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DISCURSO PRONUNCIADO POR EL COMANDANTE EN JEFE FIDEL CASTRO RUZ EN EL ACTO CONMEMORATIVO POR EL XXXVI ANIVERSARIO DEL ASALTO AL CUARTEL MONCADA, CELEBRADO EN LA PLAZA MAYOR GENERAL "IGNACIO AGRAMONTE, CAMAGÜEY, EL DIA 26 DE JULIO DE 1989

Data: 

26/07/1989
Distinguidos invitados;

Camagüeyanos;

Compatriotas de todo el país:


Pensé que a lo mejor caía alguna lluvia durante nuestro acto, lo pensaba cuando escuchaba la noticia de que había una ondonada que venía de oriente hacia occidente; pero, después de tantos meses de sequía, aunque llueva un día como hoy, bienvenida el agua (APLAUSOS).

No sabemos si continuará este chinchín toda la tarde, no sabemos si arreciará o escampará; pero a ustedes les corresponde decidir si me apuro (EXCLAMACIONES DE: "¡No!"), si hablo rápido (EXCLAMACIONES DE: "¡No!"), o me tomo mi calma habitual (APLAUSOS Y EXCLAMACIONES DE: "¡Sí!"). Sé que ningún agua podrá enfriar nuestro entusiasmo, ni debilitar nuestra voluntad.

Ahora, ¿qué llama la atención en este 26? —a mí particularmente me llama la atención. Las voces de admiración de tantos visitantes de Camagüey, de tantos periodistas, incluso, por la obra realizada, por el nivel de entusiasmo y de espíritu de lucha que han encontrado en esta ciudad y en esta provincia.

¿Por qué, después de tantos años de Revolución —ya son algunos— el entusiasmo, lejos de decaer, crece; el espíritu de lucha crece? ¿Qué es lo que puede explicar esto? Me parece que no hay misterio: es lo que la Revolución ha hecho por el pueblo; es lo que la Revolución ha hecho por el hombre en todo el país y en esta provincia; es lo que ha significado, para nuestra nación y para nuestros compatriotas, la posibilidad de construir su propio camino y escribir su propia historia.

Si nos preguntamos, y si se preguntan los numerosos visitantes de las delegaciones extranjeras, qué ha hecho la Revolución por el hombre, podríamos responder sin extendernos demasiado que si se mira, por ejemplo, un campo como la educación, sobre la cual tanto hablaron nuestros compatriotas en el pasado, desde José de la Luz y Caballero hasta José Martí, como condición inexcusable del progreso de un pueblo, de la independencia y de la dignidad de un país, podríamos señalar algunas cosas realizadas por la Revolución en este campo, en esta provincia.

Primero, la creación de una universidad, con 9 facultades y 25 carreras; un instituto superior de ciencias médicas, que en estos días se acaba de concluir, con capacidad de casi 3 000 estudiantes y 3 facultades; un instituto superior pedagógico, con siete facultades; un instituto preuniversitario de ciencias exactas, con capacidad de 2 500 alumnos; una escuela vocacional militar; una escuela vocacional de arte; una escuela pedagógica con capacidad de más de 2 000 alumnos; una escuela de educadoras de círculos infantiles, con capacidad de 500 alumnos; una escuela de profesores de educación física y deportes, con capacidad de más de 500 alumnos; una escuela de iniciación deportiva, con capacidad de más de 1 000; 21 preuniversitarios en el campo; 43 escuelas secundarias básicas nuevas, con una capacidad de casi 40 000 alumnos; 319 escuelas primarias, el ciento por ciento con doble sesión, 63 seminternados de primaria, donde estudian alrededor de 36 000 alumnos; 12 escuelas politécnicas, con más de 15 000 estudiantes; 41 escuelas especiales; 62 círculos infantiles y 8 palacios de pioneros, para no citar todas las obras (APLAUSOS).

¿Existían estas instituciones antes del triunfo de la Revolución? ¿En alguna otra parte se ha hecho más por la educación del pueblo? Y me refiero solo a esta provincia de Camagüey.

En el terreno de la salud, construcción, remodelación y modernización de 24 hospitales, con casi 5 000 camas (APLAUSOS); 25 policlínicos, 15 clínicas estomatológicas y 18 talleres de prótesis (APLAUSOS), todos al servicio del pueblo gratuitamente. Decenas de otras instituciones, que van desde hogares de ancianos, hogares de impedidos, hasta hogares maternos, etcétera, etcétera.

¿Y cuáles son los resultados? De una provincia con un elevado número de analfabetos y gran número de ciudadanos que apenas sabían leer y escribir, hoy el nivel medio de instrucción de la población es de 7mo grado; 35 de cada 100 ciudadanos estudian, hay una matrícula escolar de casi el ciento por ciento y una retención escolar de alrededor del 97%.

En la universidad camagüeyana hay hoy casi el doble del total de estudiantes que había en todo el país al triunfo de la Revolución (APLAUSOS). Se gradúan por año más estudiantes de nivel superior que el total de graduados universitarios en todo el país al triunfo de la Revolución.

La mortalidad infantil, que sobrepasaba la cifra de 60 por 1 000 nacidos vivos en el primer año y que todavía, hace 10 u 11 años, alcanzaba la cifra de 26 por cada 1 000, se ha reducido ya a 11 por cada 1 000 (APLAUSOS).

La perspectiva de vida se eleva casi a 75 años; el número de médicos se ha multiplicado varias veces, e incluso tenemos ya en pleno auge la institución del médico de la familia, con más de 350 médicos. ¡Como médicos de la familia tenemos más que el número total de médicos que había al triunfo de la Revolución en esta provincia! (APLAUSOS)

En el terreno de la economía, se trataba de una provincia que solo contaba con la agricultura cañera y el desarrollo industrial azucarero: algunas pequeñas industrias; más que industrias, chinchales.

Con la Revolución nace la industria eléctrica, que multiplicó casi cuarenta veces la capacidad de generación de energía eléctrica que había en la provincia, y se construyeron casi 5 000 kilómetros de líneas eléctricas. ¿Cómo sería posible concebir hoy esta ciudad, concebir estas luces, los estadios, concebir este acto sin ese desarrollo eléctrico?

Con la Revolución nació la industria química, y hoy la provincia dispone de la capacidad de producir amoníaco, urea y fertilizantes mezclados, con una capacidad de cientos de miles de toneladas cada año.

Con la Revolución nació la industria mecánica en Camagüey, que hoy puede exhibir con orgullo esa moderna planta, donde laboran miles de camagüeyanos (APLAUSOS), para producciones civiles y militares; planta de producir alambre de púa, planta de prefilar, planta de herramental, ¡alrededor de 200 talleres mecánicos solo en el área de la agricultura!

Con la Revolución nació la industria de materiales de la construcción, comenzando por una moderna fábrica de cemento, capaz de producir 600 000 toneladas anuales y que funciona como un reloj; que cuenta con fábricas modernas de producir elementos ligeros de barro, ocho molinos de piedra —uno de los cuales tiene capacidad de más de un millón de metros cúbicos—, y decenas de plantas de materiales de diverso tipo, que hacen posible estas obras que ustedes tienen hoy ante sus ojos (APLAUSOS).

Con la Revolución nació la industria de la construcción prefabricada y mecanizada, a través de numerosas plantas como las plantas Sandino, las plantas Gran Panel, la planta IMS, que hacen posible ese flamante edificio de 26 pisos, construido prácticamente en un año, que tenemos a nuestra vista (APLAUSOS). Los procesos constructivos se mecanizaron.

Con la Revolución nació realmente la industria alimentaria, cuyo exponente principal es esa moderna fábrica de cerveza, que produce 25 000 cajas diarias y que se cuenta hoy, por su calidad, entre las mejores del país (APLAUSOS); el moderno combinado cárnico, capaz de procesar hasta 1 000 reses cada día; la planta de procesamiento de cerdos, capaz de faenar e industrializar 500 cerdos cada día; las plantas pasteurizadoras, las nuevas fábricas de quesos, y otras decenas de industrias alimenticias.

Con la Revolución se impulsó el desarrollo de la industria azucarera, centrales nuevos estandarizados han surgido en esta provincia, y todos los antiguos centrales azucareros han sido reconstruidos o remodelados. Nació la industria de los derivados de la caña de azúcar y continúa desarrollándose.

Nuestra agricultura se tecnificó, se modernizó, se mecanizó. Al triunfo de la Pevolución, todo el arroz que se producía era cosechado a mano, toda la caña que se elaboraba era cosechada y cargada a mano. Gran parte de las labores agrícolas y del transporte se hacían mediante tracción animal. ¿Cómo se podría concebir este moderno Camagüey si todavía en este país fuera necesario cortar el arroz a mano, cortar y cargar la caña a mano? ¿Cómo podrían desarrollarse las zafras sin los 115 centros de acopio con que cuenta la provincia?

Todo eso se tradujo en grandes avances: las producciones agrícolas se multiplicaron en muchos renglones, así como la producción industrial y las construcciones. ¡Miles de instalaciones económicas y sociales se construyeron en estos años de Revolución!; ¡miles de kilómetros de carreteras, líneas de ferrocarril y caminos también se construyeron en estos años! Y me refiero exclusivamente a la actual provincia de Camagüey (APLAUSOS).

Se construyeron instalaciones de todo tipo en los puertos: almacenes de azúcar a granel, mecanización de la carga portuaria, nuevos puertos, nuevas instalaciones para el combustible o instalaciones para recibir amoníaco, algunas de ellas sumamente costosas.

En una provincia donde creo que existía solamente una pequeña presa, se han construido, en estos años, 44 presas importantes y 179 micropresas (APLAUSOS).

Gracias a esos desarrollos desde el triunfo de la Revolución, en la provincia de Camagüey se han construido 105 000 nuevas viviendas (APLAUSOS). No he hecho el cálculo exacto, pero es de suponer, por el total de habitantes de la provincia —algo más de 700 000—, que más del 50% de las familias camagüeyanas viven hoy en casas construidas después del triunfo de la Revolución (APLAUSOS).

No he mencionado tres importantes ramas: la de las actividades científicas que nacieron con la Revolución en esta provincia y que hoy cuenta con decenas de laboratorios, y que acaba de inaugurar ese modernísimo centro de investigación de Ingeniería Genética y Biotecnología, que es el segundo del país (APLAUSOS). Tal vez no fue correcto decir inaugurar, puesto que le faltan algunas semanas de trabajo, ya que no quisieron acelerar las terminaciones con motivo de la fecha para garantizar la calidad (APLAUSOS).

Hoy se hacen cosas como las que se pueden apreciar en el centro de camaronicultura, en los procesos biológicos que allí tienen lugar: la inseminación artificial de los camarones, el desove artificial, y todos esos procesos científicos y técnicos que nos permiten disponer de la base para un importante desarrollo en esa rama de la producción.

Nuestros hospitales han adquirido un nivel científico elevado.

No había mencionado la esfera de la cultura, que tanto se ha desarrollado en estos años de la Revolución y de la cual son símbolo: el Ballet de Camagüey, la Orquesta Sinfónica, el museo "Ignacio Agramonte", la reconstrucción de teatros, el desarrollo, la conservación del casco histórico de la ciudad y los módulos culturales en todos los municipios de la provincia, una actividad que ha permitido a la ciudad de Camagüey montar un espectáculo como el de ayer, de extraordinaria calidad, solo con artistas camagüeyanos (APLAUSOS).

No había mencionado la esfera del deporte, que nació con la Revolución y de la cual exponentes importantes son estadios como el "Cándido González", o esa sala polivalente, terminada en estos tiempos y que es, sin duda, la mayor y una de las más bellas del país (APLAUSOS).

El viajero que transita por las proximidades de esta plaza y observa esa sala polivalente, no sabe si está en Camagüey, o en la antigua Grecia en los tiempos de su mayor esplendor arquitectónico (APLAUSOS).

Ese desarrollo deportivo se expresa no solo en las escuelas de profesores de que hablé antes, o en las escuelas de iniciación deportiva, o en las escuelas de perfeccionamiento atlético, que creo que no había mencionado; se expresa igualmente en las casi 800 instalaciones deportivas creadas por la Revolución en esta provincia de Camagüey (APLAUSOS).

Mas, si los camagüeyanos pueden sentirse satisfechos de lo que han creado con sus brazos, con su espíritu revolucionario en los pasados 30 años de Revolución, pienso que mucho más satisfechos han de sentirse por lo que están creando ahora mismo y por las perspectivas del futuro.

Hace un poco más de dos años visitamos esta provincia durante varios días, recorrimos numerosos lugares en compañía del compañero Lázaro Vázquez.

Recuerdo que por aquellos días, en pleno proceso de rectificación de errores y tendencias negativas, en importantes campos se había reducido el ritmo de desarrollo en nuestro país o estábamos paralizados.

Motivado por el entusiasmo de esta provincia, por el nivel cultural y técnico que estaba adquiriendo, por el prestigio y la autoridad de nuestro Partido, les hablé a los camagüeyanos de importantes planes. Partíamos también de los grandes recursos naturales de esta provincia, la menos poblada o de menos habitantes por kilómetro cuadrado en todo el país, y estuvimos trabajando en una serie de proyectos.

Le planteamos a la dirección del Partido de la provincia de Camagüey, la idea de convertir a Camagüey en un modelo de desarrollo para el Tercer Mundo y, en primer lugar, en un modelo de desarrollo en la producción alimenticia y también de desarrollo social.

Algunos de estos planes agrícolas, en años anteriores, se habían paralizado. No voy a explicar ahora —ya lo he hecho otras veces— los factores que dieron lugar a esa situación.

Planteamos, de hecho, desarrollar en Camagüey en tiempo récord el más grande centro de producción lechera que pudiera encontrarse en cualquier país (APLAUSOS); desarrollar a plenitud las 14 000 caballerías, es decir, más de 180 000 hectáreas, disponibles para la ganadería alrededor de la ciudad: hacia el oeste, el suroeste, el sur, el sureste, el este y el noreste.

Elaboramos un plan para construir 300 nuevas vaquerías, de las grandes, con las demás instalaciones complementarias, en un período no mayor de seis años. Se asignaron los primeros equipos y se empezó a trabajar.

Le planteamos a la provincia la idea de duplicar la producción arrocera.

Planteamos la idea de impulsar la producción cañera, para garantizar Producciones de azúcar de no menos de un millón de toneladas cada año y, además, la materia prima suficiente para otros usos de la caña, especialmente en la alimentación animal, con el criterio de que no se desperdiciara ni una hoja de cogollo, ni siquiera de paja seca de la caña.

Planteamos la idea de impulsar considerablemente la producción de viandas y vegetales, para satisfacer a plenitud las necesidades de la provincia.

Planteamos la idea de impulsar el plan de cítricos hasta alcanzar las 1 000 caballerías que se habían propuesto inicialmente, y trabajar arduamente en la construcción de los sistemas de riego de esos cítricos, que entonces ni siquiera llegaban a 100 caballerías.

Planteamos la idea de aprovechar al máximo toda el agua potencial que se escurre por sus ríos y arroyos; recuperar plenamente la voluntad hidráulica. Planteamos la idea de convertir esa pampa estéril de serpentina en terrenos altamente productivos.

Planteamos la idea de impulsar la producción de peces en todos los embalses, en todas las presas y micropresas que fuera posible.

Planteamos, incluso, la idea de aprovechar el estiércol de esa enorme masa ganadera que estará alrededor de la ciudad, para convertirlo en humus a través de la lombricultura, produciendo a la vez miles de toneladas de proteína de origen animal para la elaboración de pienso.

Planteamos la idea del uso máximo de la técnica y la ciencia en nuestros suelos, para sembrar en cada campo la variedad adecuada de caña, para sembrar en cada hectárea de pasto la variedad adecuada de pasto.

Quedó aquí un gran programa, en la agricultura y en otras áreas; analizamos bien cómo se iba a llevar a cabo ese desarrollo de la agricultura como planes integrales, algo que habíamos empezado a hacer en los primeros años de la Revolución, y que luego se perdieron por culpa de los teóricos del mercachiflismo, que tuvieron la loca idea de jugar aquí con mecanismos capitalistas, y como consecuencia de lo cual surgieron, incluso, los pueblos fantasmas, pueblos donde se hacían los edificios y no había calles, o había calles y no había alcantarillado, o había alcantarillado y no había agua corriente; o no tenían tiendas, ni círculos, ni escuelas, ni servicios de ningún tipo. Pusimos énfasis en la idea de los planes integrales, como se corresponde con un concepto verdaderamente elevado y verdaderamente revolucionario del socialismo, que significa la oportunidad de programar el desarrollo y no dejar que los problemas se resuelvan al azar.

Recordamos que por aquellos días exhortamos a la provincia a luchar por este 26 de julio (APLAUSOS) y, algo más, a luchar por el derecho a ser sede del V Congreso del Partido (APLAUSOS PROLONGADOS). Desde luego, en esa lucha tendrá que lidiar con el resto de las provincias del país; pero estoy seguro de que, aunque esa lucha será dura, la provincia de Camagüey estará muy lejos de contarse entre las últimas (APLAUSOS).

Para celebrar este 26 de Julio, la provincia ha terminado más de 1 000 obras, que van desde un pequeño centro de trasplante de embriones, que puede tener unos 800 metros cuadrados, hasta un edificio como este, de más de 100 apartamentos y 26 plantas. Ese edificio se cuenta no como ciento y tantas obras, sino como una obra, igual que el estadio polivalente se considera como una obra (APLAUSOS). ¡Más de mil obras se han terminado desde que la provincia se propuso ganarse la sede del 26 de Julio en los últimos dieciocho meses! Claro está que el esfuerzo desarrollado por la provincia impresiona a todos los visitantes.

Ayer hicimos un recorrido con un numeroso grupo de periodistas, ellos estaban admirados; más que admirados, asombrados. Recorrimos la cuenca lechera en desarrollo, la parte que fue posible en algunas horas. Visitamos comunidades para los trabajadores ganaderos, construidas en el término no mayor de un año; comunidades de 300 viviendas, como las que habíamos calculado cuando elaboramos el plan de la cuenca. Pero no era una comunidad fantasma; era una comunidad que tenía sus edificios terminados, sus calles, su acueducto, su alcantarillado, su círculo infantil, su escuela de seminternado, sus tiendas para la venta de productos alimenticios, de los productos agrícolas, sus áreas para los distintos servicios que requiere la comunidad. Y allí estaba construida, también, la casa del médico de la familia, y reservado el lugar donde en el futuro se construirá el área social, el círculo social de la comunidad (APLAUSOS), una comunidad integral, y no era la única que estaban construyendo.

También se dieron a la tarea de construir y concluir aquellas instalaciones en las comunidades creadas anteriormente, donde faltaba el círculo, o faltaba la escuela, o faltaban otros servicios, o donde era necesario hacer nuevas viviendas. Era la idea de la concepción socialista, la verdadera concepción del desarrollo socialista plenamente aplicado; cientos de kilómetros de caminos y carreteras, carreteras radiales y carreteras circulares: el primer anillo, el segundo anillo, el tercer anillo, el cuarto, el quinto y el sexto anillos, que nacen desde las proximidades de Vertientes; algunas de ellas nacen por el suroeste y terminan en el circuito norte.

Les puedo asegurar, camagüeyanos, que aquí, en los alrededores de esta ciudad, se está construyendo el más grande centro lechero del mundo, como unidad integral, ¡como unidad integral! (APLAUSOS) Catorce mil caballerías, ¡catorce mil caballerías!, organizadas en una gran unidad productiva. Que me digan si hay algo parecido en algún otro lugar, que va a tener en total alrededor de 540 vaquerías, entre las ya construidas y las nuevas, y cientos de otras instalaciones: cría de terneros, centros integrales para las novillas que van a reemplazar a las vacas productoras, centros de cría de los machos; en fin, todas las instalaciones que de manera integral lleva cada grupo de vaquerías.

En este proyecto estamos trabajando con la cooperación de la FAO, institución de Naciones Unidas, y sé el altísimo aprecio que sienten por este programa, la idea que tienen de este programa, al que visitan casi todos los meses y que presentan como ejemplo de desarrollo ganadero en un país del Tercer Mundo; pero yo diría también que en cualquier país del primer mundo.

Quisiera saber si en Estados Unidos, por ejemplo, hay alguna unidad que se semeje a esta; quisiera saber si en Europa, si en Francia, si en Holanda hay un tipo de organización integral de la producción de magnitud que se semeje a esta, que llevará, además, todos los laboratorios que se requieran, todos los talleres que se requieran, todas las líneas eléctricas que se requieran, todos los sistemas de riego que se puedan construir de acuerdo con el potencial hidráulico.

Por eso podemos decir con satisfacción que tendremos acá, alrededor de esta ciudad, un centro ganadero único en el mundo (APLAUSOS).

La provincia ha trabajado intensamente para este 26 de Julio en la construcción de presas y micropresas. Ya este año aumentará la producción de arroz en 300 000 quintales, y se proponen, en un futuro no lejano, alcanzar los 3 millones de quintales, es decir, más del doble de lo que se venía produciendo. Avanza el plan de cítricos y se acerca ya a las 700 caballerías, de ellas más de 300 con regadío. Avanza la producción de viandas y vegetales, que en los últimos años se ha elevado 2,6 veces y aún es insuficiente. Avanzan las construcciones porcinas, de las que no había hablado anteriormente; y han elevado en los últimos años en un 60% la producción de carne de cerdo, en un 40% la producción de huevos y en un 60% la producción de carne de ave. Este año, a pesar de la sequía, están elevando la producción de leche en 11 millones de litros.

Estamos seguros de que el proyecto de llevar la producción de leche de la provincia a 300 millones de litros por año en un futuro no lejano, con el ritmo de trabajo que llevan, lo alcanzarán.

Ya empezaron a construir la fábrica de leche en polvo; ya están terminando la nueva fábrica de quesos, que tendrá una capacidad de más de 30 000 litros diarios, y vendrán nuevas inversiones en este campo.

En los últimos años, la masa ovino caprina de la provincia ha aumentado en cinco veces y ya en la pampa estéril del pasado, cuyo desarrollo avanza rápidamente, hay alrededor de 40 000 animales, y no se detendrán hasta alcanzar los 300 000.

Estas noticias tienen que ser motivo de orgullo para los camagüeyanos y de entusiasmo para la provincia; pero también de entusiasmo para el país, porque algunas de las experiencias recogidas de este trabajo las estamos extendiendo a otras provincias.

Ya se desarrolla un ambicioso plan de construcción de instalaciones ganaderas, no de la magnitud de este, pero sí con la misma calidad de este, en la vecina provincia de Victoria de Las Tunas. Ya se desarrolla en este momento un plan como el de Victoria de Las Tunas, en la vecina provincia de Ciego de Avila. Ya se desarrolla un plan similar a estas dos últimas provincias, en la provincia de Granma. Y este año pensamos iniciar el plan de Sancti Spíritus y, de ser posible también, un plan importante en Pinar del Río. Ya todas las provincias del país están buscando las áreas donde llevar a cabo construcciones de nuevas lecherías, porque las ideas que estuvimos desarrollando aquí, en Camagüey, las estamos llevando a todas las provincias del país.

Como le decíamos al compañero Lázaro, no hacemos nada con desarrollar este plan solamente en la provincia de Camagüey. Hay que desarrollarlos, y los estamos desarrollando de acuerdo con sus recursos naturales, en todas las provincias del país.

Por eso quiero recalcar que no se trabaja solo en Camagüey, sino que con este mismo espíritu se está trabajando en todo el país (APLAUSOS). Y estos planes requieren esfuerzos, coordinaciones, suministros de hembras.

Vamos a llegar a construir, entre grandes y medianas, más de 200 vaquerías por año. Y quiero que sepan, camagüeyanos, que cuando empezó el proceso de rectificación se estaban construyendo siete por año; a eso nos condujo el jueguito con los mecanismos del capitalismo.

Lo mismo estamos haciendo con las escuelas, con los círculos infantiles, con las instituciones hospitalarias o policlínicos; lo mismo estamos haciendo con todos los planes económicos y sociales del país; lo mismo estamos haciendo con la construcción de caminos y carreteras; lo mismo estamos haciendo con la voluntad hidráulica. Además, nuestro ambicioso plan alimentario se lleva a cabo en todas las provincias del país.

Ahora, ¿cómo ha alcanzado este éxito la provincia?, eso no es casualidad. Admitido que Camagüey, desde los primeros años de la Revolución, se caracterizó por su gran entusiasmo; pero con eso solo no es suficiente. Pienso que el secreto del éxito de estos programas en la provincia de Camagüey está muy relacionado con el trabajo del Partido y el estilo de trabajo del Partido en esta provincia (APLAUSOS), con el esfuerzo de los 37 000 militantes del Partido, de los 35 000 militantes de la juventud y con el apoyo masivo del pueblo de Camagüey (APLAUSOS).

El trabajo voluntario en Camagüey, como en el resto del país, casi había desaparecido, porque aquellos polvos de que hablé trajeron después esos problemas: los tecnócratas no querían ni oír hablar del trabajo voluntario. Y yo me pregunto aquí si habría sido posible sin el apoyo de las masas, sin el trabajo voluntario, construir las más de 1 000 obras que se han inaugurado en estos días (APLAUSOS). El pueblo participó en todo: en la construcción de comunidades, en la construcción de la fábrica de zeolita, en la construcción de las escuelas, de los círculos, de los edificios de viviendas, del centro de biotecnología, dondequiera que se trabajaba.

El socialismo es la ciencia de llevar al pueblo al desarrollo del país, llevar a las masas a su participación directa en el desarrollo de la patria, ganar las masas para esa gran causa; el socialismo es la ciencia de crear, preservar y desarrollar el más amplio vínculo, el más profundo vinculo del Partido con las masas; el socialismo es la ciencia de dirigir con métodos correctos; el socialismo es la ciencia del ejemplo. Con relación a esto hemos visto cosas muy importantes en estos días.

Ayer, cuando visitábamos la fábrica de quesos en construcción y próxima a concluirse, nos encontramos que allí estaban realizando trabajo voluntario, desde horas tempranas de la mañana, todos los secretarios de núcleos del Partido en el municipio de Sibanicú, todos los cuadros del Poder Popular y todos los cuadros de las organizaciones de masas (APLAUSOS). La población entera de Camagüey, repartiendo las horas voluntarias trabajadas entre el total de habitantes —incluidos los que nacieron en este primer semestre— acumuló un promedio de 25 horas de trabajo voluntario: ¡Quince millones de horas de trabajo voluntario, casi dos millones de jornadas de ocho horas! (APLAUSOS)

Me contaba Lázaro algo que es lo más definitorio y que es la clave; me contaba que todos los cuadros del Partido, de la Unión de Jóvenes Comunistas, de los Poderes Populares, de la administración local o central y de las organizaciones de masas, físicamente aptos, realizaron, como mínimo 208 horas de trabajo voluntario en los últimos 18 meses, en trabajo real y efectivo: limpiando caña, haciendo zafra, construyendo, trabajando con sus manos (APLAUSOS). ¡Doscientas ocho horas de trabajo bien organizado y bien empleado!, que equivalen a 20 días de más de 10 horas, o más de 25 días de ocho horas, en medio del trabajo y de las obligaciones que tiene cualquier cuadro del Partido, la juventud, las organizaciones de masas, o de la administración. ¡Eso se llama ejemplo y ese es el camino verdaderamente revolucionario, verdaderamente socialista, capaz de llevar a un pueblo a cualquier meta, capaz de llevar a un pueblo hasta el fin del mundo! (APLAUSOS)

Meditaba cómo se habría sentido el Che; él, que tanto predicó el trabajo voluntario y tantos ejemplos dio de dedicación personal al trabajo voluntario, cómo se habría sentido si hubiese podido escuchar esto (APLAUSOS). Nos dejó su ejemplo.

El trabajo voluntario andaba por el suelo, pero el proceso de rectificación lo ha elevado a los niveles jamás alcanzados en la historia de la Revolución.

Por eso Camagüey, a pesar de las lluvias, que fueron inoportunas al final, en los últimos dos meses de zafra, y que no vinieron cuando tenían que venir, después de la zafra, pudo alcanzar este año el millón de toneladas de azúcar (APLAUSOS).

Por eso Camagüey llegó al 26 de Julio con el 95% de sus cañas limpias, índice que no se había alcanzado nunca con anterioridad.

Por eso, a pesar de la sequía, cuyos daños serían realmente incalculables, esperamos mantener un nivel decoroso de producción azucarera en la provincia de Camagüey; porque lo que el hombre puede hacer en materia de siembra, en materia de cultivo, en materia de limpia, lo ha hecho, aunque, desde luego, mucho dependerá de lo que llueva en la parte final de este mes y, sobre todo, en agosto y en septiembre.

Esto es, a grandes rasgos, lo que significa el esfuerzo de los camagüeyanos. Nadie sabe cuán lejos podemos llegar trabajando así.

Pero, ¿en qué condiciones internacionales se desenvuelve nuestro actual esfuerzo? Algo tengo que hablar sobre esto, es muy importante. Necesitamos saber dónde estamos parados, en qué mundo vivimos, qué problemas amenazan al esfuerzo creador de nuestro pueblo.

Vivimos en momentos de grandes problemas económicos en el mundo y, sobre todo, en el Tercer Mundo; de grandes deudas, de grandes crisis económicas.

Vivimos un momento especial dentro del movimiento revolucionario mundial. No vamos a andar con melindres, tenemos que llamar las cosas por su nombre.

Hay dificultades en el movimiento revolucionario mundial; hay dificultades en el movimiento socialista. Ni siquiera podemos decir con seguridad que los suministros del campo socialista, que con la puntualidad de un reloj han estado llegando a nuestro país durante casi 30 años, sigan llegando con esa seguridad y con esa puntualidad de reloj.

Si el país ha estado haciendo más que nunca con menos que nunca —y estos hechos lo demuestran—, con menos divisas que nunca, es posible que en el futuro tengamos que seguir trabajando y esforzándonos, ¡y haciendo milagros!, con problemas también en los suministros provenientes del área socialista.

Pero, quizás, el problema mayor es la euforia del imperialismo, la posición triunfalista del imperio y de la administración del imperio.

Nunca ninguna administración, ni siquiera la de Reagan, fue tan triunfalista, nunca pronunció discursos tan triunfalistas. A partir de las dificultades en el campo socialista, pero fundamentalmente en algunos países socialistas, la administración de Bush viene pronunciando en los últimos meses discursos tales, que parten de la premisa de que la comunidad socialista está en su ocaso, de que el socialismo está en su ocaso y de que el socialismo irá a parar al basurero de la historia, que fue el lugar que aquellos brillantes y geniales estrategas y creadores del movimiento socialista reservaron, precisamente, para el capitalismo.

A partir de las dificultades —que son evidentes y que todo el pueblo conoce— que han existido y existen en Polonia, de las dificultades del socialismo que han existido y existen en Hungría, Bush organizó una gira triunfal, un viaje triunfal por estos dos países en semanas recientes. Es cierto que hay dificultades allí, y él no fue por gusto a esos países, fue a alentar las tendencias capitalistas que allí se están desarrollando, y los problemas políticos que allí se han suscitado. Será obra de historiadores y de estudiosos, en algún momento, profundizar en las causas de esos problemas. Yo tengo mis ideas sobre eso, pero no es este el momento de exponerlas.

El hecho cierto es que tienen dificultades, y que en unas elecciones recientes en Polonia la oposición liberal, la oposición procapitalista o, al menos, la oposición antisocialista, que todavía no ha definido bien, bien, bien cuáles son sus intenciones, ganó, en las elecciones para senadores, casi el ciento por ciento de los cargos; y hoy en Polonia, incluso, el líder de esa oposición, el señor Walessa, conocido por informaciones periodísticas en nuestro país, le ha planteado al presidente Jaruzelski, que ganó la presidencia por un voto más del mínimo indispensable, que lo mejor sería que le entregara el gobierno a la oposición. Ha dicho, incluso, en días recientes, que no se opone a que algunos de la oposición estén en el gobierno, pero que no contarían con el apoyo de la oposición; que lo único que aceptaría la oposición es la entrega del gobierno.

En Hungría ocurre lo mismo. Hace un día se sacaron a elección cuatro cargos de diputados, y tres de ellos los ganó ampliamente la oposición.

¿Ante qué fenómenos estamos, acaso ante un tránsito pacífico del socialismo al capitalismo en esos países? Es posible; incluso, nosotros no lo cuestionamos, nosotros defendemos el derecho sagrado a la independencia de cada país y de cada partido. Es lo que pedimos para todos los pueblos del mundo, es lo que pedimos para todos los pueblos de América Latina y del Tercer Mundo: el derecho de cada país a construir, si quiere el socialismo, que tanto trata de impedir Estados Unidos por la fuerza de las armas; el derecho de nuestro pueblo a construir el socialismo. Claro que ese derecho no nos lo dio nadie; lo ganamos nosotros, lo conquistamos nosotros y lo defendemos nosotros (APLAUSOS).

Pienso que se han cometido muchos errores, que traen estos problemas. A veces, incluso, medito si no sería mejor que esas nuevas generaciones que nacieron en el socialismo en Polonia y en Hungría, se dieran una vueltecita por el capitalismo, para que conozcan el capitalismo: lo egoísta, lo brutal y lo deshumanizada que es la sociedad capitalista. Es un asunto muy delicado, pero son nuestras reflexiones más sinceras sobre estos problemas.

Durante su viaje triunfal, en Gdansk, una ciudad de Polonia, donde dicen que una multitud recibió al señor Bush, según cables de las agencias norteamericanas más renombradas, había muchos letreros —y no puedo certificar si eran muchos o pocos porque no estaba allí, ni lo vi por televisión, sino que lo leí en los cables—, dicen que muchos letreros decían: "¡El mejor comunista es el comunista muerto!" Vean qué entraña fascista, netamente fascista, de los letreros con que recibieron a Bush en aquella ciudad polaca.

Desde luego que hay dos tipos de comunistas: los que puedan dejarse matar fácilmente, ¡y los comunistas que no nos dejamos matar fácilmente! (APLAUSOS PROLONGADOS Y EXCLAMACIONES DE: "¡Fidel, seguro, a los yankis dales duro!")

Con regocijo narraban esos cables de las agencias imperialistas, que otros letreros decían: "¡Lenin, Jaruzelski, asesinos!" No voy a defender a Jaruzelski, creo que él se puede defender a sí mismo. Pero qué significa que en una ciudad de un país cuya liberación del fascismo costó la sangre de medio millón de soldados soviéticos —y pongo a un lado los errores de política internacional que en otros tiempos pueda haber cometido la Unión Soviética con relación a Polonia, simplemente me remito al hecho real de que medio millón de soviéticos murieron luchando junto al pueblo polaco por la liberación de Polonia—, y que se llame a Lenin "asesino", al fundador del primer estado socialista, que abrió la primera gran brecha de liberación a los pueblos del mundo; al fundador del primer estado socialista, cuya revolución hizo posible la desaparición del colonialismo, y que más de 100 estados hayan alcanzado su independencia, que más de 100 antiguas colonias hayan alcanzado su independencia. Qué repugnante llamar "asesino" a Lenin, cuyo pueblo alcanzó la victoria, liberó al mundo del fascismo con el sacrificio de 20 millones de muertos entre sus mejores hijos; es realmente amargo.

Pero, claro, eso multiplica la euforia del señor Bush, multiplica su triunfalismo, multiplica la hostilidad imperialista contra Cuba y la multiplica mucho; porque si el señor Bush parte de la premisa de que el socialismo está en su ocaso, que la comunidad socialista se va a desintegrar, qué pensará con relación a Cuba, esta Cuba firme, esta Cuba valiente, esta Cuba heroica, esta Cuba que ni se rinde ni se vende. Si se parte de esa premisa, por qué cambiar la política con relación a Cuba.

Lleva a cabo la política de paz contra las grandes potencias y de guerra contra los pequeños pueblos progresistas. Lleva a cabo la política a partir de esa premisa de que, si el socialismo se desintegra, Cuba no podría resistir, la Revolución Cubana desaparecería; y ese razonamiento multiplica el espíritu agresivo y la hostilidad del imperialismo yanki contra nuestro pueblo, contra nuestra Revolución, contra nuestra patria.

Estas son verdades. Por eso ahora vemos al imperio más insolente que nunca, más facineroso que nunca, más amenazante nunca.

Imagínense ustedes qué ocurriría en el mundo si la comunidad socialista desapareciera. De acuerdo con esa hipótesis, si eso fuera posible —que no lo creo posible—, las potencias imperialistas se lanzarían como fieras sobre el Tercer Mundo; se repartirían de nuevo el mundo, como en los peores tiempos antes de que surgiera la primera revolución proletaria; se repartirían el petróleo, los recursos naturales y los recursos humanos de miles de millones de personas en el mundo; convertirían de nuevo en colonias las tres cuartas partes de la humanidad.

Pero ni aun así la lucha cesaría, ni aun así los pueblos jamás aceptarían; los pueblos seguirían luchando, tal vez más que nunca, ¡y en la primera fila de esa lucha estaría nuestro pueblo, estaría nuestra patria, estaría nuestra Revolución! (APLAUSOS PROLONGADOS)

Naturalmente que las mayores ilusiones se las hace el imperialismo y se las hace Bush a partir de las dificultades que está atravesando la Unión Soviética, baluarte fundamental de la comunidad socialista. Es cierto que la URSS está atravesando dificultades, no es un secreto para nadie, y el sueño de los imperialistas es que la URSS se desintegrara.

Hay dificultades y son crecientes las tensiones y los conflictos entre las nacionalidades de la URSS; son evidentes igualmente las tensiones internas dentro de la URSS, y hemos sido testigos de la huelga de cientos de miles de mineros del carbón en Siberia, en Donestsk y en otros lugares. Esas noticias llenan de felicidad a la reacción mundial, esas noticias llenan de felicidad al imperio.

Nosotros, en estos días, hemos recibido un mensaje muy caluroso y muy fraternal de la Unión Soviética, en nombre del Partido, del Gobierno y del Estado soviéticos. Nuestro sentimiento de amistad con el pueblo soviético y de reconocimiento al papel de ese gran país es enorme, ustedes lo saben; también nuestro infinito agradecimiento hacia ese país.

Nuestros más fervientes deseos es que los soviéticos logren superar sus dificultades, logren reconstruir su unidad y logren mantener y elevar el gran rol que ese país ha jugado en el mundo.

Los problemas de la Unión Soviética es algo que preocupa extraordinariamente a todos los países del Tercer Mundo, a las antiguas colonias, a aquellos pueblos que no quieren volver a ser colonizados, porque en la URSS estuvo su fundamental y más firme aliado.

Al ver esos problemas, los círculos imperialistas sueñan con un imperio de 1 000 años, como en su tiempo soñó Adolfo Hitler con relación a su III Reich. Pensaba que duraría 1 000 años y duró, realmente, muy poco. Es posible que en los círculos más reaccionarios del imperialismo se estén repitiendo esos sueños, que estoy seguro de que no durarán tampoco mucho tiempo.

Esto no es cuestión de armas nucleares, de cohetes de un lado y de otro, o de arreglos para el desarme nuclear; nos alegramos muchísimo si se eliminan tales armas, pero la independencia de nuestro pueblo dependió siempre y depende de nosotros, no depende de cohetes nucleares de la Unión Soviética ni de nadie.

Recuerdo la Crisis de Octubre y una frase que utilizamos en la Crisis de Octubre: "No tenemos cohetes estratégicos, pero tenemos cohetes morales." Esas son las armas con que se defienden los pueblos. Creo en los pueblos, y creo más que nunca en los pueblos como creo en mi pueblo, y sé de lo que es capaz nuestro pueblo (APLAUSOS PROLONGADOS).

Aquí, razonando muy fríamente, como hay que razonar con el pueblo y en una fecha como hoy, en un minuto histórico como el que vive hoy el mundo, debemos pensar, debemos razonar. ¿Acaso vamos a detener nuestra marcha? ¿Acaso vamos a detener este colosal esfuerzo? ¡No! ¡Jamás! ¿Ante las realidades cerraremos los ojos? ¡No! ¡Jamás! ¿Ante las realidades meteremos la cabeza, como el avestruz, en un hueco? ¡No! ¡Jamás!

Tenemos que ser más realistas que nunca. Pero tenemos que hablar, tenemos que advertir al imperialismo que no se haga tantas ilusiones con relación a nuestra Revolución y con relación a la idea de que nuestra Revolución no pudiera resistir si hay una debacle en la comunidad socialista; porque si mañana o cualquier día nos despertáramos con la noticia de que se ha creado una gran contienda civil en la URSS, o, incluso, que nos despertáramos con la noticia de que la URSS se desintegró, cosa que esperamos que no ocurra jamás, ¡aun en esas circunstancias Cuba y la Revolución Cubana seguirían luchando y seguirían resistiendo! (APLAUSOS PROLONGADOS)

¡Cuba y la Revolución Cubana resistirían! Lo digo, y lo digo con calma, con serenidad y con toda la sangre fría del mundo. Es hora de hablarles claro a los imperialistas y es hora de hablarle claro a todo el mundo. Nosotros no bromeamos.

¿Qué nos puede asustar a nosotros, si hace 27 años casi conocimos de la experiencia de la Crisis de Octubre? Por ahí andan los historiadores recogiendo papeles y dando sus versiones. Todavía nosotros no hemos dado la nuestra. Sí, asistimos a una reunión allá por Moscú donde había norteamericanos, personajes de aquella época, soviéticos y algunos cubanos. Nosotros no hemos dado todavía nuestra versión ni hemos sacado nuestros papelitos, aunque también tenemos papelitos. Hay una cosa que es evidente: vivimos aquella experiencia, y no recuerdo haber visto a un solo cubano vacilar. Los cubanos se resistían a cualquier concesión al imperialismo, y los cubanos de aquella generación —gran parte de la cual sobrevive, a la cual se han unido nuevas generaciones muy bien formadas, con una gran conciencia política— estuvieron dispuestos a morir sin vacilación alguna. ¡Morir antes que retroceder! ¡Morir antes que ceder! (APLAUSOS PROLONGADOS)

¿Qué puede asustar a nuestro pueblo revolucionario? No hay nada en el mundo que pueda hacer vacilar, que pueda asustar a nuestro pueblo revolucionario.

Hace rato ya, hace algo más de ocho años, cuando el señor Reagan irrumpió con grandes amenazas contra Cuba, que nosotros nos olvidamos de los libritos académicos sobre la guerra. Aceptamos, sí, toda la experiencia positiva, toda la experiencia de la guerra convencional, y adoptamos la doctrina de la defensa del país y el concepto revolucionario de la guerra de todo el pueblo; y todo el mundo sabe cuál es ese concepto, porque todo el mundo participa de ese concepto, que es la filosofía de lo que debe hacer nuestro país en cualquier circunstancia, de lo que haría en caso de bloqueo total que no permitiera entrar ni un litro de combustible, ni un grano de alimento, qué haríamos, y sabemos qué haríamos, lo sabemos muy bien, y sabemos que resistiríamos. Caso de guerra de desgaste, sabemos qué haríamos, y sabemos cómo resistiríamos; caso de invasión y ocupación del país por las tropas yankis, sabemos cómo resistiríamos, cómo lucharíamos y qué haríamos. Y sabemos que, más tarde o más temprano, el precio sería tan alto para los agresores que tendrían que marcharse de nuestro país (APLAUSOS).

En el concepto de la defensa, hace rato que hemos aprendido a contar solo con nuestras propias fuerzas, y sabemos que en caso de un bloqueo total no entra ni un litro de combustible, ni un grano de alimento, ni una bala; la URSS no tendría fuerzas convencionales con las cuales romper ese bloqueo a miles de millas de sus fronteras, y ningún país puede confiar a otro su defensa, un país solo puede confiar su defensa a sí mismo.

De modo que nuestras mentes, nuestras ideas, nuestros conceptos están elaborados y desarrollados. ¿Y qué creen, que perdemos el sueño? ¿Qué creen, que nos llenamos de incertidumbre ante todas esas premisas y todas esas hipótesis? Que se quiten la telaraña del cerebro, que nosotros sabemos lo que somos, lo que tenemos, lo que podemos; sabemos con lo que contamos, de modo que estamos tranquilos. ¡Ni lo peor nos asusta, ni la peor premisa, ni la peor hipótesis! Pero como vivimos en este mundo y en este planeta, tenemos que conocer las realidades y tenemos que meditar sobre las realidades.

El futuro presenta amenazas debido a esa política imperialista, a esas creencias, a esa idea eufórica de que el socialismo está en el ocaso y llegaría el momento de cobrarle a Cuba el precio de más de 30 años de Revolución. ¡Aquí no podrán cobrar nada!

Y esto no es de ahora, es desde hace mucho tiempo, y ya lo dijo Maceo: qué le correspondería al que intentara apoderarse de Cuba.

¡Este es el mismo país y es el mismo pueblo de Céspedes y de Martí (APLAUSOS); este es el mismo país y el mismo pueblo de Agramonte y de Máximo Gómez (APLAUSOS); este es el mismo país y el mismo pueblo del Titán de Bronce Antonio Maceo (APLAUSOS); este es el mismo país y el mismo pueblo de Yara y de Baire (APLAUSOS); este es el mismo país y el mismo pueblo de la Protesta de Baraguá (APLAUSOS); este es el mismo país y el mismo pueblo del Moncada, de Girón y del internacionalismo, solo que con una conciencia revolucionaria tan alta como nunca la tuvo jamás (APLAUSOS PROLONGADOS); y este pueblo y este país sabrán ser consecuentes con su gloriosa historia!

¡Patria o Muerte!

¡Venceremos!

(OVACION)
(VERSIONES TAQUIGRAFICAS - CONSEJO DE ESTADO)