos días.  Lo hemos visto en la economía, lo hemos visto en la agricultura, lo hemos visto en la ciencia, lo hemos visto en las construcciones.  Sabemos perfectamente que ya en la actualidad la producción industrial de la RDA es mayor que toda la producción industrial del antiguo Reich alemán.

Hemos visto los éxitos en Leuna, en Haller, en Dresde, en Rostock, en Berlín.  Hemos visto las nuevas ciudades que se levantan, en muchas ocasiones sobre las ruinas de las ciudades destruidas por la guerra.  Hemos visto las obras de restauración, hemos visto el carácter humano de las nuevas ciudades que se construyen, constituidas no solo por edificios modernos, sino complementadas con todas las instalaciones sociales:  las instalaciones para niños, las escuelas primarias, los centros tecnológicos de enseñanza, los centros recreativos y culturales, los hospitales.

Jamás ninguna ciudad capitalista podrá construirse sobre semejantes bases.  El capitalismo comercia con el terreno, con la vivienda, con la educación, con la salud humana.  En ninguna circunstancia pueden crear tales comunidades que señalan el futuro de ese país.

Pero es extraordinaria la obra que se realiza con los niños, como ese trabajo se refleja en la actitud de los niños, en los conocimientos de los niños, en la cultura de los niños y sobre todo en el sentimiento de los niños.  Ese espíritu solidario, ese sentimiento de solidaridad hacia los demás, ese sentimiento de solidaridad hacia los demás pueblos que constituye el internacionalismo y que son a la vez la expresión de los mejores frutos de las ideas marxista-leninistas.

Si se fomenta el nacionalismo egoísta, si se fomenta el chovinismo, no se puede esperar la solidaridad entre los hombres, y la solidaridad entre los individuos es inseparable de la solidaridad entre los pueblos, de la misma manera que el egoísmo capitalista es inseparable del individualismo, es inseparable del nacionalismo, es inseparable de las ambiciones imperiales y de las guerras de agresión y de rapiña.

Conversando con los trabajadores de Leuna nosotros señalábamos el magnífico ejemplo del desarrollo de esa industria y las perspectivas futuras, basadas en el petróleo y en el gas procedente de la Unión Soviética, que llega hasta allí en oleoductos, y recordábamos cómo el origen de muchas de las guerras, de casi todas las guerras, fue la búsqueda de materias primas, los intentos imperialistas de apoderarse de los recursos naturales de todo el mundo y cómo allí, en aquel importante combinado petroquímico, las materias primas fundamentales estaban aseguradas totalmente como fruto de la fraternidad y de la cooperación internacional.

A nosotros nos ha impresionado mucho el espíritu combativo del pueblo de la RDA, su conciencia revolucionaria, su espíritu internacionalista, que ya se manifiesta ampliamente entre sus trabajadores, en los obreros, en los campesinos, en los intelectuales, pero que se expresaba con vigor en sus jóvenes y que se presenta como una verdadera cultura en los niños.

Observábamos además la instrucción, la educación técnica, los medios audiovisuales y la calidad de los conocimientos que van adquiriendo, y pensamos en las tres épocas:  el punto de partida de la RDA, la RDA de hoy y la RDA dentro de los próximos 15, 20 ó 25 años.  y no tenemos la menor duda de que su éxito está asegurado, no tenemos la menor duda de que su fortaleza moral y espiritual será suficiente para vencer definitivamente en la batalla ideológica, lucha larga y dura que aún queda por delante.

Los dirigentes que nos acompañaron a diversos lugares nos hablaban de las luces y de las sombras, nos decían que no todo marchaba bien, que no todo era perfecto.  Pero a nosotros no nos preocupaba gran cosa esos aspectos.  ¿Por qué?  Porque nosotros sabemos que en toda obra humana hay dificultades, que en toda obra revolucionaria hay sombras.  Pero recordábamos que al principio todo era sombra y había muy poca luz, y que hoy —después de 23 años— casi todo es luz y quedan realmente muy pocas sombras (APLAUSOS).

El movimiento revolucionario internacional tiene por delante todavía tareas muy importantes.  Actualmente se lucha y se avanza en el camino de la seguridad europea, y efectivamente en los últimos tiempos se han alcanzado logros notables, tales logros —por ejemplo— como los acuerdos sobre la inviolabilidad de las actuales fronteras, los acuerdos cuatripartitos sobre el "statu quo" de Berlín Occidental, los acuerdos entre la RFA y la RDA sobre diversos problemas, que empiezan a hacer imperar la realidad en las relaciones internacionales de una RDA como Estado absolutamente soberano e independiente, reconocido por sus más recalcitrantes enemigos.

Se marcha en la práctica hacia la Conferencia de Seguridad Europea.  Estas actividades tienen que ver mucho con la paz, con la lucha del mundo en favor de la paz.

Todos sabemos que las guerras más devastadoras comenzaron por Europa:  la primera Guerra Mundial, la Segunda Guerra Mundial.  Europa además era poseedora de los dominios en todo el mundo, y en este continente se escenificaron y se desarrollaron las grandes guerras.  Nosotros comprendemos esas realidades.

Basta conocer el cúmulo de efectivos militares que los imperialistas han colocado frente a las fronteras de la RDA, efectivos aéreos, efectivos navales, efectivos terrestres.  Basta ver con los propios ojos el foco de conflictos que crearon en el pleno corazón de la RDA, para apreciar en toda su magnitud el peligro latente y la necesidad de combatir contra el estallido de una guerra en este continente.  Se puede apreciar, además, cuántos esfuerzos han obligado a realizar a la URSS y al campo socialista en su propia defensa por la política de cerco y de bases militares.  Es por eso que nosotros saludamos y apoyamos sin reservas la lucha por la seguridad en Europa y lo hacemos constar en nuestros comunicados (APLAUSOS).

Pero como dijo el compañero Honecker, no por los acuerdos el imperialismo deja de ser imperialismo.  Continúan siendo imperialistas, y peligrosos imperialistas.

El movimiento revolucionario internacional confronta además otros problemas importantes, como los problemas del Tercer Mundo o del llamado Tercer Mundo, constituido por un gran número de países en América Latina, en Africa y en Asia, que engloban una mayoría de la población humana, población humana que hoy alcanza la cifra de 3 500 millones de habitantes, y se elevará a 6 000 millones en los próximos 25 años.

En esos países persiste un enorme atraso técnico y cultural, un impresionante subdesarrollo económico, una gran pobreza material y social.  En esos países el imperialismo trata de impedir la independencia plena de los pueblos, trata de mantener el control de los recursos naturales, de mantener su dominio imperialista, de sustituir el antiguo coloniaje por el neocolonialismo.

Uno de los problemas que todos debemos plantearnos es cómo afrontar las dificultades que devendrán para la humanidad como consecuencia de las espantosas condiciones de atraso y pobreza de esa gran parte de la humanidad.

Pero además el imperialismo es astuto como el zorro, es taimado, es intrigante, es pérfido como las serpientes.  Tenemos muy presente el caso de la agresión a Viet Nam, que mencionara el compañero Honecker.

Una de las cuestiones que más nos ha satisfecho en esta visita a la RDA es la solidaridad de la RDA con el pueblo de Viet Nam (APLAUSOS PROLONGADOS), que se palpa en las consignas, en los pronunciamientos y en las masas, y que se expresa en la exigencia de que cesen los bombardeos de Viet Nam, que cese la guerra genocida de Viet Nam, y se respete el derecho de los pueblos de Indochina a la plena determinación.

Los imperialistas saben que las correlaciones de fuerza cambian.  Saben que su poder se debilita.  Saben bien dónde ya no pueden golpear.  Ellos saben que ya no pueden golpear, por ejemplo, militarmente en la RDA, porque se encuentran aquí con el poder demoledor de las fuerzas del campo socialista, dirigidos por la Unión Soviética (APLAUSOS); pero golpean en Viet Nam.  Hacen concesiones en Europa, que ya no les queda más remedio que hacer, pero tratan de elevar la escalada en Viet Nam, de recrudecer la brutalidad de sus bombardeos para imponer sus condiciones al pueblo de Viet Nam.

Nosotros tenemos aquí informes directos de Viet Nam sobre algunos de los últimos hechos relacionados con los diques y el bombardeo a los diques.  Creo que debemos aprovechar esta tribuna de Berlín Socialista, esta reunión de combatientes revolucionarios, para denunciarlos a la opinión pública internacional.

"Durante dos meses, del 10 de abril de 1972 al 10 de junio de 1972, los aviones norteamericanos han bombardeado y cañoneado, en 68 ocasiones, 32 trozos importantes de los diques en las orillas de los grandes ríos y 31 obras hidráulicas de todo tipo en el Viet Nam del Norte, utilizando en total 665 bombas de todo tipo y centenares de obuses, lanzados por los buques de guerra norteamericanos.

"Del sistema de diques del río Rojo, seis trozos fueron bombardeados con grandes bombas.  El sistema de diques del río Thai Binh también fue bombardeado varias veces.  Cinco trozos del sistema de diques del río Day, entre ellos un trozo de 100 metros de largo, fueron destrozados durante los ataques aéreos norteamericanos.  El trozo de dique que protege la aldea de Hao Phu, distrito Yen Khanh, provincia de Nimh Binh, también fue dañado.

"Todos aquellos diques arriba mencionados fueron construidos para proteger a centenares de hectáreas de tierras fértiles así como a la vida y los bienes de millones de habitantes de las llanuras de Tonkín en caso de inundaciones.

"También el sistema de diques en las orillas del Río Ma, que protege a centenares de hectáreas de arrozales y a la vida y los bienes de centenares de habitantes de los distritos de Quang Xuong, Hao Loc, Dong Song, Tinh Gia y Nang Cong, en la provincia de Thanh Hoz, fue varias veces bombardeado.

"El sistema de diques del río Lam, provincia del Nghe An, los trozos más importantes, protegiendo las llanuras, fueron destrozados por las bombas.

"Paralelamente a la destrucción de diques en las orillas de los ríos, los imperialistas norteamericanos han bombardeado también con sus aviones o cañoneado con sus buques de guerra siete diques marítimos de las provincias de Thai Binh, Nam Ha y Ninh Binh.

"El acto más bárbaro consiste en el hecho de que los aviones norteamericanos utilizaron bombas antipersonales.  Con esta acción quisieron matar a los habitantes que se habían reunido en los trozos destrozados de los diques para repararlos.  Su intención fue la de obstaculizar los trabajos de reparación y de masacrar la población civil.

"Recientemente, el 4 de junio de 1972, los aviones norteamericanos lanzaron cohetes y bombas para volar o destrozar un trozo del dique del río Ma, en el distrito Dong Son, provincia de Thanh Hoa, que fue destrozado el 24 de abril de 1972, y de matar decenas de manos de obra que estuvieron reparando este trozo.

"El 7 de junio de 1972, los aviones norteamericanos han lanzado 12 bombas sobre la represa Tran, aldea Hoang Tu, distrito Hung Yen, provincia Nghe An.  El 2 de julio de 1972 bombardearon de nuevo las represas de Tra Ly y Lien Co en la provincia de Nam Ha, y particularmente el 10 de junio de 1972 movilizaron a varios aviones para bombardear la gran represa Thac Ba, en la provincia Yen Bai, una de las grandes represas para regular las crecientes de agua".

Y si me permiten les leo algunos fragmentos de un artículo del periódico "Pravda" denunciando hechos similares.

Pravda.  Organo del Comité Central del Partido Comunista de la URSS del 18 de junio.  "Personas dirigentes del Pentágono tienen evidentemente prisa para recibir cuantos medios adicionales posibles para desarrollar nuevos tipos de armas y para continuar la agresión a Indochina.  Los generales del Pentágono hablan abiertamente de que tienen la intención de continuar la agresión a Viet Nam y de que la intensificación de los bombardeos de Viet Nam del Norte y de Viet Nam del Sur, así como la escalada de las demás agresiones hacen necesarios medios adicionales a los 130 000 millones de dólares ya gastados en esa guerra.

"El Pentágono que ordena los bombardeos bárbaros contra Viet Nam declara públicamente que los pilotos norteamericanos 'no atacan objetivos civiles'.  Hace poco, por ejemplo, el Pentágono negó categóricamente que bombarderos norteamericanos atacaron el pueblo de Phugalok de         Viet Nam del Norte habiendo matado y herido a 124 personas.  El corresponsal del periódico "New York Times", A.  Lewis visitó personalmente a ese pueblo y vio qué había pasado allí.  El desmintió a la camarilla militar norteamericana.

"Durante la agresión a Indochina los militaristas norteamericanos allí arrojaron cerca de 13 000 millones de toneladas de bombas.  Sin embargo, los pueblos de Viet Nam, Lao y Camboya continúan luchando heroicamente contra la agresión.  Estados Unidos no tiene ningún chance para vencer" (APLAUSOS).

Más adelante, en este mismo articulo, el órgano del Comité Central del PCUS señala que la rápida solución política de los problemas de la guerra de Viet Nam y los problemas del Medio Oriente está indisolublemente ligada al desarrollo ulterior de los problemas de la distensión en el mundo.

De modo que el órgano del Comité Central del Partido Comunista de la URSS declara categórica y firmemente que es imprescindible encontrar una solución política a los problemas de Viet Nam y a los problemas del Cercano Oriente.  Y nosotros apoyamos plenamente esa línea, apoyamos plenamente esa política (APLAUSOS).

Queridos amigos:

El reloj marcha y como ustedes comprenderán yo tengo que emplear el doble del tiempo; lo que yo digo en español y lo que el compañero Manfred tiene que decir en alemán, más el tiempo que empleamos los dos poniéndonos de acuerdo (APLAUSOS).  Y en realidad no queremos abusar de la paciencia de ustedes y menos de los televidentes (APLAUSOS), porque tengo entendido que en esta concurrencia hay muchos militantes comunistas y muchos obreros destacados, entre ellos muchos héroes del trabajo.  Y quién garantiza eso de todos los que están oyendo este discurso en muchos países de Europa.

Por eso quiero expresarles, para terminar, algunos sentimientos próximos a marcharnos de la RDA.

Nuestra delegación ha sido realmente conquistada por el cariño y por la obra que ustedes han hecho.  Hemos vivido días inolvidables, hemos vivido días verdaderamente comunistas.  Los vivimos en Leuna recordando el heroísmo de los obreros en las sublevaciones de 1918 y de 1921; recordando las decenas de obreros asesinados por la represión; recordando a los combatientes comunistas que murieron en las cárceles, en los campos de concentración y en los campos de batalla; recordando los sacrificios de vuestro pueblo; recordando los días amargos que les impuso el imperialismo, la reacción y el fascismo, las dolorosas heridas, el tremendo daño que ocasionó a su pueblo y a todo el mundo.

Vivimos días comunistas recordando las gloriosas luchas de los obreros de la RDA, recordando a los combatientes revolucionarios, recordando a Rosa de Luxemburgo y a Carlos Liebneck (APLAUSOS), recordando a ese coloso del movimiento obrero alemán, Ernest Thaelmann (APLAUSOS).  Luchadores que cayeron asesinados por la reacción, asesinados por el fascismo.  Viejo método, viejo estilo de los reaccionarios, eliminar a los hombres, eliminar a los combatientes, creyendo que con ello van a eliminar sus ideas.

Es doloroso recordar cómo murió Thaelman en los últimos días de la guerra, después de inenarrables sufrimientos en los campos de concentración.  Cómo los fascistas cuando ya se sentían derrotados lo mataron.  Al matar a Thaelman anticiparon lo que tratarían de hacer después con la guerra fría.  Aún en la derrota los reaccionarios luchaban contra el movimiento obrero, luchaban contra los combatientes comunistas, para aniquilarlos, para retrasar la marcha de la revolución, para impedir el triunfo del socialismo.

El camino de los luchadores revolucionarios ha sido largo, ha sido duro.  La realidad que tenemos hoy:  el campo socialista, la posibilidad de un primer Estado socialista alemán de obreros y campesinos, la posibilidad de Cuba socialista a 90 millas de Estados Unidos, es una realidad que se debe a los inmensos sacrificios realizados por la clase obrera en todo el mundo (APLAUSOS).

Para disponer de estos éxitos de hoy fueron necesarios los inmensos sacrificios de los obreros y campesinos soviéticos con la Revolución de Octubre, luchando contra la intervención de los imperialistas (APLAUSOS).  Millones de obreros y campesinos soviéticos murieron en aquella lucha.  Fueron necesario los enormes sacrificios de los planes quinquenales, los sacrificios de 20 millones de vidas soviéticas en la guerra contra el fascismo, la destrucción de cuantiosas riquezas, creadas con sacrificio y heroísmo.

Para que el movimiento obrero tenga lo que tiene hoy fue necesario el sacrificio y las luchas de los obreros en Europa, de los obreros franceses en 1848, de los obreros alemanes, y de otros países; fue necesario el sacrificio de los comuneros de parís, el sacrificio de los heroicos combatientes de las brigadas internacionales, el sacrificio de los millones de comunistas que murieron en todo el mundo.  y aun hoy, todavía combatientes comunistas —los heroicos luchadores vietnamitas— defienden su causa, defienden su patria contra una guerra cruel e injusta, contra una potencia imperialista que nunca tuvo ninguna vinculación cultural o económica con aquella región del mundo, que simplemente sustituyó allí a los colonialistas franceses.

Hemos vivido días comunistas en nuestras conversaciones con los obreros de la RDA, con los estudiantes, con los soldados de las tropas de guardafronteras, con los marinos de la Cuarta Flotilla del Báltico, con oficiales y soldados del ejército soviético que junto con las fuerzas de la RDA defienden esta primera trinchera del campo socialista (APLAUSOS).

Hemos vivido días comunistas en compañía del compañero Honecker, recordando los 10 años de cárcel que vivió bajo el fascismo, las duras luchas, los años amargos en que los revolucionarios, alentados por aquel pensamiento de Carlos Liebneck cuando dijo:  "A pesar de todo", es decir:  a pesar de las dificultades, a pesar de los reveses, luchar y luchar sin descanso, convencidos de la causa justa que defendemos, convencidos de la fuerza de nuestras ideas.  Esa fuerza que se ha demostrado en todos los combatientes revolucionarios que lucharon contra la explotación del hombre por el hombre, desde los esclavos de Roma que se sublevaron contra sus amos, hasta los hombres que murieron en los campos de batalla del proletariado, o en París, o en España, o en Stalingrado, o en Leningrado, o en Odesa, o en Moscú, o en Viet Nam.  Esa tradición comunista mantenida en todas partes, mantenida por los combatientes cubanos en los días de Girón (APLAUSOS); esa tradición heroica, esos sentimientos de solidaridad, que no se basan en el egoísmo de los individuos ni en egoísmo de las naciones, sino en la hermandad de los hombres y en la hermandad de los pueblos, hacen invencible nuestra causa (APLAUSOS).

¡Por eso existe y existirá la RDA!  (APLAUSOS)  ¡Por eso existe y existirá Cuba socialista! (APLAUSOS)  ¡Por eso existe y existirá el campo socialista!  ¡por eso han triunfado y triunfarán las ideas gloriosas de Marx, de Engels y de Lenin! (APLAUSOS)  ¡por eso algún día la paz, la justicia social, la verdadera libertad, la hermandad universal entre los hombres y los pueblos, triunfarán en todas las naciones, en todos los comunistas! (APLAUSOS)

El siglo pasado no vio nada semejante a las victorias que en este siglo ha logrado el movimiento obrero.  En el siglo pasado se conocieron los reveses amargos, las derrotas.  Este siglo ha conocido las victorias:  la victoria de Octubre, el surgimiento del campo socialista, el primer Estado socialista alemán de obreros y campesinos, la primera revolución socialista de América Latina, las grandes victorias de los pueblos en su lucha contra el coloniaje y por la independencia nacional.

El movimiento obrero, guiado por el pensamiento luminoso de Marx, de Engels y de Lenin (APLAUSOS), guiado por la frase de Liebneck y guiado por esa bella frase del himno revolucionario de la RDA:  "¡Adelante, sin olvidarnos de la solidaridad!" (APLAUSOS), ha marchado y marchará, triunfa y triunfará.

Queridos amigos:  nuestra delegación ha vivido días verdaderamente comunistas en estas tierras que vieron nacer a Carlos Marx y a Federico Engels, cuyas ideas son hoy las ideas de los pueblos revolucionarios en todo el mundo, cuyas ideas, junto con las ideas geniales de Lenin, que fue el más genial de sus intérpretes, flamean también en nuestra pequeña isla del Caribe (APLAUSOS).

¡Que viva la amistad entre los pueblos de Cuba y de la RDA, entre los Partidos de Cuba y de la RDA!  (APLAUSOS)

¡Que viva el Partido Socialista Unificado de Alemania, el Comité Central y el compañero Honecker!  (APLAUSOS)

¡Que viva la RDA!  (APLAUSOS)

¡Que viva la Unión Soviética!  (APLAUSOS)

¡Que viva Viet Nam!  (APLAUSOS)

¡Que viva el internacionalismo proletario!  (APLAUSOS)

¡y que vivan eternamente las ideas victoriosas de Marx, de Engels y de Lenin!

(OVACION)

VERSIONES TAQUIGRAFICAS DEL CONSEJO DE ESTADO