Cuba defendió hoy en el Consejo de Derechos Humanos de la ONU la materialización de un orden internacional justo, democrático y equitativo, y señaló la importancia de renovar el mandato del experto independiente a cargo del tema.
 
Al intervenir en la continuación del 45 período de sesiones del órgano de 47 Estados miembros, la diplomática cubana Lisandra Astiasarán insistió en que un orden global más justo resulta un requisito imprescindible para alcanzar el desarrollo y garantizar la promoción y la protección de todos los derechos humanos.
 
Durante un diálogo interactivo con el experto responsable del tema, Livingstone Sewanyana, la representante de la isla llamó a evitar que en las discusiones sobre el orden internacional se mezclen cuestiones que son prerrogativas exclusivas de los Estados soberanos.
 
Asimismo, adelantó que en el foro Cuba presentará un proyecto de resolución procedimental para renovar el mandato del experto independiente.
 
La mayor de las Antillas también participó en un debate en torno a las consideraciones del Grupo de Trabajo sobre Detención Arbitraria, en el cual el diplomático Jairo Rodríguez reiteró el rechazo de su país al empleo de los procedimientos especiales con fines políticos.
 
De acuerdo con el funcionario, deberían primar en este mecanismo el intercambio de informaciones y la cooperación, en lugar del enfoque que muchas veces impera de falta de objetividad y criterios preconcebidos respecto a algunas naciones. En la reunión del Consejo enmarcada en sus sesiones previstas del 14 de septiembre al 6 octubre, Rodríguez criticó que en el grupo se emitan opiniones alejadas de la realidad, a partir de alegaciones falsas y prefabricadas, ajenas a la defensa de los derechos humanos.
 
Tales posturas laceran la credibilidad de tan importante mecanismo, subrayó.

Cuba y otros países han reclamado en el Consejo de Derechos Humanos que cesen la manipulación y los enfoques selectivos, mediante los que potencias occidentales intentan sentar en el banquillo de los acusados a gobiernos dispuestos a defender su soberanía y un camino propio, sin dictámenes externos.