Fidel Castro, bajo la urgencia de los profetas
Un solo camino, una sola línea revolucionaria, 1868-2018. Fidel Castro Ruz agrupa diez discursos pronunciados por el líder de la Revolución Cubana.
Una compilación de diez discursos pronunciados por el líder de la Revolución Cubana fue presentada en la Feria Internacional del Libro de La Habana bajo el título Un solo camino, una sola línea revolucionaria, 1868-2018. Fidel Castro Ruz.
El recorrido histórico, sin embargo, no comienza en la fecha del primer discurso compilado, sino en los días iniciales de la Revolución de Céspedes, allá en Demajagua, cuando se abrió la senda de una gesta en la que Fidel fue heredero, artífice y profeta, todo al mismo tiempo.
En sus palabras de presentación, el director del Instituto de Historia de Cuba, Yoel Cordoví, apuntó que justamente ahí está la importancia de este volumen que ha editado la Oficina de Publicaciones del Consejo de Estado en homenaje al 150 aniversario del inicio de las guerras de independencia, en la vocación de responder cuestiones útiles como:
«Qué significó este acontecimiento desde la óptica de Fidel Castro, cómo lo interpretó en tanto proceso, con sus acontecimientos y personalidades concretos. Cuáles fueron aquellos elementos de la historia del proceso revolucionario cubano que más identificó y recreó, en tanto consustanciales a su labor educativa».
Con prólogo del Dr. Eusebio Leal Spengler, el libro recoge, además, un análisis histórico de la Revolución Cubana hasta 1975, extraído del Informe Central al Primer Congreso del PCC, pero no se trata de una suma de alocuciones hilvanadas cronológicamente, a juicio del Doctor en Ciencias Históricas:
«Cada material se articula de manera coherente en busca de mostrar la organicidad del pensamiento fidelista, desde los más reposados enfoques en veladas y conmemoraciones, hasta los más encendidos, como el pronunciado en las honras fúnebres de las víctimas del bombardeo a distintos puntos de la República efectuado el 16 de abril de 1961, víspera de la invasión mercenaria por Playa Girón. Los contextos difieren, ciertamente, pero no así la lógica de su interpretación de la historia y, en particular, de la continuidad del proceso revolucionario; más bien se enriquece».
Nos enseñó el Comandante en Jefe a entender la Revolución como proceso, como una línea de continuidad marcada por hitos, momentos puntos de giro esenciales, siempre parte del contexto latinoamericano, siempre de cara al mundo. Una batalla constante por hacer lo imposible frente a la hostilidad de un vecino poderoso.
Bajo la urgencia de los profetas, como escribiera en el prólogo el Historiador de La Habana, vivió Fidel, y así lo leeremos en un libro que viaja con él en tiempos disímiles, pero en una misma vocación perenne. En palabras de Cordoví:
«A pesar del tiempo y de los cambios en los escenarios de política internacional, las estrategias de dominación y control no han perdido sus esencias hegemónicas, pero tampoco se han perdido la tradición humanista, el pensamiento contrahegemónico, antisistémico, y los valores del pensamiento crítico inculcados por Fidel. Tarea de muchos es, y deberá seguir siendo, el estudio de su magisterio político».
