III Congreso del Partido Comunista de Cuba y la crítica
A las puertas del VIII Congreso del Partido Comunista de Cuba (PCC), la organización política de vanguardia se enfoca en avanzar en concordancia con las metas históricas de la Revolución.
La nueva cita tiene en agenda la continuidad natural en la dirección a la vez que analizar los retos del país frente a las transformaciones económicas y el complejo escenario mundial.
Como antecedente, el tercer cónclave del PCC, celebrado en 1986, convocó al análisis de transformaciones socio-económicas y revisó de forma crítica los errores y tendencias negativas en la construcción socialista.
Con el III Congreso, el PCC llegó a la culminación de un quinquenio de fecundo trabajo en todos los frentes de la Revolución, aseguró en las palabras de inauguración el entonces segundo secretario del Comité Central, Raúl Castro.
'Al Congreso le corresponderá discutir el proyecto del primer programa del PCC, el cual será analizado posteriormente por las organizaciones del partido y la Unión de Jóvenes Comunistas, por los trabajadores, los campesinos y los estudiantes, por los combatientes (...) y todo el pueblo, para ser refrendado en una sesión especial del conclave', adelantó.
Con el tercer encuentro, agregó Raúl Castro, culminó la intensa actividad preparatoria que abarcó los procesos de balance y elección de las organizaciones de base y los organismos intermedios de dirección de la organización comunista.
En el informe del evento, el entonces primer secretario del Comité Central, Fidel Castro, señaló lo que denominó deficiencias y fallas en el avance del modelo cubano.
'No faltarán tampoco los señalamientos críticos a su debido tiempo, ni las ideas sobre lo que debemos combatir y vencer resueltamente', aseguró en la presentación del documento.
Cada Congreso debe ser un recuento alentador de lo que se ha hecho, una crítica enérgica de lo que se dejó de hacer y una proyección optimista y resuelta hacia el futuro, agregó.
Entre los puntos señalados, Fidel Castro destacó las insuficiencias en la exportación de bienes y servicios, en la sustitución de importaciones y los incumplimientos de entrega de productos a otros países socialistas.
Asimismo, llamó a perfeccionar el turismo, incrementar los rubros exportables y eliminar gastos excesivos y pocos ingresos en servicios productivos como el transporte marítimo.
En la economía nacional persisten situaciones subjetivas que conspiran contra la reducción de los costos de producción, el aumento de la rentabilidad y el ahorro de recursos materiales, laborales y financieros, mencionó.
'Subsisten evidentes deficiencias y fallas que debemos señalarlas por su nombre y combatirlas con toda energía. áSolo así seremos dignos de llamarnos comunistas!', agregó.
La etapa de aprendizaje debe quedar definitivamente atrás, es hora de aplicar ya a plenitud el enorme cúmulo de experiencias y conocimientos adquiridos en los años de la Revolución, subrayó Fidel Castro, quien fue ratificado como primer secretario del PCC.