Grupos de Pesquisa Activa: un camino de lucha contra el cólera
Data:
23/12/2010
Fonte:
Periódico Granma
Hoy Haití se encuentra en una encrucijada ante una letal epidemia de cólera, que se propaga vertiginosamente día a día, responsable de haber enfermado ya a más de 110 000 personas, incluida la muerte de cerca de 2 500 haitianos en apenas dos meses y medio.
Fotos del autorEl médico argentino Emiliano Mariscal, graduado de la ELAM y miembro de la Brigada Médica Cubana.
La situación es aún más compleja en aquellas 207 subcomunas rurales de muy difícil acceso, carentes de servicios médicos y donde sus habitantes fallecen incluso sin tener conocimiento de porqué mueren. Es una pesadilla.
Ante tal cuadro, la Brigada Médica Cubana destacada en este país, puso en práctica desde hace varios días una revolucionaria idea con la creación de pequeños equipos móviles integrados por médicos y enfermeros denominados Grupos de Pesquisa Activa (GPA) "Subcomuna Adentro", que cargando en sus espaldas mochilas con medicamentos necesarios y material educativo realizan la importante labor de prevención de la enfermedad allá en esos remotos parajes, y a la vez, medican a los pacientes de cólera encontrados.
EN LAS MONTAÑAS DE MONTALE
La primera experiencia de este tipo se llevó a cabo en el poblado montañoso de Plateau, de la subcomuna Bayonnais, perteneciente a la comuna Gonaives del departamento Artibonite.
El GPA tras la charla preventiva de cómo enfrentar el cólera, distribuye sales de rehidratación a los lugareños.
Contribuye a validar aún más esta necesaria iniciativa, una labor similar cumplida ahora por el Grupo de Pesquisa Activa del Hospital Comunitario de Referencia (HCR) de Thomazeau, convertido en una unidad de tratamiento de cólera, del departamento Oeste. Ese GPA fue el primero que pasó dos noches y tres días en el recóndito poblado de Montale, subcomuna de Trou D’Eau de unos 4 000 habitantes.
Tras un primer fallido intento de subida —siempre hay tropiezos en todo lo nuevo que se implementa—, el GPA de Thomazeau persistió y ascendió al día siguiente más de una decena de kilómetros en el jeep timoneado por el holguinero Wilber Hernández, quien hizo malabares para vencer el agreste camino montañoso a Montale, dominado por abruptas laderas y serpenteantes y escabrosos trillos de piedra caliza.
Allí enfrentaron una fuerte lluvia, una densa niebla y un frío insoportable, que los caló hasta los huesos, pero con la satisfacción de haber atendido 66 casos de cólera, "de ellos un deshidratado severo, cuatro moderados y el resto leves (en su primer día de síntomas de la enfermedad), a quienes salvamos la vida", expresa a Granma el médico argentino Emiliano Mariscal, graduado de la Escuela Latinoamericana de Medicina (ELAM) en el 2007, integrante de la Brigada Médica Cubana. Él lleva en su sangre el "bichito" del internacionalismo y el servicio a los pobres como nuestro Comandante Ernesto Che Guevara.
"En Montale los cuatro médicos (entre ellos tres galenos egresados de la ELAM de nacionalidad chilena y ecuatoriana) y cuatro enfermeros del Grupo nos instalamos en la iglesia católica del lugar, conversamos con el cura y los reverendos de las otras iglesias (dos evangélicas y una bautista) y los líderes informales y les pedimos que corrieran la voz de nuestra estancia en el lugar loma abajo.
"Se veían caras de asombro por haber visto por primera vez médicos que los fueran a visitar y a conversar con ellos.
"Pudimos dar charlas preventivas casa a casa en el propio Montale, incluso en una valla de gallos de pelea, con un centenar de lugareños.
"A todos explicamos del porqué la gente se enferma de cólera, las medidas elementales higiénicas a adoptar como lavarse las manos, la necesidad de tomar agua clorada, repartimos sales de rehidratación; también atendimos a pacientes aquejados de otras enfermedades como hipertensión arterial y problemas de la piel.
"Hasta el Hospital Comunitario de Thomazeau estos pacientes tendrían que salvar la distancia, caminando cuesta abajo, de cinco a seis horas y no son todos los que se deciden y pueden hacer la travesía enfermos y por un difícil camino.
"Esta experiencia valida la utilidad de los Grupos de Pesquisa Activa para enfrentar el cólera y cortar la transmisión, porque la atención médica inmediata figura entre las medidas descritas en la bibliografía, que reducen la letalidad de este mal. Al tratar al paciente también tratamos a la familia, se hace profilaxis de contacto.
"Lamentablemente antes de nuestra llegada nos informaron que seis contagiados fallecieron por el cólera, pero salvamos a esos 66 pacientes que pudimos atender, que hubieran muerto de no ser tratados."
El doctor Emiliano, quien llegó en febrero pasado tras el destructor terremoto sufrido por Haití a principio de año, expresa sin vacilación: "No hay país en el mundo con mayor voluntad para ayudar a Haití que Cuba, a pesar de estar bloqueada por Estados unidos, y de que los grandes medios de comunicación minimicen su labor humanitaria aquí por razones políticas. Y no solo eso, Cuba cuenta con autoridad moral en el señalamiento de las pautas del combate al cólera entre los actores internacionales presentes en Haití".
Fotos del autorEl médico argentino Emiliano Mariscal, graduado de la ELAM y miembro de la Brigada Médica Cubana.
La situación es aún más compleja en aquellas 207 subcomunas rurales de muy difícil acceso, carentes de servicios médicos y donde sus habitantes fallecen incluso sin tener conocimiento de porqué mueren. Es una pesadilla.
Ante tal cuadro, la Brigada Médica Cubana destacada en este país, puso en práctica desde hace varios días una revolucionaria idea con la creación de pequeños equipos móviles integrados por médicos y enfermeros denominados Grupos de Pesquisa Activa (GPA) "Subcomuna Adentro", que cargando en sus espaldas mochilas con medicamentos necesarios y material educativo realizan la importante labor de prevención de la enfermedad allá en esos remotos parajes, y a la vez, medican a los pacientes de cólera encontrados.
EN LAS MONTAÑAS DE MONTALE
La primera experiencia de este tipo se llevó a cabo en el poblado montañoso de Plateau, de la subcomuna Bayonnais, perteneciente a la comuna Gonaives del departamento Artibonite.
El GPA tras la charla preventiva de cómo enfrentar el cólera, distribuye sales de rehidratación a los lugareños.
Contribuye a validar aún más esta necesaria iniciativa, una labor similar cumplida ahora por el Grupo de Pesquisa Activa del Hospital Comunitario de Referencia (HCR) de Thomazeau, convertido en una unidad de tratamiento de cólera, del departamento Oeste. Ese GPA fue el primero que pasó dos noches y tres días en el recóndito poblado de Montale, subcomuna de Trou D’Eau de unos 4 000 habitantes.
Tras un primer fallido intento de subida —siempre hay tropiezos en todo lo nuevo que se implementa—, el GPA de Thomazeau persistió y ascendió al día siguiente más de una decena de kilómetros en el jeep timoneado por el holguinero Wilber Hernández, quien hizo malabares para vencer el agreste camino montañoso a Montale, dominado por abruptas laderas y serpenteantes y escabrosos trillos de piedra caliza.
Allí enfrentaron una fuerte lluvia, una densa niebla y un frío insoportable, que los caló hasta los huesos, pero con la satisfacción de haber atendido 66 casos de cólera, "de ellos un deshidratado severo, cuatro moderados y el resto leves (en su primer día de síntomas de la enfermedad), a quienes salvamos la vida", expresa a Granma el médico argentino Emiliano Mariscal, graduado de la Escuela Latinoamericana de Medicina (ELAM) en el 2007, integrante de la Brigada Médica Cubana. Él lleva en su sangre el "bichito" del internacionalismo y el servicio a los pobres como nuestro Comandante Ernesto Che Guevara.
"En Montale los cuatro médicos (entre ellos tres galenos egresados de la ELAM de nacionalidad chilena y ecuatoriana) y cuatro enfermeros del Grupo nos instalamos en la iglesia católica del lugar, conversamos con el cura y los reverendos de las otras iglesias (dos evangélicas y una bautista) y los líderes informales y les pedimos que corrieran la voz de nuestra estancia en el lugar loma abajo.
"Se veían caras de asombro por haber visto por primera vez médicos que los fueran a visitar y a conversar con ellos.
"Pudimos dar charlas preventivas casa a casa en el propio Montale, incluso en una valla de gallos de pelea, con un centenar de lugareños.
"A todos explicamos del porqué la gente se enferma de cólera, las medidas elementales higiénicas a adoptar como lavarse las manos, la necesidad de tomar agua clorada, repartimos sales de rehidratación; también atendimos a pacientes aquejados de otras enfermedades como hipertensión arterial y problemas de la piel.
"Hasta el Hospital Comunitario de Thomazeau estos pacientes tendrían que salvar la distancia, caminando cuesta abajo, de cinco a seis horas y no son todos los que se deciden y pueden hacer la travesía enfermos y por un difícil camino.
"Esta experiencia valida la utilidad de los Grupos de Pesquisa Activa para enfrentar el cólera y cortar la transmisión, porque la atención médica inmediata figura entre las medidas descritas en la bibliografía, que reducen la letalidad de este mal. Al tratar al paciente también tratamos a la familia, se hace profilaxis de contacto.
"Lamentablemente antes de nuestra llegada nos informaron que seis contagiados fallecieron por el cólera, pero salvamos a esos 66 pacientes que pudimos atender, que hubieran muerto de no ser tratados."
El doctor Emiliano, quien llegó en febrero pasado tras el destructor terremoto sufrido por Haití a principio de año, expresa sin vacilación: "No hay país en el mundo con mayor voluntad para ayudar a Haití que Cuba, a pesar de estar bloqueada por Estados unidos, y de que los grandes medios de comunicación minimicen su labor humanitaria aquí por razones políticas. Y no solo eso, Cuba cuenta con autoridad moral en el señalamiento de las pautas del combate al cólera entre los actores internacionales presentes en Haití".