Ministro de Salud Pública: Solo la cooperación y la solidaridad podrán salvar a la humanidad
Con la autoridad moral que le permite el ejercicio de la colaboración internacional en materia de asistencia sanitaria, ante el peligro universal que ha significado la COVID-19, Cuba reiteró que solo la complementación entre los países ayudará a vencer la pandemia.
«Ratificamos nuestra total certeza de que solo la cooperación y la solidaridad internacional podrán salvar a la humanidad», afirmó el ministro cubano de Salud Pública, José Angel Portal Miranda, en la 73ra. Asamblea Mundial de la Salud, desarrollada de manera virtual este martes.
Al subrayar, con un énfasis de gravedad, que «una crisis no imaginada ha provocado la COVID-19 en el mundo y ningún país o sector ha podido escapar de ella», ejemplificó, mediante la modesta labor internacionalista del Contingente médico Henry Reeve, cuánto pudiera hacerse si se comparten los esfuerzos nacionales.
Destacó que solo esa formación ha enviado 53 brigadas de profesionales de la Salud a contribuir a combatir la enfermedad en 39 países, que se sumaron a las existentes en 58 naciones.
Portal Miranda hizo notar, también, la importancia de diseñar planes nacionales integrales e intersectoriales, como el que puso en práctica la Isla, incluso antes de que se reportaran los primeros casos.
«Han sido determinantes las capacidades en términos de infraestructura, organización y capital humano del Sistema de Salud Pública, con las características de ser único, gratuito, accesible al 100 % de la población, basado en la atención primaria de la Salud y con el médico y la enfermera de la familia como su principal fortaleza; junto a la utilización de productos, equipos, e insumos novedosos de la industria médico-farmacéutica y biotecnológica cubana», argumentó.
Agregó que esa estrategia ha posibilitado la recuperación del 91,3 % de las personas contagiadas en la Mayor de las Antillas, y ha impedido la muerte de grupos sensibles como niños y adolescentes.
Puntualizó que lo que Cuba ha hecho para contrarrestar la pandemia, tanto en la nación como en la contribución internacional solidaria, ha sido bajo las condiciones coercitivas del bloqueo impuesto por el Gobierno de Estados Unidos, y los constantes intentos para desacreditar y obstaculizar la cooperación médica del archipiélago.