Fidel Castro: soldado de las ideas en Cuba y el mundo
Date:
24/03/2011
Source:
Radio Cadena Agramonte
Auteur:
Muestra inequívoca de que la sencillez, la modestia y el desinterés distinguen a quien es también, con toda justeza, líder mundial, son las Reflexiones de Fidel que bajo el título Los zapaticos me aprietan publicaron la víspera los medios nacionales, algo igualmente apreciable en su artículo más reciente: Las verdaderas intenciones de la "Alianza Igualitaria".
Todo el texto de Los zapaticos me aprietan deja claro que ha habido en Fidel siempre el propósito de llevar adelante la obra revolucionaria, pero quiero llamar la atención sobre el siguiente fragmento: “Presté, efectivamente, mis servicios a la Revolución durante mucho tiempo, pero nunca eludí riesgos ni violé principios constitucionales, ideológicos o éticos; lamento no haber dispuesto de más salud para seguir sirviéndola”
O quizás esta otra frase: “(…) sigo y seguiré siendo como prometí: un soldado de las ideas, mientras pueda pensar o respirar”.
Y eso ha sido en los últimos años.
Sus reflexiones, intercambios y escritos han recorrido el mundo entero en español o traducidos a varios idiomas, y es que esa misma sencillez lo ha llevado a pensar y alertar, desde Cuba, a todo el universo.
No ha acumulado vanidosamente méritos individuales; su proyección ha llegado a cientos de miles de personas, coincidan o no con su ideario político, porque Fidel tiene esa capacidad, como alguien asegurara, de ir al futuro, mirar y regresar para contarnos.
Sus consejos deben ser escuchados; no por imposición, sino por convencimiento, porque él es como un sabio que luego de estudios detallados llega a conclusiones claras, precisas, concluyentes. La necesidad de preservar la paz -y con ella a la especie humana- lo ocupa en los últimos tiempos.
“Le deseo buen viaje y un poco más de sensatez.” Así expresa el líder histórico de la Revolución cubana en “Los zapaticos me aprietan”, en referencia a la gira del mandatario estadounidense Barack Obama, por países de Latinoamérica.
No puede esperarse otra actitud de quien renunció sin vacilar a todos sus cargos estatales y políticos, incluso al de Primer Secretario del Partido Comunista de Cuba (PCC) cuando enfermó, y nunca intentó ejercerlos después de la Proclama del 31 de julio de 2006.
Así es Fidel.
Un soldado de las ideas.
Todo el texto de Los zapaticos me aprietan deja claro que ha habido en Fidel siempre el propósito de llevar adelante la obra revolucionaria, pero quiero llamar la atención sobre el siguiente fragmento: “Presté, efectivamente, mis servicios a la Revolución durante mucho tiempo, pero nunca eludí riesgos ni violé principios constitucionales, ideológicos o éticos; lamento no haber dispuesto de más salud para seguir sirviéndola”
O quizás esta otra frase: “(…) sigo y seguiré siendo como prometí: un soldado de las ideas, mientras pueda pensar o respirar”.
Y eso ha sido en los últimos años.
Sus reflexiones, intercambios y escritos han recorrido el mundo entero en español o traducidos a varios idiomas, y es que esa misma sencillez lo ha llevado a pensar y alertar, desde Cuba, a todo el universo.
No ha acumulado vanidosamente méritos individuales; su proyección ha llegado a cientos de miles de personas, coincidan o no con su ideario político, porque Fidel tiene esa capacidad, como alguien asegurara, de ir al futuro, mirar y regresar para contarnos.
Sus consejos deben ser escuchados; no por imposición, sino por convencimiento, porque él es como un sabio que luego de estudios detallados llega a conclusiones claras, precisas, concluyentes. La necesidad de preservar la paz -y con ella a la especie humana- lo ocupa en los últimos tiempos.
“Le deseo buen viaje y un poco más de sensatez.” Así expresa el líder histórico de la Revolución cubana en “Los zapaticos me aprietan”, en referencia a la gira del mandatario estadounidense Barack Obama, por países de Latinoamérica.
No puede esperarse otra actitud de quien renunció sin vacilar a todos sus cargos estatales y políticos, incluso al de Primer Secretario del Partido Comunista de Cuba (PCC) cuando enfermó, y nunca intentó ejercerlos después de la Proclama del 31 de julio de 2006.
Así es Fidel.
Un soldado de las ideas.