DISCURSO PRONUNCIADO POR EL COMANDANTE EN JEFE FIDEL CASTRO RUZ EN EL ACTO POR EL CUMPLIMIENTO DEL PLAN DE AZUCAR DEL CENTRAL "FERNANDO DE DIOS", EFECTUADO EN LA PROVINCIA DE HOLGUIN, EL 28 DE MAYO DE 1996
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Compañeras y compañeros del central "Fernando de Dios" y de Tacajó:
Hoy es el día de Holguín —es como un cumpleaños, y, además, un cumpleaños múltiple—, porque está celebrando realmente sus éxitos. Sabemos que hace unos días ustedes cumplieron la meta azucarera de 44 285 toneladas, y en esa ocasión algunos compañeros los visitaron y tuvieron un acto.
Otros centrales han cumplido también. No hace mucho estuvimos en el "Urbano Noris", para entregar un trofeo parecido a este. Bueno, ustedes dirán: "A ‘Urbano Noris’ lo visitan porque es un coloso, porque produce no sé tantas toneladas de azúcar, porque sobrecumplió el plan; pero a nosotros, los de ‘Fernando de Dios’, no nos visitan. Nadie se acuerda de nosotros", dirán ustedes de una manera injusta; porque, por lo menos, acordarse del "Fernando de Dios" eso sí: no se puede hablar de zafra en la provincia de Holguín sin recordar mucho al "Fernando de Dios" (APLAUSOS). No es un coloso, un gigante en la producción material de caña y de azúcar; pero es un coloso en lo moral, es un coloso como ejemplo de lo que es capaz de hacer un colectivo de hombres y mujeres con sentido de la disciplina, de la responsabilidad y con un fuerte sentimiento patriótico.
Es verdad que este central está en una región apartada de Cuba, pudiéramos decir; las regiones orientales eran las más apartadas desde siempre.
Ahora, toda la zona que incluye la provincia de Holguín ha avanzado mucho en diversos aspectos, pero hemos tenido tiempos más fáciles y tiempos más difíciles. Estamos viviendo una época dura, un tiempo difícil en que hay que hacer un esfuerzo mayor.
Ustedes participaron ya en otras epopeyas, como fue la zafra de 1970; tienen, en general, buenos récords históricos. Yo le preguntaba a Sierra qué influía en que el rendimiento fuese más alto o más bajo, el recobrado mayor o menor, y él recordaba distintos factores; uno de ellos fue, por ejemplo, el cambio de variedades de caña.
Recuerdo aquella formidable caña, la 4362, de madurez temprana, que rendía mucho azúcar; pero vino la plaga —plaga que no se sabe bien cómo vino y por qué vino— y acabó prácticamente con esa caña, con la cual comenzábamos la zafra. Ese es un factor que influye.
El clima es otro factor que influye. Vean ustedes qué año hemos tenido con las lluvias, que mantuvo parado a este central en total más de 20 días durante la zafra, lo que los obligó a moler muchas veces bajo la lluvia o con la tierra muy húmeda; y tarda tiempo lograr variedades nuevas resistentes a las plagas, resistentes a la sequía, que sean cañas, mecanizables.
A propósito de eso, él me explicaba también que a medida que se fue incrementando la mecanización de la caña, la cantidad de productos extraños, de paja y de todo eso, influía en el rendimiento en azúcar y en el recobrado de la caña.
Es incuestionable, de igual modo, que muchos trabajadores experimentados se fueron retirando, la gente joven se fue para las universidades, para los institutos, disminuyó el personal experto en los centrales, y ese es el tipo de problemas que ahora estamos recuperando. Y como somos amigos y debemos decir la verdad, la disciplina tecnológica en la producción se perdió también, en cierta medida; pero ahora vamos de nuevo cuesta arriba recuperando esas cosas, en la medida en que sea posible recuperarlas.
Por ejemplo, ya estamos diseñando un modelo de combinada que lleva cortacogollo, para no mezclar el cogollo con la caña y para no llenar las carretas de cogollo o de paja. Esas máquinas, además, cortan el trozo más pequeño, lo cual facilita la expulsión de la paja; tienen motores más potentes, son hidráulicas. Al mismo tiempo estamos haciendo un esfuerzo, estudiando sobre todo lo que podemos hacer en nuestra industria, para aumentar el número de remolcadores, de carretas; es decir, para aumentar el transporte, pues muchas veces la combinada tiene que detenerse allí esperando por el transporte.
Con los motores nuevos que estamos utilizando o empezamos a utilizar, aunque todo no se puede hacer en dos años, esas máquinas tienen menos roturas y con los implementos hidráulicos hacen más humana la vida del cortador de caña. Hay, pues, un conjunto de factores que nos pueden permitir ir elevando el rendimiento en azúcar y el recobrado. Del mismo modo tenemos que trabajar en la agricultura; continuar, en la medida de lo posible, el incremento de las tierras de regadío en estas regiones del Nicaragua, del "López Peña" y de este central, para obtener mayores rendimientos agrícolas. Mientras mayores sean los rendimientos agrícolas, mayor el recobrado y mientras menos días perdidos, se produce más barata la caña y se produce también más barato el azúcar, sobre todo, en los períodos de zafra. No es lo mismo trabajar 80 días que 125 días, 130 ó 140 días. El personal es el mismo, el gasto que hay que hacer en salarios es el mismo, en general, en los centrales azucareros; de modo que todas las medidas que estamos aplicando en este proceso de recuperación de la industria azucarera y de la agricultura azucarera van a ir dando sus frutos.
Pero lo más importante es el hombre. En nuestra opinión se ha producido un incremento del ánimo, de la voluntad, de la disposición de trabajo del factor humano, y creo que esa ha sido una de las cosas más importantes de esta zafra, en este período especial, tiempo verdaderamente difícil.
Necesitábamos esto y el pueblo lo ha comprendido y ha hecho su máximo esfuerzo por hacer una buena zafra, y entre los colectivos que más se han destacado en el país, está este colectivo de "Fernando de Dios" (APLAUSOS), por eso ni fueron olvidados en el pasado, y mucho menos pueden ser olvidados hoy.
Este dato que aquí se dio de que ustedes durante 57 veces sobrecumplieron la norma potencial de molida es un hecho verdaderamente extraordinario, y tenemos que decirles a muchos colectivos azucareros que es conveniente venir a "Fernando de Dios" para aprender cómo hay que hacer las cosas en la zafra (APLAUSOS).
Recuerdo que a cada rato llegaban noticias, "tal central molió a tanto, tal a tanto, tal a tanto; ‘Fernando de Dios’ al 102, al 103", estaban por encima de 100 varias veces, y eso nos producía a todos un gran aliento. Se demostraba lo que podía hacerse.
Otra cosa que nos impresionaba es que ustedes reaccionaban muy rápido. Hubo algún problema mecánico, o hubo problemas climáticos y rápidamente, en muy breve tiempo, se levantaba de nuevo la producción del "Fernando de Dios", hasta que vinieron unos golpes de agua donde era absolutamente imposible cortar y trasladar la caña. Eso fue lo que retrasó a la provincia, lluvias excepcionales en una región que no se caracteriza por esas precipitaciones exageradas; eso fue lo que atrasó a esta provincia, igual que lo que ocurrió con Las Tunas.
En Las Tunas llovió en un punto determinado hasta 600 milímetros en 24 horas. ¿Quién ha visto eso de caer 600 milímetros en 24 horas en un punto? ¡Ni cuando el Flora, que todo el mundo recuerda y era en el mes de octubre, ni cuando el Flora llovió tanto como llovió en marzo, mes de zafra, por la zona de Las Tunas!, y también, por supuesto, mucho en la región holguinera.
Gracias a esa reacción rápida de ustedes, gracias a esa capacidad de sobreponerse a las dificultades es que han logrado el éxito obtenido, las 44 285; pero no se vayan a olvidar ahora de lo que les falta (RISAS).
Pero, bueno, han logrado ese éxito, y por eso se pueden proponer ayudar a otros centrales a cortar toda la caña, porque tengo entendido que piensan producir casi 3 000 toneladas más de azúcar. Así que el éxito de ustedes, el obtenido en esta zafra, lo van a mejorar y no tenemos la menor duda de que lo van a cumplir. Espero que no venga un Florita por ahí, un golpe de agua de esos devastador que nos impida hacerlo.
Creo que esa especie de extraplán, ese compromiso que hicieron para ayudar al país y para cortar hasta la última caña molible, lo van a cumplir. Por eso no quería dejar pasar esta ocasión en que, como decía, se cumplen varias cosas, porque cumplieron ustedes, cumplió ya la provincia de Holguín 495 000 toneladas (APLAUSOS) y el país llegó a las 4 400 000 toneladas de azúcar (APLAUSOS). De modo que son muy buenas noticias azucareras que estamos celebrando hoy en la provincia de Holguín, lo que es motivo de satisfacción para todo el país, es motivo de admiración hacia ustedes, es motivo de simpatía, de cariño y de agradecimiento hacia los trabajadores azucareros y hacia el pueblo de Holguín, porque se tuvo que movilizar intensamente para poder cortar en condiciones difíciles.
Apenas quedan unos días, si el tiempo no se portara muy mal, y ya se ha portado bastante mal para que siga fastidiando en estos días de finales de zafra; ya dentro de algunos días la provincia habrá concluido, después de un trabajo brillante, después de una estrategia inteligente: cortar allí donde se podía cortar, acelerar el sur; mientras se oreaba la tierra aquí y en otros lugares del norte de la provincia, hacer un esfuerzo final muy duro, aunque arriesgado, porque, ¿quién puede predecir el tiempo? Lo pueden predecir por dos o tres días y, a veces, hasta se equivocan los predictores del tiempo, porque ellos no son adivinos. Ellos estudian las corrientes de aire, la humedad, las altas presiones, las bajas presiones y no pueden decir con exactitud lo que pueda pasar en una semana. Hay algunos pronósticos un poco más dilatados, pero según dijeron recientemente vamos a tener unos días de oreo, casi casi lo que ustedes necesitan para cumplir el compromiso, que quiere decir, realmente, sobrecumplir los planes, tanto "Fernando de Dios" como la provincia.
Creo que todos ustedes se van a sentir muy orgullosos de ser holguineros si la caña que les falta por moler la muelen con un rendimiento razonable, que está perfectamente al alcance de ustedes. Dentro de unos días quedarán moliendo los últimos, que serán el "Frank País", porque está en las montañas —es una época más o menos histórica en que ellos hacen su zafra—, y por esta zona, en este llano, quedará el Nicaragua. Pero hay que darles ánimo también, porque les queda caña por cortar y porque pudieran permitir que la provincia que este año produjera más azúcar, aunque fuera una tonelada más, sea la provincia de Holguín, a pesar de todos los inconvenientes mencionados (APLAUSOS).
De veras que se merecen ustedes la más calurosa felicitación por el esfuerzo realizado. Estoy seguro de que a lo que queda no le faltará el entusiasmo de ustedes, ni el corazón de ustedes, ni el valor de ustedes, y que a los cañeros no les faltará el machete mambí, porque con machete mambí, combatiendo y luchando es como se alcanza la victoria; trabajando duro es como se alcanza la victoria; trabajando duro y con inteligencia, con constancia, con sentido patriótico es como nosotros podremos vencer a esa gran potencia que pretende hundirnos con su embargo, que pretende matarnos de hambre.
Pero una vez más a lo largo de la historia, como ya lo hemos hecho desde el triunfo de la Revolución, en la lucha frontal que ellos han mantenido contra nosotros, les estaremos demostrando cómo somos los cubanos de firmes, decididos y patrióticos. Desde la Punta de Maisí hasta el Cabo de San Antonio, todos somos uno en la unidad, en la lucha y en el patriotismo, con ese especial patriotismo que nace de los obreros, con ese especial patriotismo que nace de aquellos que tienen que ejercer el trabajo duro y el más duro de los trabajos, y entre los más duros de los trabajos está, precisamente, la zafra, la caña.
En el pasado trajeron hombres y los esclavizaron, como muchos de ustedes saben, para cortar la caña. Hoy nuestra caña es más honesta, es más digna, es más dulce, porque lo sostenemos con el esfuerzo y el sudor de los cubanos, no tiene nadie que venir a cortarla. Vendrán los voluntarios, y vendrán especialmente las máquinas que, como les decía, serán cada vez mejores y más eficientes; cada vez perderán menos tiempo, cada vez tendremos un poco más de medios de transporte, porque si hay medios de transporte —ustedes lo saben— se puede perder uno o dos días, pero cuando escampa se corta como lo han hecho ustedes, al ciento por ciento. Si la norma general es 76% u 80%, hay que tener más medios para recuperar los días que se pierdan, porque la mecanización es una gran ventaja; pero no es tan fácil como la caña que se tiraba con bueyes o la caña que se cortaba a mano.
Las lluvias no paraban antes los centrales. ¿Cómo resolver eso? Más medios de transporte para que las combinadas no pierdan tiempo; más medios de corte, aunque sean menos máquinas pero mucho más eficientes, para que las combinadas no pierdan tiempo esperando por las carretas, los camiones y los trailers. Por esa vía esperamos haber iniciado un camino, aunque duro, difícil, porque hay que hacerlo casi todo nuevo, las combinadas hay que hacerlas nuevas; todo eso cuesta, cuesta mucho, cuesta combustible, cuesta metal, cuesta trabajo.
Los centrales hay que seguirlos mejorando, a los centrales hay que mejorarles las comunicaciones. Ya pensamos que para el próximo año los pelotones de combinadas tengan comunicaciones, las UBPC tengan las comunicaciones, el central tenga las comunicaciones y no tenga que salir un hombre corriendo un montón de metros, a toda velocidad, como un campeón olímpico, para avisar que se cayó la presión o que el gas tiene esto o lo otro, todos esos problemas. Pensamos para el próximo año —ya se están dando los pasos pertinentes— establecer un sistema completo de comunicación en la industria y en la agricultura, para las gestiones que hay que hacer. Eso nos va a dar tiempo también, nos va a permitir elevar la capacidad de molida, la norma potencial.
Es decir, nos iremos modernizando y cada vez que surja alguna idea, alguna innovación, alguna invención que ayude al recobrado de azúcar y al rendimiento, trataremos de buscarlo sea como sea, porque esta es nuestra industria histórica y de esta industria y sus producciones viven alrededor de 2 millones de personas en nuestro país; no se trata solo del valor económico, sino del valor social y humano. Y hemos visto cuánto quieren los azucareros sus centrales, porque el día que por hache o por be un central cierra por un año, aparte de las consecuencias negativas de los que se retiran ya desalentados, está la atmósfera de luto que se produce en un central cuando se para.
Es difícil encontrar otro sector que sienta tanto amor por su industria y por su tarea como el de los obreros azucareros; por tanto, es para nosotros un honor reunirnos hoy aquí unos minutos con hombres y mujeres como ustedes.
En nombre de la patria les damos las gracias por el ejemplo que han dado, por la esperanza que significa, por lo que ayuda a fortalecer y consolidar la Revolución y la independencia de nuestro país, porque nos demuestra cuán justificado y con cuánta sinceridad y seguridad saben exclamar ustedes:
¡Socialismo o Muerte!
¡Patria o Muerte!
¡Venceremos
(OVACION)