Continuidad, sin perder la esencia
A partir de este 19 de abril Cuba tendrá un nuevo presidente. «La mayor satisfacción es la tranquilidad y serena confianza que sentimos al ir entregando a las nuevas generaciones la responsabilidad de continuar construyendo el socialismo», ha expresado el general de Ejército Raúl Castro Ruz en reiteradas ocasiones.
Cuba, un país construido por jóvenes, no puede aspirar a otra cosa que no sea la continuidad histórica de quienes se desempeñan en tareas de la economía, los servicios y el bienestar del pueblo.
«Aquí han estado presentes Fidel y Raúl, porque este proceso constituye una expresión del compromiso de nuestro pueblo con los líderes de la generación histórica que hizo la Revolución y su continuidad», dijo Miguel Díaz-Canel Bermúdez, primer vicepresidente de los Consejos de Estado y de Ministros, durante la constitución de la Asamblea Municipal del Poder Popular en Santa Clara, en enero pasado.
La generación histórica va cediendo su lugar a los pinos nuevos con una gran confianza, y la Revolución socialista cubana seguirá siendo de los humildes, por los humildes y para los humildes. Así lo ha dejado claro Raúl, quien ha expresado además que «esta también seguirá siendo una Revolución de los jóvenes».
Hoy más del 60 % de los cubanos nació después del triunfo de la Revolución, y convivimos en suelo patrio varias generaciones, cada una con méritos propios según el momento histórico y las circunstancias que les ha tocado vivir.
El traspaso del poder hacia el renuevo se basa en la capacidad demostrada de seguir el rumbo de la Revolución, iniciada desde las luchas por la independencia hasta nuestros días.
Como ha explicado la máxima dirección del país, está en marcha el proceso de transferencia paulatina y ordenada de las principales responsabilidades de la nación a las nuevas generaciones.
Pero para asegurar su éxito, jamás podrá olvidarse —como nos enseñó Fidel— la necesidad de preservar la unidad de todos los cubanos dignos.
La ocasión resulta propicia para rendir merecido homenaje a nuestros héroes y mártires, y también a Fidel, el Comandante en Jefe de la Revolución cubana, que con su inconmovible optimismo y junto al pueblo, capaz de resistir tantos sacrificios, nos dio la victoria e hizo de nuestra pequeña isla un baluarte de la dignidad y la justicia en el mundo.
Las nuevas generaciones continuarán defendiendo por siempre los ideales revolucionarios, sin perder la esencia de nuestros próceres fundacionales. Y en los nuevos escenarios económicos, políticos y sociales, la Unión de Jóvenes Comunistas tiene que estar a la vanguardia.
En el futuro «habrá presidentes siempre defendiendo la Revolución y serán compañeros que saldrán del pueblo», ha dicho Díaz-Canel, quien además afirmó: «Yo no concibo las rupturas en nuestro país, creo que ante todo tiene que haber continuidad».