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Cuba es esperanza en el Sahara

Cuba es hoy esperanza de vida en el Sahara, aseguró el coordinador de la brigada de educadores cubanos en la República Árabe Saharaui Democrática (RASD), Antonio Tamayo.
 
Licenciado en Física y Electrónica, este maestro de la oriental provincia de Guantánamo destacó en diálogo virtual con Prensa Latina, la labor realizada por los 11 integrantes de ese grupo, quienes preparan a alrededor de 400 estudiantes saharauis de sexto hasta el 12 grado.
 
Les impartimos preparación en idioma español, medimos que venzan objetivos educativos y realizamos un proceso de selección de aquellos que dominen mejor el idioma para su continuidad de estudios en la nación caribeña, explicó.
 
La isla ofrece cada año un plan de becas, de manera que el trabajo de estos profesionales, de conjunto con cuatro educadores saharauis, resulta fundamental como antesala de ese momento, añadió.
 
La brigada cubana está compuesta por personas de casi todas las provincias del país, cada una de ellas especializadas en diferentes asignaturas, quienes pasan hasta tres años en tierras de la RASD.
 
“Diariamente tenemos un proceso de actividad educativa, donde brindamos informaciones y explicaciones relacionadas con el funcionamiento de la escuela, luego impartimos la docencia, organizamos el comedor, realizamos nuestra autopreparación y claustros para analizar situaciones pedagógicas”, comentó Tamayo.
 
La escuela Simón Bolívar es el reino donde los educadores cubanos ofrecen su cooperación solidaria; se trata de un proyecto conjunto entre la RASD, Venezuela y la isla, tiene 10 aulas, tres laboratorios y cuatro dormitorios.
 
“La labor de Cuba aquí ha tenido una muy grata acogida, tanto por las familias, como por los estudiantes, es enorme lo que hace nuestro país, formamos el futuro a esta nueva generación”, afirmó el cooperante.
 
El coordinador agregó que cuando hablan de la nación caribeña, lo hacen con mucho cariño, y en especial cuando mencionan al líder histórico de la Revolución cubana, Fidel Castro, por quien refieren sentir gran admiración y respeto.
 
“Lo consideran un paradigma, porque ha defendido públicamente su causa”, subrayó Tamayo.
 
Para este maestro, quien se desempeñaba como director municipal de Educación en Niceto Pérez, en Guantánamo, la experiencia vivida en la RASD en los cuatro años que lleva allí resulta inolvidable.
 
Enfrentar una geografía, clima y cultura diferentes ha sido un reto, pero ahora forma parte de las cuestiones que recordarán al volver a casa.
 
La cultura de la región, distinta de la cubana y centrada en el cumplimiento de preceptos religiosos, no implicó para ellos un cambio drástico, pues siempre asumieron una postura respetuosa frente a ella, dijo a Prensa Latina Tamayo, sin embargo, adaptarse a la geografía y el clima sí resultó complejo.
 
“Es una zona despoblada por completo, pleno desierto, sin árboles ni nada a lo que estamos acostumbrados. El clima es también difícil, en el tiempo de invierno el frío es muy intenso y en el verano las temperaturas superan los 78 grados Celsius, de ahí que para nosotros fuera complicado asimilarlo”, acotó.
 
Allí, se extraña todo de Cuba, aseguró.
 
“Por difícil que sea la situación en nuestro país, Cuba es Cuba, y el cubano digno siempre tiene presente y reconoce a su país, no hay nada como estar en casa, con tu gente, con los tuyos”, enfatizó.
 
No obstante, el educador afirma que al regresar traerá consigo la admiración por los saharauis y sus lecciones de unidad, valentía y coraje.
 
También la gratitud de muchos, y el recuerdo de ese especial brillo en la mirada de los familiares que desean ver a sus hijos estudiando en la isla.
 
“Cada cubano, cada profesor, es una esperanza de vida para ellos, de su futuro”, remarcó, y significó que la educación es el mayor baluarte que tiene un ser humano.
 
“La obra de Fidel Castro y de la Revolución, en materia de educación, hay que defenderla hasta con las uñas, la educación es la luz de la esperanza”, afirmó.

Fuente: 

Prensa Latina

Fecha: 

04/01/2023