El juicio a los participantes en el asalto a los cuarteles Moncada y Carlos Manuel de Céspedes, en el oriente de Cuba, es rememorado este lunes a propósito del aniversario 67 del inicio del proceso.
 
La fecha, de acuerdo con la periodista Marta Roja, marcó una gesta de la palabra que se celebró entre el Palacio de Justicia y un pequeño local del Hospital Saturnino Lora, en la oriental provincia de Santiago de Cuba, del 21 de septiembre al 16 de octubre de 1953.
 
En el primero de estos escenarios transcurrió el juicio para todos los acusados -con excepción del líder de la acción, Fidel Castro-, hasta iniciado el mes de octubre, cuando fueron condenados los participantes y liberados los políticos oposicionistas involucrados en el proceso y sin relación directa con los hechos.
 
Los días 21 y 22 de septiembre fueron dedicados a analizar como acusado a Fidel, quien reconoció haber dirigido el asalto del 26 de julio de ese mismo año.
 
Conducido con esposas ante el tribunal, el joven abogado protestó de forma contundente, obligando al titular de la Sala a ordenar que se le quitaran las esposas, considerado el primer acto de otros que lo convirtieron de acusado en acusador.
 
Posteriormente, su alegato de autodefensa, conocido como La Historia me Absolverá, pasó a la historia como uno de los documentos que marcó la ruta posterior de la Revolución Cubana.
 
Durante su juicio, celebrado el 16 de octubre, el líder del movimiento adelantó las proyecciones de la agenda política y social después del triunfo rebelde, en contraste con la precaria situación del país caribeño entonces.
 
El manifiesto pasó a ser considerado uno de los textos principales del pensamiento político en América Latina.
 
Además de poner en evidencia los crímenes de la tiranía de Fulgencio Batista (1952-1959), Fidel denunció los atropellos cometidos contra los asaltantes al Moncada y sostuvo que el autor intelectual de esa acción era el Héroe Nacional, José Martí, cuyo centenario se celebraba precisamente ese año.