Las primeras ediciones
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Desde el punto de vista de su impresión, cronológicamente, La Historia me absolverá fue impresa en el “chinchal” de la calle Benjumeda; en la pequeña imprenta de Gener, en Guanajay; en la ciudad de Nueva York y en Santiago de Chile.
En Nueva York, en 1955, gracias al Comité Obrero Democrático de Acción Cívica Cubana, Exiliados y Emigrados Cubanos y Comité Ortodoxo de New York, integrados hoy en el CLUB 26 de julio de New York.
En cuanto a Chile, por más de un día apareció un ejemplar de La Historia me absolverá entre varios libros en exhibición que tenía en sus vidrieras una librería chilena ubicada en la calle Ahumada, la más animada de Santiago de Chile, la publicación del folleto se debió a la gestión del estudiante y dirigente de la FEU René Anillo.
La edición de La Historia me absolverá impresa en Nueva York, en 1955 tuvo una portada parecida a la realizada en la imprenta de Emilio Jiménez. Una estrella sustituyó a la bolita roja que El Patato había colocado al centro de la portada de la primera edición. La estrella aparecía más a la izquierda de la hoja y los textos de la portada no estaban subrayados. Se consignaba el número de ejemplares (20 000), y en vez de la nota introductoria ya mencionada —el ardid de la primera edición—, en esta segunda, los emigrados cubanos hicieron el siguiente anuncio: Actualmente se están imprimiendo dos nuevas ediciones: una en México que ya está a punto de salir a la calle, y esta que costeamos y suscribimos los emigrados de New York deseosos de que se conozca en el extranjero la hermosa batalla que está librando el pueblo cubano por sus instituciones democráticas.
Expresa también que: Los asesinatos de prisioneros indefensos por los esbirros del dictador Batista descritos en este discurso, recuerdan los peores crímenes de guerra cometidos por los nazis en los países ocupados. No obstante el mundo los ignora porque las agencias cablegráficas internacionales, sometidas a censuras en el lugar que ocurrieron los hechos no pudieron divulgarlos al exterior. Es una vergüenza que actos de tan espantoso salvajismo ocurran en nuestro continente y se hayan perpetrado contra ciudadanos de un pueblo noble, cívico, humano y amante de la libertad como el cubano, víctima hoy de un grupo de caínes miserables, merecedores del desprecio universal, que valiéndose de las armas que tienen en sus manos han hecho trizas la carta de derechos humanos suscrita por todas las naciones del mundo y una vergüenza todavía mayor, que el resto de la tierra lo ignore cuando es la opinión pública y del mundo el freno más eficaz contra la barbarie. Como una contribución a esa lucha de nuestros compatriotas, para que se conozcan los ideales y sentimientos de nuestro pueblo y recaudar fondos para el movimiento de resistencia con la contribución voluntaria de todos los que adquieren un ejemplar, los emigrados cubanos de New York unidos todos bajo una misma bandera con los valerosos combatientes del cuartel Moncada aportamos a la causa esta edición.
Fuente: La Pequeña Gigante. Historia de La Historia me absolverá.