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Fidel: el hombre y la historia

Cuando se estudia la trayectoria de Fidel Castro Ruz, se evidencia el rol del individuo en la historia.
 
No se trata de un hecho voluntarista; encarnar tal misión exige condiciones que -unidas a la virtud personal y el carisma- lo dotan de la cualidad de líder.
 
En el caso personal de Fidel se trata de un liderazgo que resume toda una experiencia histórica desde el acontecer que le precedió; fruto de la más honda reflexión de la realidad pasada, presente y de sus implicaciones futuras; previsión de realidades y actores que irrumpirían en el proceso; cognición plena de la naturaleza de la nación y los individuos "que" y "para los que" se trazó el nuevo itinerario nacional.
 
Cuando el 10 de marzo de 1952 tuvo lugar el golpe proimperialista de Batista, la nación cubana se aferraba a la esperanza de un constitucionalismo pluralista emergido con la Carta Magna de 1940.
 
Las fuerzas pensantes de entonces convergieron para elaborar un proyecto de nación que dentro de los cánones de la representatividad política pusiese fin a los "bretes políticos" heredados tras el intervencionismo de los Estados Unidos y las subsecuentes administraciones corruptas que le sucedieron.
 
Cuba sucumbía a los "quítate tú para ponerme yo" y en la Revolución del 30, tras el derrocamiento de Machado, cuando sacábamos la cabeza del lodo y nos lo sacudíamos, se nos impidió -una vez más- concluir la obra pendiente de 1898.
 
En aquel panorama nos tocó vivir una realidad sellada por el ideal cifrado en la Constitución del 40 cuyas leyes complementarias -encargadas de hacerla efectiva- nunca aparecieron.
 
De un lado el ideal constitucional de la alternancia periódica de poderes; del otro la corrupción, el gansterismo y la "fiscalización" externa.
 
La vida política cubana se resumía entre constitucionalistas liberales, conservadores, centristas y comunistas del Partido Socialista Popular, entre otros; a la vanguardia, el Partido Ortodoxo liderado por Eduardo Chibás con el ala radical del estudiantado universitario donde militaba Fidel, quien se cercioró de que la única salida posible al caos consistía en la transformación radical de aquella maqueta política, económica y social.

Fuente: 

Radio Cubana

Fecha: 

22/01/2018