La Historia me Absolverá
Las Acciones del 26 de julio de 1953 fracasaron en el plano militar por factores accidentales, pero tuvieron el valor histórico singular de ofrecer una esperanza al pueblo cubano al señalar el camino de la insurrección armada popular contra el brutal y reaccionario régimen tiránico que entonces lo oprimía, anunciar que había surgido una nueva vanguardia revolucionaria capaz de realizar los mayores sacrificios por lograr la emancipación plena del pueblo, y dotar a la lucha de un programa. Dichas acciones significaron por eso una extraordinaria victoria moral y política.