Discurso pronunciado por el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz en la concentración popular de despedida efectuada en la explanada de África, Argel, Argelia, el 16 de mayo de 1972
Data:
Querido compañero Houari Boumediene;
Queridos dirigentes del FLN y del Gobierno argelino;
Queridos hermanos de Argelia:
Hace ocho días llegamos a vuestro país. No han sido ocho días de descanso, han sido ocho días de incesante actividad. Hemos recorrido una gran parte del país: estuvimos en el desierto, visitamos los experimentos agrícolas, visitamos la región petrolera de Hassi-Messaoud, visitamos la ciudad de Orán, el complejo petroquímico de Arzew. Hemos visto las nuevas industrias comenzando a funcionar, la fábrica de fertilizantes nitrogenados, la fábrica de licuefacción. Hemos visto cómo se construye rápidamente la nueva refinería de Arzew, las plantas recuperadoras de gas, las terminales para el embarque de petróleo y de gas. Visitamos incluso la base recuperada de Mers-EI-Kebir. Después visitamos Constantine, la fábrica de tractores y de la industria mecánica que producirá 5 000 tractores anualmente y 10 000 motores de camiones. Visitamos la Universidad en construcción de Constantine, que será sin duda alguna una instalación única en el mundo.
Visitamos la heroica región de Skikda y el complejo petroquímico que allí se construye. Participamos en la inauguración del gasoducto y el oleoducto de Hassi-R'Mel y Mesdar-Skikda. Visitamos la nueva siderurgia de EI-Hadjal, en Annaba, con la acería que ahora entra en producción. Visitamos por último el complejo de fertilizantes de Annaba.
Hemos recorrido pues una gran parte de Argelia. Podemos dar nuestra impresión.
Hemos visto un pueblo trabajando; hemos visto una industria sólida que se desarrolla; hemos visto un aprovechamiento inteligente de los recursos naturales de Argelia, una concepción, a nuestro juicio, absolutamente correcta del desarrollo. Pero no son cualesquiera instalaciones. Hemos visto instalaciones equipadas con la técnica más moderna existente en el mundo. Hemos visto oleoductos y gasoductos que transportan directamente desde los pozos, a cientos de kilómetros de distancia, los productos hacia las terminales de embarque y hacia la industria petroquímica.
La industria petroquímica que Argelia desarrolla se puede considerar entre las más modernas del mundo. La industria petroquímica de Argelia, y en especial las plantas de licuefacción de gas, son instalaciones de tan alta productividad que sería difícil encontrar ninguna industria en ningún otro país con una productividad tan alta por hombre. Haciendo nuestros propios cálculos, no sería exagerado decir que la producción por hombre estaría alrededor de 100 000 dólares al año. No recuerdo en ninguna otra parte ninguna otra instalación industrial con tan alta productividad.
Si se tiene en cuenta que en Argelia existen reservas de gas consideradas entre las más altas del mundo; si se tiene en cuenta que el mundo tiene una necesidad creciente de hidrocarburos, y entre ellos el gas; si se tiene en cuenta que el gas es materia prima fundamental de la industria petroquímica, de la producción de fertilizantes y de plásticos, de la producción de energía eléctrica, de las fundiciones y de las acerías; si se tiene en cuenta que las posibilidades técnicas del aprovechamiento de estos recursos naturales crecen año por año, no se puede sacar otra conclusión de que el porvenir económico de Argelia y de su pueblo, su desarrollo técnico y social están absolutamente asegurados (APLAUSOS).
Pero Argelia no se limita solamente al aprovechamiento de los recursos de hidrocarburos, sino también que avanza en el aprovechamiento de sus recursos minerales. La siderurgia de Annaba es igualmente una instalación muy moderna, que está aplicando las técnicas más eficientes en la producción de acero. Esas instalaciones no son fáciles: son instalaciones costosas, que requieren obreros muy calificados, que requieren cuadros de dirección, que requieren gran número de técnicos.
Sin embargo, allí no solamente estaban ya las industrias, sino también estaban los obreros argelinos, los ingenieros argelinos, los técnicos argelinos y los cuadros argelinos dirigiendo aquellas industrias (APLAUSOS).
No queda la menor duda de que el aprovechamiento de esos recursos, el desarrollo de la petroquímica y el desarrollo de la siderurgia, desde nuestro punto de vista, son absolutamente correctos.
Por eso, como decía el compañero Boumediene, los hechos están mostrando los puntos de vista correctos: sin acero no puede haber desarrollo (APLAUSOS). Intentar el desarrollo sin acero es como intentar hacer la guerra sin armas y sin balas (APLAUSOS).
Argelia tiene gas, Argelia tiene hierro. Hay países que no tienen ni gas, ni hierro, ni carbón, y producen decenas de millones de toneladas de acero. Hay pequeños países industriales de Europa que producen 10, 12, 14 y 15 millones de toneladas de acero. ¿Y por qué Argelia que tiene gas, que tiene incluso carbón, que tiene hierro, y que tiene inmensas necesidades, no va a producir más acero?
Ahora se ve con toda claridad: hay gasoductos de cientos de kilómetros y oleoductos enteramente nuevos construidos con acero argelino. ¿Cuánto habría costado eso si todo ese acero tuviera que importarse? Las fábricas mecánicas, de tractores, de camiones, de estructuras de acero, componentes para toda la industria mecánica, están asegurados en esa industria que se desarrolla allá en Annaba (APLAUSOS).
Tuvimos oportunidad de visitar algunas instalaciones educacionales: el Instituto Agrícola de Mostaganes. Además, tenemos un grupo de compatriotas estudiando en el Instituto de Hidrocarburos de Boumerdes. En Mostaganes pudimos ver las instalaciones y los medios educacionales, y, sobre todo, pudimos conversar con los estudiantes.
Acerca del Instituto de Boumerdes, nuestros compañeros nos han hablado de su nivel técnico, de sus profesores y de la calidad en general de esa institución educacional. Eso garantiza la formación de los técnicos argelinos para el desarrollo.
Además de las áreas industriales, hemos podido ver las tierras argelinas, y sin duda que será muy difícil encontrar otras tierras como esas en otros países. Argelia no solo posee grandes recursos de hidrocarburos y de minerales, sino que posee también recursos agrícolas extraordinarios.
Bien. Esas son nuestras impresiones del país, de sus recursos, de sus industrias y de sus posibilidades económicas. Pero, sobre todo, ciertamente nos ha impresionado el pueblo argelino (APLAUSOS), los jóvenes argelinos, los trabajadores argelinos, los campesinos argelinos, las mujeres argelinas, los niños argelinos (APLAUSOS). Si son extraordinarios sus recursos naturales, aún más extraordinarios son los recursos humanos de Argelia.
¿Y qué significado especial tiene Argelia para los países del Tercer Mundo? Argelia constituye, a nuestro juicio, un verdadero ejemplo para los países del Tercer Mundo (APLAUSOS). ¿Por qué? Argelia no solo hizo su revolución luchando muy duramente contra una poderosa potencia industrial y militar; Argelia no solo defendió su independencia durante 150 años de ocupación, no solo dio un ejemplo al mundo en el siglo pasado y en el siglo actual. Cuando nosotros visitábamos Skikda, nos contaron la masacre del mes de agosto de 1955, y que en un solo día habían asesinado allí 3 500 argelinos. Recordábamos la última guerra mundial. Recordábamos la aldea de Lídice, en Checoslovaquia, que fue exterminada. Pero, al menos, el mundo supo que en Lídice se había cometido un gran crimen. Sin embargo, la matanza de Skikda fue mucho mayor, y de tal manera los colonialistas controlaban los medios de divulgación, que en el mundo no se supo el extraordinario crimen que allí se había cometido (APLAUSOS).
Es decir que Argelia no solo dio un ejemplo de cómo se defiende la patria, de cómo se conquista la libertad y cómo se hace la revolución con las armas en la mano —ese ejemplo está ahí, y estará siempre para los demás pueblos que todavía sufren el coloniaje, la opresión y la explotación de cualquier tipo—, sino que Argelia después de haber conquistado su independencia, le está enseñando a los pueblos del Tercer Mundo qué es lo que hay que hacer con sus recursos naturales (APLAUSOS).
Otros pueblos de Africa, de Asia y de América Latina tienen también grandes recursos naturales, recursos minerales y recursos de hidrocarburos, petróleo y gas (EXCLAMACIONES DE: "¡Viva Viet Nam!" Y "¡Nixon asesino!" y "¡Fidel Castro, Fidel Castro!").
¿Y qué hacen otros países, otros muchos países del Tercer Mundo, con sus recursos naturales? Los han entregado a los imperialistas, los han puesto en manos de los monopolios imperialistas. ¿Y qué ocurre en esos países? ¿Acaso asegurar el desarrollo? No. Están sustrayendo los recursos naturales y desarrollando allí los hábitos de consumo de los países desarrollados. Les dejarán los túneles de las minas, les dejarán los pozos vacíos, les dejarán los hábitos de las sociedades de consumo, y no les dejarán ningún desarrollo. En el futuro les esperará la mayor miseria en medio de los grandes hábitos que a una minoría les han inculcado allí el capitalismo, el colonialismo y el imperialismo.
Esa es la realidad.
A nosotros nos entusiasma ver lo que Argelia hace con sus recursos naturales; asegurar un gran desarrollo para llegar a jugar el papel que le corresponde entre los pueblos del Tercer Mundo. Y a nuestro juicio ese es el ejemplo que Argelia le está dando hoy al mundo (APLAUSOS Y EXCLAMACIONES DE: "¡Fidel, Fidel!”).
Nosotros sabemos que ustedes, una vez asegurado ya el despegue del desarrollo industrial, se preparan a impulsar la Revolución Agraria (APLAUSOS).
Como nosotros decíamos en Orán: revolución industrial, revolución cultural y revolución agraria, son tres pilares sólidos sobre los cuales llevarán a cabo una gran revolución (APLAUSOS).
Nosotros sabemos que en el futuro inmediato la gran tarea que ustedes los argelinos se proponen realizar es la revolución agraria. Observamos, además, el esfuerzo que realiza la dirección argelina por llevar a cabo ese programa de una manera inteligente y sabia. No es una tarea fácil: es una tarea compleja, es una tarea difícil. Sin embargo, nos admira la sabiduría contenida en la apelación a la solidaridad nacional, para que el mismo pueblo que luchó unido por la liberación, luche unido también por la revolución agraria (APLAUSOS).
No debemos olvidar que Argelia libró una guerra nacional contra el coloniaje. Y esa fue una guerra de todos los argelinos. Ahora Argelia libra una guerra contra el Subdesarrollo, contra la pobreza y esa tiene que ser, lógicamente, una guerra de todos los argelinos. Es decir, nosotros admiramos la sabiduría contenida en la apelación a la unidad, a la solidaridad, y nos admira la apelación a las donaciones de tierra y la respuesta que esa apelación está encontrando en el pueblo argelino.
Nosotros sabemos, por nuestra propia experiencia, que ese camino y esa línea tendrán éxito, y que los argelinos unidos y hermanados llevarán adelante su revolución agraria (APLAUSOS).
Entre los argelinos y nosotros —es decir, entre los argelinos y los cubanos—, ha sido fácil el encuentro, ha sido fácil la comprensión, ha sido fácil la unión, sencillamente porque somos dos pueblos revolucionarios, porque somos dos pueblos que conquistamos nuestra libertad con las armas en la mano, porque somos dos pueblos que luchamos más de un siglo para obtener nuestra completa independencia. Por eso nos comprendemos (APLAUSOS).
Nuestra delegación se ha sentido muy honrada en este país; se ha sentido profundamente emocionada por el calor, la amistad y el afecto con que ha sido recibida en este país. Y nosotros admiramos ese afecto tanto más puesto que es el afecto de un pueblo heroico, de un pueblo combatiente, que sabe ser tan afectuoso con sus amigos como supo ser intransigente y feroz con sus enemigos (APLAUSOS).
Ustedes han gritado consignas de solidaridad con Viet Nam; ustedes han estado mencionando el nombre de Nixon, y no precisamente con calificativos agradables; ustedes han estado hablando de Viet Nam, y precisamente nosotros queremos hablar de Viet Nam.
Estando nosotros en Argelia se produjo la nueva escalada imperialista, se produjo el bloqueo de Viet Nam y el minado de los puertos. Esa circunstancia permitió el análisis entre la dirección argelina y la delegación cubana sobre los problemas de Viet Nam y los criterios de Argelia y de Cuba con relación a Viet Nam son de absoluta unanimidad, de absoluto apoyo, de absoluta solidaridad (APLAUSOS). Y es lógico: nosotros hemos llevado a cabo nuestra liberación contra los imperialistas yankis; Argelia llevó a cabo su lucha contra los colonialistas franceses apoyados por la OTAN; y los vietnamitas llevan más de 25 años luchando primero contra los colonialistas franceses y después contra los imperialistas yankis. Viet Nam sintetiza la lucha de Argelia y de Cuba. Viet Nam luchó ayer contra los mismos opresores de Argelia, y lucha hoy contra los mismos opresores de Cuba, de Argelia y de otros países (APLAUSOS).
Hay una coincidencia total entre la Revolución Argelina y la Revolución Cubana de apoyo a Viet Nam y al movimiento revolucionario en Asia, en Africa y en América Latina. La posición de los cubanos con relación a Viet Nam se define de una forma: ¡En Viet Nam se lucha no solo por Viet Nam, se lucha por el resto del mundo! ¡En Viet Nam se libra una batalla por la liberación de todos los pueblos! Los vietnamitas han muerto también luchando por los cubanos, por los latinoamericanos, por los africanos, por los argelinos. ¡Por eso nosotros decimos que por Viet Nam estamos dispuestos a dar hasta nuestra propia sangre! (APLAUSOS) Por Viet Nam, los cubanos están dispuestos a hacer lo que sea necesario; por Viet Nam, los cubanos estamos dispuestos a combatir allí junto a ellos. Y nosotros sabemos que ese es el sentimiento de todos los pueblos revolucionarios.
Los imperialistas serán derrotados en Viet Nam (APLAUSOS).
Hay algo más: la lucha costará más sacrificios a los vietnamitas, ¡pero la victoria de los vietnamitas está asegurada en Viet Nam! (APLAUSOS)
¡No habrá paz sino sobre la base de la independencia de los pueblos de Indochina! ¡No habrá paz sino sobre la base de los Siete Punto del Movimiento de Liberación de Viet Nam!
El pueblo de Viet Nam ha dado pruebas de que no se intimida con los bombardeos ni con las agresiones. ¡El pueblo de Viet Nam está firme. Es inconmovible, y vencerá!
Viet Nam no está solo. Con Viet Nam está la razón, con Viet Nam está la opinión pública mundial, con Viet Nam están todos los países progresistas, con Viet Nam están todos los países socialistas. Pero, además, ¡por Viet Nam estamos dispuestos a combatir los revolucionarios!, y contra eso los imperialistas no podrán hacer absolutamente nada.
Las posiciones comunes de Argelia y de Cuba se extienden a todo el campo del movimiento revolucionario. Son comunes nuestras posiciones de apoyo incondicional al pueblo heroico de Palestina (APLAUSOS Y EXCLAMACIONES DE: "¡Fidel!"), a los países árabes cuyos territorios están ocupados por los invasores. Nuestras posiciones son comunes en apoyo al pueblo guineano contra las agresiones de los colonialistas, en apoyo al pueblo de Guinea Bissau, en apoyo a los pueblos de Angola y Mozambique, en apoyo al pueblo de Africa del Sur. Nuestras posiciones son comunes en apoyo al movimiento revolucionario en Asia, en Africa y en América Latina.
Por eso nosotros podemos decir que hay una gran identidad de criterios entre la Revolución Argelina y la Revolución Cubana. Que los lazos de nuestra amistad se estrechan y se estrecharán cada vez más en la lucha común frente al imperialismo, en la lucha común frente a la pobreza, frente al subdesarrollo, en la lucha común frente a los problemas de nuestros pueblos (APLAUSOS).
Las relaciones de amistad y de hermandad entre los pueblos de Argelia y de Cuba florecerán. Trabajaremos y lucharemos por ese camino. Trabajaremos y lucharemos para hacer más estrecha la unión y la solidaridad entre los pueblos de Argelia y de Cuba (APLAUSOS).
Tenemos delante un largo camino, tenemos delante una gran tarea en nuestros pueblos, en nuestros continentes, en nuestras obligaciones con los demás pueblos, y cumpliremos nuestro deber de solidaridad (APLAUSOS).
Solo nos queda darles las gracias. Queremos expresar el agradecimiento de nuestra delegación al Gobierno argelino por la invitación a visitar este país, por el extraordinario afecto con que nos recibiera, por el programa, por todas las atenciones. Queremos agradecerle muy especialmente a nuestro hermano Boumediene sus atenciones (APLAUSOS). Queremos agradecerle el gran honor que ha sido para nosotros su compañía a lo largo y ancho de Argelia. Queremos agradecerle la oportunidad de haber podido conocerle profundamente, de haber podido conocer sus pensamientos, sus sentimientos, su profundo amor a la revolución argelina, su entrega absoluta y total a la causa de su pueblo (APLAUSOS), su espíritu de trabajo, su modestia extraordinaria, sus magníficos sentimientos de amistad y de hermandad.
Para nosotros ha sido también fácil la comunicación, el intercambio de ideas, el desarrollo de la amistad, porque es la amistad entre dos guerrilleros, entre dos combatientes revolucionarios (APLAUSOS y EXCLAMACIONES DE: "¡Fidel!"), que hemos vivido una experiencia similar en el pasado y que vivimos una experiencia similar en el presente.
Y queremos, por último, agradecerle al pueblo argelino sus pruebas de solidaridad y amistad hacia la Revolución Cubana (APLAUSOS Y EXCLAMACIONES DE: "¡Fidel Castro, Fidel Castro, Fidel Castro!").
No es fácil expresarse cuando de por medio está el idioma. Pero nosotros queremos decirles, en nombre de toda la delegación, que hemos sido totalmente conquistados por el cariño y el afecto del pueblo argelino (APLAUSOS). Queremos decirles que nunca olvidaremos este encuentro, que nunca olvidaremos nuestras impresiones de Argelia, que nunca olvidaremos a sus niños, a sus jóvenes, a sus trabajadores, a sus campesinos, a su pueblo; que nunca olvidaremos las atenciones y el afecto de las autoridades civiles y militares, de los dirigentes revolucionarios, de los funcionarios del Gobierno .
Solo queremos decir, para que se nos comprenda, que nos marcharemos mañana de Argelia, pero nos marcharemos tristes.
Cuando en algún lugar se acoge tan bien a una delegación, cuando en algún lugar se le recibe con ese espíritu de solidaridad y de hermandad; cuando en un lugar se le recibe no ya con esa proverbial hospitalidad de los pueblos árabes, sino con esa hospitalidad de los pueblos hermanos, de los pueblos combatientes, de los pueblos revolucionarios (APLAUSOS), inevitablemente al marchar el sentimiento es de tristeza, de tristeza pero de seguridad en el triunfo de la Revolución Argelina; de tristeza pero de optimismo en la victoria de nuestros pueblos; de tristeza pero de esperanza en el mañana de los argelinos, de los cubanos, de los vietnamitas, de los guineanos y de todos los pueblos que luchan contra el imperialismo, que luchan contra el subdesarrollo y que luchan contra la pobreza (APLAUSOS).
Y decirles a los argelinos que allá, en el continente americano, en el Caribe, en la isla de Cuba, en el pueblo cubano, tienen y tendrán un verdadero hermano (APLAUSOS).
Muchas gracias.
(OVACION)