Fidel y la Revolución cubana, un ejemplo para el Mundo
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En una carta que escribe estando en el presidio de Isla de Pinos, el 11 de abril de 1954, Fidel hace referencia a lo que había sentido cuando lo sacaron del centro penitenciario para llevarlo al juzgado del territorio.
“Hacía mucho tiempo que no veía campos ni horizontes abiertos. Allí estuve un rato conversando con los empleados del juzgado de instrucción, personas muy amables, sobre asuntos nacionales. Cuando volví otra vez a la celda me sentía extraño, molesto. Meditaba sobre las opiniones que había dado, rápidas, precisas, pero me di cuenta que había hablado maquinalmente. Sentí la sensación de que la luz, el paisaje, el horizonte, todo me afectaba como un mundo extraño, lejano, olvidado”.
En 1959, en este día, Fidel habla en un encuentro con los obreros de Plantas Eléctricas.
“Vamos a necesitar del concurso de todos, porque lo más extraordinario, entre muchas cosas interesantes que hemos podido apreciar en esta etapa, es el entusiasmo que ha despertado en el pueblo, en la ciudad precisamente, la reforma agraria”.
Comenta acerca de las campañas contra la Revolución que se hacían en los Estados Unidos. Señala que para que no cunda el ejemplo de Cuba se valen de todos los recursos que poseen, de las cadenas de periódicos, de las agencias de noticias y de otros medios de comunicación. Denuncia Fidel que se intenta rodear a Cuba de un cerco de mentira y de infamia, a fin de que la verdad redentora que emana, no se abra camino a través de todos los pueblos explotados y oprimidos de América.
“Pero todo poder tiene su límite, todas las fuerzas tienen su límite, todos los recursos, todo el poder y todas las fuerzas de nuestros enemigos tienen un límite y ese límite es Cuba, ese límite es nuestro pueblo, ese límite es el corazón y la inteligencia de cada cubano honrado y patriótico”.
“Eso es lo que jamás podrán conquistar, eso es lo que jamás podrán confundir, eso es lo que jamás podrán lograr, conquistar con la mentira la inteligencia de los cubanos, conquistar con la maldad y la ignominia el corazón de los cubanos; y mientras haya la inteligencia y haya el corazón de nuestro pueblo, y mientras que la inteligencia y el corazón de nuestro pueblo estén con la Revolución, jamás la Revolución será vencida”.
También Fidel resalta:
“Somos un pueblo pequeño, pero lleno de dignidad; un pueblo pequeño, pero lleno de honor; un pueblo pequeño, pero lleno de vergüenza; un pueblo pequeño, pero lleno de razones…”
En 1986, Fidel visita y conversa con historiadores con motivo del aniversario 91 del desembarco de José Martí por Playitas de Cajobabo.
Y justo en esta fecha de 2005, durante una comparecencia por la televisión, Fidel emplaza al presidente norteamericano George W. Bush a responder si escondía o no en el territorio de los Estados Unidos al terrorista Luis Posada Carriles, que había salido de Panamá tras ser indultado por la presidenta de ese país.
“Usted tiene una responsabilidad ante la opinión pública mundial, ante el pueblo de Estados Unidos, ante las víctimas norteamericanas del terrorismo en cualquier lugar, ante América Latina, ante el pueblo de Cuba y ante los familiares aquí reunidos, que no han recibido jamás el consuelo siquiera de una palabra de arrepentimiento o una solicitud de perdón por parte de ningún gobierno de Estados Unidos”.