En nombre de la juventud cubana, sus principales líderes reverenciaron a participantes en importantes hechos de nuestra historia.

La historia vive en ellos. Se les ve risueños, alegres, optimistas. Sus cabellos se han tornado de color nieve, pero muchos tienen aún el aliento de los jóvenes de hoy. Cuando hablan de su tiempo, se les ve orgullosos por la gesta que los marcó para siempre a ellos y a Cuba. Han pasado 64 años desde que unos asaltaran los cuarteles Moncada y Carlos Manuel de Céspedes, mientras otros desembarcaran en el yate Granma por playa Las Coloradas.
 
Lo constatamos este viernes, en La Habana, cuando líderes de la Unión de Jóvenes Comunistas (UJC), de las organizaciones estudiantiles y de los movimientos juveniles compartieron con esos héroes, encuentro que resultó lección de historia y de vida.
 
Carlos Bermúdez Rodríguez, expedicionario del Granma, es de los convencidos de que Fidel partió a la eternidad con una confianza absoluta en la juventud y de que no le fallarán jamás. Mientras Eusebio González Campos, asaltante al cuartel Moncada, apuntó que por grandes que sean los peligros y el enemigo poderoso, las nuevas generaciones tienen que seguir defendiendo esta Cuba libre.
 
Cada uno de los combatientes que intervino en el homenaje expresó su felicidad por vivir días como este y destacó que, al igual que ellos, los jóvenes del siglo XXI tienen batallas importantes que librar, para lo cual es imprescindible que adquieran conciencia y sentido del deber con la Patria.
 
A ello siempre apostamos, aseveró Susely Morfa González, primera secretaria del Comité Nacional de la UJC, quien luego de ofrecer una información actualizada sobre las tareas más importantes que ocupan a la organización tras su 10mo. Congreso, reiteró la disposición de las nuevas generaciones de estar al frente de todas las misiones que encomiende la Revolución.
 
«Gracias a ustedes, dijo la dirigente juvenil, por regalarnos encuentros indispensables como estos, en momentos en que resulta imprescindible hacer eterno el pensamiento y legado de Fidel; gracias por su lealtad a la Patria, por enseñarnos siempre de qué lado está el deber».