“El 6 de agosto se nacionalizaron las refinerías de petróleo, las empresas de electricidad y teléfonos y 36 centrales azucareros, propiedades todas de empresas norteamericanas (…) El 13 de octubre de ese mismo año se nacionalizan todos los bancos y 383 grandes empresas económicas”, así resume el Informe Central del Primer Congreso del Partido Comunista de Cuba, la nacionalización de 1960.
 
El nuevo Gobierno tenía para sus acciones la fuerza de las armas, que le habían dado el triunfo, pero sus acciones se fueron erigiendo con la consagración legal. Abarcó todos los espacios en aquel “nuevo tejido político social”, como lo ha expresado el destacado jurista Dr. Julio Fernández Bulté, quien además agregó que: “El Presidente de la República y el Primer Ministro, habían sido facultados para dictar Resoluciones disponiendo la nacionalización, mediante expropiación forzosa y su adjudicación en pleno dominio en favor del Estado cubano, de todos los bienes y empresas ubicadas en el territorio nacional, y de los derechos y acciones emergentes de la explotación de esos bienes y empresas, que eran propiedad de las personas jurídicas nacionales de los Estados Unidos. Al amparo de esa autorización se dictó la resolución de nacionalización 26 de las empresas norteamericanas” (2)
 
Fidel, al referirse a los inicios del triunfo de la Revolución, en el Informe Central al Primer Congreso del Partido manifiesta: “Sabíamos que se iniciaba una etapa enteramente nueva en la historia de la Patria, que el camino sería largo y duro, pero que unidos estrechamente al pueblo marcharíamos adelante…” (3)
 
El imperialismo percibía las medidas del gobierno de nuevo tipo, además de no permitir su intromisión como era habitual. Todo esto no lo podía permitir y sus agresiones económicas, políticas y terroristas se hicieron sentir. Confiaba en que contaba con infinidad de condiciones para someter a la Revolución.….
 
“Las empresas monopolistas, los terratenientes y burgueses eran dueños de la nación. Aparte de la economía, todos los medios de divulgación masiva se encontraban en sus manos y nuestra sociedad estaba infestada de ideología reaccionaria. A muchos de nuestros ciudadanos, incluidas personas de procedencia y condición humilde, la palabra socialismo infundía pavor…” (4)
 
Apenas se dictó la Ley de Reforma Agraria, Estados Unidos comenzó a dar los primeros pasos para organizar una operación militar contra Cuba.
 
La resolución del 6 de agosto de 1960, nacionalizando las empresas norteamericanas era el contragolpe más fuerte que la Revolución daba a las agresiones norteamericanas. “Respondía de este modo a la eliminación de la cuota azucarera y al boicot de las empresas petroleras que se negaban a refinar el petróleo procedente de la Unión Soviética, y en fin, como se fundamenta en la Resolución de agosto de 1960, era la respuesta a la actitud de constante agresión del gobierno y el Congreso de los Estados Unidos, con fines políticos…” (5)
 
A las empresas nacionalizadas se les dio la posibilidad de indemnización, dando un plazo para presentar ese recurso, la mayoría no lo hizo.
 
El imperialismo se llevó a los principales técnicos de las empresas y documentación, para que no pudieran funcionar. Pero se equivocaron, el conocimiento y patriotismo de técnicos y trabajadores las pusieron en marcha, comenzaban a desempeñar su nuevo papel en la sociedad. El Che, como Ministro de Industrias tuvo un importante rol.
 
    Informe Central del Primer Congreso del Partido Comunista de Cuba, pag. 44
    Tras las pistas de la Revolución en cincuenta años de derecho, de Dr. Julio Fernández Bulté. Revista “Caminos” No. 57 de 2010, pag.47
    Informe Central del Primer Congreso del Partido Comunista de Cuba, pag. 30.
    Idem pag. 33)
    Tras las pistas de la Revolución en cincuenta años de derecho, de Dr. Julio Fernández Bulté. Revista “Caminos” No. 57 de 2010, pag.47
 
 
 
Autor. MSc. Martha Eugenia López Villeda, mexicana, incorporada al proceso revolucionario cubano desde 1955, ha escrito varios libros.