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Educación sin fronteras

Data: 

24/01/2014

Fonte: 

Diario Juventud Rebelde

Autore: 

Desde el triunfo revolucionario de 1959, Cuba abrió sus brazos a la educación, no solo para los nacionales, sino para los de más allá de sus fronteras. Durante todos estos años, miles de jóvenes de la región y de otros lugares del orbe han cursado estudios en la Isla, en diversos niveles de enseñanza.

También se concibieron eventos internacionales que permiten la superación y el intercambio de los docentes. Entre ellos destacan los encuentros internacionales de Pedagogía «por la unidad de los educadores» y los congresos Universidad.

Estos encuentros motivaron la creación de organismos internacionales que permiten el intercambio y la superación en la búsqueda de cumplir, para el 2015, con la meta de Educación para todos y de calidad, planteada por el mundo en la reunión de ministros del ramo realizada en Dakar, Senegal, 13 años atrás, con la participación de representantes de 164 naciones.

Entre esos organismos se encuentra el Instituto Pedagógico Latinoamericano y Caribeño (Iplac), que cuenta entre sus logros la creación y conducción del programa de alfabetización Yo, sí puedo, con el cual han aprendido a leer y escribir más de seis millones de personas de 28 países del mundo.

Fundado en 1992, parte de una idea del Comandante en Jefe Fidel Castro, a partir de la solicitud de los participantes en el Encuentro Pedagogía 90, para propiciar la superación de los maestros de la región.

El Iplac, única universidad de su tipo en Cuba, recibió en 1994 la condición de Cátedra Unesco en Ciencias de la Educación, así como en 2006 el Premio de Alfabetización Rey Seijong, que otorga ese organismo internacional.

Gracias al método cubano de alfabetización, Venezuela, Bolivia y Nicaragua se sumaron a Cuba como territorios libres de analfabetismo. Sin embargo, datos recientes señalan que en la región aún persisten 35,81 millones de analfabetos, si bien los valores promedio de alfabetización se han elevado considerablemente desde el 2000 hasta la fecha.
Trazos de un encuentro

Al intervenir en la I Cumbre de la Celac y referirse a algunos de los problemas que inciden en la región, el General de Ejército Raúl Castro, Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros, expresó: «Estamos obligados a alcanzar progresos considerables en la educación como base del desarrollo económico y social. Nada de lo que nos proponemos, desde la disminución de la inequidad hasta la reducción de la brecha tecnológica y digital, sería posible sin ello.

«La eliminación del analfabetismo, como meta primaria, es totalmente alcanzable. Con políticas adecuadas y cooperación regional para proveer un mínimo de recursos a los más necesitados, podríamos dar un salto en pocos años».

Desde que Cuba asumió la presidencia pro témpore del bloque, la problemática de la educación fue un tema medular en el que el país trabajó durante su gestión.

La I Reunión de Ministros de Educación de la Celac se realizó en La Habana, los días siete y ocho de febrero de 2013, en el contexto del evento Pedagogía. La Declaración del encuentro rescata los esfuerzos integracionistas de la región y recuerda el compromiso de los Estados miembros con la Declaración Mundial sobre la Educación para Todos, así como los seis objetivos formulados en el Marco de Acción del Foro Mundial de Educación Dakar 2000.

En este sentido, se identifica a la Celac como un espacio trascendental de intercambio y cooperación a nivel regional, se acuerdan 21 puntos temáticos y se define una «hoja de ruta».

En el encuentro se ratifica que el encomiable esfuerzo integracionista no será posible en términos reales y sostenibles si no se aborda el problema de la educación desde su doble dimensión: como derecho humano fundamental, y como una inversión en el capital humano y el futuro de los países.

Asimismo, se reafirmó que todas las personas deben gozar del derecho humano a la educación, proclamado en particular en la Declaración Universal de Derechos Humanos, así como en otras convenciones, pactos e instrumentos internacionales acordados en las dos últimas décadas, conscientes de la importancia primordial de la educación para todos, para el desarrollo económico y social sostenible de nuestros países, el bienestar de las familias, y enfrentar los desafíos del presente y del mañana.

En el encuentro se reconoció que Latinoamérica y el Caribe ha avanzado de manera general en materia educativa; sin embargo, a un año del 2015, plazo fijado para el cumplimiento de las metas de Educación para todos, algunos países de la región corren el riesgo de no cumplir algunas de ellas, en particular el objetivo de la educación primaria universal y la erradicación del analfabetismo.
Hoja de ruta

Los ministros de Educación de los países que integran la Celac, en la Declaración Final del encuentro de La Habana, elaboraron la siguiente «hoja de ruta», que marca los pasos que se deben seguir en materia de educación en la región.

—Considerar a la alfabetización total de sus poblaciones y al logro de una educación de calidad para todos como un objetivo a lograr y como un vehículo importante en el marco del desarrollo social de los países que integran la Celac, y como vía para avanzar hacia la reducción progresiva de las disparidades sociales existentes en la América Latina y el Caribe.

—Trabajar, en aquellos países con un nivel de alfabetización superior al 90 por ciento, por alcanzar la alfabetización total de sus poblaciones a más tardar en el año 2015.

—Trabajar por alcanzar el mismo objetivo, en aquellos países de la región con un nivel de alfabetización inferior a dicho porcentaje, para el año 2020.

—Elaborar, en cooperación con la Comisión Económica para la América Latina y el Caribe (Cepal), un catálogo de las mejores prácticas, de formación y desarrollo docente, de atención a la primera infancia, sobre equidad para las poblaciones rurales, indígenas y afrodescendientes, y de los mecanismos de cooperación en materia de alfabetización existentes en la región, y de las mejores formas de utilizarlos a fin de cumplir los objetivos anteriores.

—Elaborar, también en cooperación con la Cepal, un manual de las políticas públicas en materia de educación existentes en la región y determinar las mejores vías de promover la cooperación intrarregional en la materia, tanto en relación con políticas de inclusión educativa, como las que privilegian la calidad de la enseñanza y el aprendizaje.

—Identificar los posibles programas de becas y de intercambio académico entre los países de la región que puedan contribuir al desarrollo económico, social y científico de nuestros países y a su mayor integración, de conformidad con los principios y objetivos que rigen la Celac.

—Conciliar posiciones de los países miembros de la Celac a fin de garantizar que el proceso de reformas de la Unesco responda a los intereses de la América Latina y el Caribe.

—Conciliar posiciones de los países miembros de la Celac, en particular sobre los desafíos de la educación, con vistas a la definición de los objetivos post 2015, que se aprobarán por la Unesco y la Asamblea General de las Naciones Unidas.

—Reforzar el papel de la Unesco, como agencia líder a nivel mundial, en la atención a los desafíos y prioridades de la educación.

—Crear un grupo de trabajo permanente de la Celac, cuya primera reunión se efectuaría en fecha y sede a definir, que contribuya a la consecución de las anteriores decisiones y a proponer nuevas vías de cooperación en esta esfera. El grupo de trabajo rendirá su primer informe en la reunión de Coordinadores Nacionales que se efectúe después de la conclusión de esta etapa de sus trabajos.

—Solicitar a la II Cumbre de la Celac, a efectuarse en La Habana, Cuba, en enero de 2014, que potencie el papel de la educación, en todos sus niveles, entre los sectores prioritarios para la Comunidad en su objetivo de promover el desarrollo social de la América Latina y el Caribe.

Todos esos propósitos no son más que la expresión primigenia de una voluntad política que pone a la educación en los ejes centrales del desarrollo y la integración regional.