Fidel llegó para quedarse definitivamente en Santiago de Cuba, dicen los hijos de esta ciudad que hoy le dieron el último adiós desde la Plaza Antonio Maceo hasta el cementerio Santa Ifigenia.

  Rostros con tristeza, palabras dichas de todo corazón, pañuelos en las manos para enjugar las lágrimas en la despedida del eterno líder, fueron imágenes vistas en las primeras horas de este domingo cuatro de diciembre.
 
  Ya está Fidel cerca de José Martí, su Maestro, y en las calles de Santiago de Cuba se sigue hablando de él, de la memorable jornada de este sábado por donde pasó el cortejo fúnebre, del homenaje del pueblo.

Agustín Castellanos, combatiente del Ejército Rebelde, dijo que Cuba y el mundo extrañarán al Comandante, con sus oportunas y certeras reflexiones de las amenazas que se ciernen sobre la especie humana y la agresión a la naturaleza y el medio ambiente.
 
  Tuvo mucha sabiduría desde joven, por eso lo seguí en las luchas en la Sierra Maestra y también lo acompañé en la Caravana de la Libertad aquel glorioso primero de enero de 1959, trayecto que acaba de transitar a la inversa, expresó emocionado este revolucionario de 80 años.

 
  Para Argenis Silva tener a Fidel en Santiago de Cuba entraña un compromiso, el de cumplir cada idea del concepto de Revolución, dado por él, y defender su rico legado en las luchas y su pensamiento.
 
  Por eso estuvo en la sede de la Central de Trabajadores de Cuba en el municipio cabecera,  custodiando el libro de firmas que apoyaron las palabras de Fidel, en uno de los locales habilitados con ese fin, luego de conocerse la triste noticia de su desaparición física.
 
  Ahora lo tenemos muy cerca del autor intelectual del asalto al Cuartel Moncada, en verdad dos gigantes de la historia, muy próximos uno del otro, acicate para continuar sus luchas, aseguró.