La XXIV Brigada Latinoamericana y Caribeña de Trabajo Voluntario y Solidaridad con Cuba viajó hoy desde esta ciudad hacia Santiago de Cuba, para rendir tributo al líder histórico Fidel Castro Ruz ante el monolito que guarda sus cenizas en el Cementerio Santa Ifigenia.
 
Este homenaje será de reencuentro para la brigadista procedente de México, María Isis de la Luz Rivas.

¿Qué anécdotas tiene de su apoyo al pueblo cubano?  
 
«Anécdotas hay muchas, pero una que está siempre muy presente es cuando un huracán afectó a Caimito en 2004, y todo el mundo decía que era mentira cuando anunciaron que por ahí  andaba el Comandante, nadie lo creía, entonces fuimos y efectivamente él estaba ahí con la gente, como a las siete de la mañana.
 
«Eso fue aquello que jamás se borrará de mi vida, que creíamos un rumor, chisme, sin embargo fuimos porque teníamos que apoyar, cuando vimos aquello, y eso siempre se quedará en mi mente.

¿En cuántas ediciones de la brigada ha participado?  
 
«Con esta es la 16, y podrán pensar pero bueno ¿a qué viene cada año?, pero siempre encuentro cosas diferentes, lugares que uno nunca se imaginó, cada historia que se teje y nuevas que conoce, y esto se me hace bien interesante.

¿Cuáles motivaciones tiene para la solidaridad con Cuba?
 
«Este año yo pensaba que aunque ya antes nos movía mucho la presencia del Comandante –tengo que ser sincera- porque ya él para nosotros representaba una utopía, en México para nosotros él era, bueno para la gente de izquierda, era lo que nosotros deseábamos alcanzar, era como un guía.
 
«Cuando él se fue, cuando él parte, pensábamos bueno ahora hay que estar más cerca, hay que continuar porque esa es la única manera en que él se hace presente, y era un consuelo. Me tocó estar en sus funerales y aquello era tan triste, pero había un consuelo, porque decíamos es que si uno continúa en pie él continuará presente».