Rosendo

Los tres remates que me bloqueó Fidel

Mireya Luis —Mireyita para él— tiene la bola cerca de la net, pero no puede rematarla. El dolor la hala; apenas despega unos milímetros del suelo. Al otro lado, él espera el balón con las manos en alto. Sedosas y firmes. Sabe que esta vez tampoco las va a poder «burlar».
 
«En 2001 me retiré como jugadora en activo del voleibol. Fidel fue a la ceremonia. Estuvimos conversando un buen rato, él me preguntaba de todo.