4 de noviembre de 1961. Fidel saluda a la Unión Internacional de Estudiantes en su aniversario 15, organización fundada en el contexto del Congreso Mundial de Estudiantes de 1946 y con una larga historia en defensa del progreso de la educación en todo el mundo y en particular, en los países del Tercer Mundo.
 
Reconoce el crucial papel desempeñado por la organización juvenil a escala global y denuncia las nuevas agresiones del imperio contra Cuba.
 
“Si nos agreden, hallarán una vez más que nuestra Revolución se halla firmemente asentada en las raíces de la Patria, que tenemos el coraje y la voluntad de resistir y vencer…”
 
Este día de 1969, Fidel dialoga en el teatro del Ministerio de las Fuerzas Armadas Revolucionarias, MINFAR, con soldados y oficiales que se incorporaban a la zafra de los 10 millones.
 
Afirma que Cuba ha tenido que destinar muchos hombres a la defensa del país, por la situación permanente de peligro y amenaza de agresión a la que ha estado sometido el país.
 
“Ahora, sencillamente, un gran número de hombres toman el machete, ¡pero las armas quedan al alcance de la mano!”
 

Resalta la ética de los miembros de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Cuba ante la defensa de la Patria.
 
“Nuestros soldados no acostumbran a disparar contra un individuo que alce las manos, porque a partir de ese momento ya no es tarea suya, ¡a partir de ese momento es tarea de los Tribunales Revolucionarios y de las leyes!”
 
Recalca la disposición de los soldados para participar en la zafra azucarera y acometer esta importante tarea económica para la nación cubana.
 
“Constituye un acontecimiento altamente revolucionario el hecho de que en un país subdesarrollado como el nuestro, en un país que tiene que enfrentar tareas duras, nuestras fuerzas armadas no constituyan un sector privilegiado de la población, como sucede en casi todos los países de América Latina, no constituyan un sector improductivo del país, sino que las fuerzas armadas constituyen factores fundamentales en el desarrollo y en el trabajo del país".
 
“No se trata ya solo de una prueba de valor para afrontar un riesgo. Hace falta otro tipo de valor: el valor de la constancia, el valor de la tenacidad, el valor de la resistencia. Se trata de un problema moral importante”.
 
“Es precisamente eso lo que nos acerca al verdadero concepto de revolucionario, al concepto de hombre. Y más que de hombre, de revolucionario, que —como decía el Che— es el más honroso título, el más alto sitial a que puede aspirar un hombre, ¡ser revolucionario!”
 

Afirma que la dirección del país desea que los combatientes que se entregarán a la zafra se comporten como lo harían en medio de una guerra.
 
“¡Con todo el heroísmo, con todo el valor y con toda la abnegación de que son capaces cuando defienden su patria, cuando defienden su causa, cuando defienden su bandera!”
 
“¡Y hagámoslo en homenaje de todos los caídos, en homenaje de todos los que hicieron posible esta patria, en homenaje de todos los que hicieron posible este privilegio de ver al país dueño de sus destinos!”